sábado, 25 de abril de 2009

La granja de los animales de George Orwell.

Vivió en la primera mitad del siglo XX, con el nombre original de Eric Blair, un escritor que el seudónimo de George Orwell fue conocido. Dióse este Orwell, en sus tempranos años, a las cogitaciones intelectuales del comunismo, de moda por ese entonces en los círculos de la juventud aristocrática de Inglaterra. Habiendo inhalado semejantes vapores, y ebrio su corazón de amor por la Humanidad, por la tolerancia y por la libertad, embarcóse hacia España, desangrada en aquellos funestos años por la conflagración que como Guerra Civil Española conocida es. Ahijóse con toda naturalidad en el bando de los republicanos, que una república socialista defendían, en vez del régimen corporativista, nacionalista, eclesiástico y tradicionalista por el cual luchaban sin misericordia alguna los sediciosos adláteres de Francisco Franco. Opinaba Orwell que disfrazábanse de ideal universal los mezquinos designios de los franquistas, conformados por oligarcas y terratenientes dispuestos de buen grado al expolio del pueblo español, mas, ¡oh, egolatría, cuán dispersos caen tus dardos!, encontróse Orwell que en el bando de los republicanos, a la sazón por comunistas, socialistas y anarquistas conformados, tensábanse también las relaciones, los odios y las enemistades, por cuanto jurábanse odios eternos aquellos compañeros de cubil, disfrazando su egotismo intelectual detrás de altos designios filosóficos, haciendo suelo estéril de sus ideas libertarias, creyéndolas suficientemente buenas para todo el mundo, mas no tanto que lo fuera para ellos mismos. Decepcionóse entonces profundamente Orwell de aquellos espíritus mezquinos, y en renegado del comunismo tornóse entonces, vertiéndose su nueva antipatía en dos narraciones hiladas con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, cuales son, a saber: "La granja de los animales", y "1984".


Principia "La granja de los animales" con los animales de la Granja Manor alrededor del Viejo Mayor congregados. Es el Viejo Mayor un cerdo premiado, que descubre a sus congéneres animales la triste suerte que les espera, remeciéndoles y haciéndoles tomar conciencia. Muere el Viejo Mayor, mas grande fruto lega su palabra, toda vez que inspiradores sueños crea en los animales de la Granja Manor. Estira el viejo Jones, a la sazón despótico dómine de la granja, la cuerda más de lo necesario, dejando por borrachera sin provisiones a los animales por un día, y he aquí que, como una sola bestia, levántanse todos ellos en abierta rebelión, sin orden ni concierto, por asalto toman la casa de Jones, y con furiosos trompetazos de gansos y feroces coces de caballos, en medio de turbulenta refriega le echan sin contemplaciones de su trono, con rumbo al cruel mundo exterior. Mas Jones, tiempo después, regresa por sus fueros, con compañeros granjeros preocupados porque el ejemplo de los animales cunda en sus granjas, y he aquí que se alza la figura heroica y noble de Snowball, el gran cerdo, liderando la defensa contra los humanos. ¡Grande victoria obtienen los animales aquel día! ¡Gloria y honor a los vencedores de la Batalla del Establo de las Vacas!


Entretanto, visitado han los animales la granja, y después de acaloradas deliberaciones, resuélvense a no ser como los humanos, haciendo desdén de sus sábanas y artefactos caseros, así como de la inveterada tradición humana de darse a los vapores espirituosos. Escriben entonces en una pared, la serie de mandamientos que habrán de obedecer para impedir que la esclavitud retorne a sus vidas. Agilmente entonces dánse al trabajo, y laborando de común, crece la prosperidad. Sobresale Boxer, entre todos los animales, noble córcel que por lema adopta el decir "trabajaré más fuerte". Una defección hay también, extrañando la estúpida yegua Molly la soberanía humana por afecto a las cintas de colores y los terrones de azúcar, y viéndose descubierta de sus tratos con humanos, dáse entonces a la fuga, y regresa al servicio y yugo humano. Mas era de esperarse, porque Molly es estúpida, y por lo tanto, nada de heroico hay en ella, y si hemos de mentarla en épico sitio como Magnoverso, por completismo es, completismo y nada más.

En derechura los cerdos el trabajo organizan. En las labores rudas nadie los ve, mas dirigiendo y dando órdenes se los tiene encima todo el día. Con el argumento del trabajo de sus cansados cerebros por todo vulgar pretexto, consiguen apartar de la comunidad de bienes de la granja la leche, así como las manzanas, reservándosela a ellos mismos. A las ovejas para balar en momentos estratégicos adoctrinan, y aún a una camada de cachorrillos de perro desaparecer hacen. Poco a poco, el control de la granja empiezan a tomar los malvados cerdos. Pero, ¡ah, qué desdicha!, los animales son demasiado estúpidos como para entender a cabalidad lo que ocurre.


Y para colmo de desdichas, los propios cerdos inclusive disputándose están el dominio. Divídense dos cerdos la supremacía, Snowball siendo el más inteligente y visionario, aquél que sueña con mejorar las condiciones de la granja levantando un molino de viento, al tiempo de consolidar la rebelión creando nuevas insurgencias entre los desamparados animales del páramo exterior, al tiempo que Napoleón, no tan brillante, mas compensando dicha mezquindad con una sed enfermiza de poder, en la sombra mueve los hilos, disputándose las asambleas y saboteando las ideas de Snowball. Y al colmo todo esto llega, cuando Napoleón irrumpe en los planos que Snowball para el molino ha dibujado, y una vez pisando éstos, sus aguas suelta a destajo. Mas, ¡no habéis visto todo!, de resultas que Snowball sigue iluso en su seguridad, Napoleón lanza a los cachorrillos secuestrados en su contra, en feroces mastines ahora devenidos, y prestamente en fuga a Snowball pone. Fíngese entonces Napoleón ser sabio, y a todos convence de que nunca estuvo contra el molino, y es más, que fuera Snowball quien propagara semejantes mentiras; todo ello apoyado por los balidos de las estúpidas ovejas. Cuatro cerdos tientan una protesta, mas los gruñidos de los mastines cumplen con acallar a la disidencia.


Acábanse entonces las asambleas, innecesarias por saber Napoleón y los cerdos cuáles cosas han de convenir mejor para los destinos de la granja. Bajo la flamante administración de Napoleón, el comercio con el mundo exterior empieza, y aún más, las mismísimas leyes de Granja Animal a cambiar comienzan. Hace su parte, por su lado, la atronadora propaganda oficial, que convence a todos los animales de que, aún en las penurias que los cerdos poco a poco vánlos arrojando, de que mejor está su situación que aquélla sumisión que habíanle de tener al granjero Jones. Misma propaganda que, adoctrinamiento mediante, a los animales convence de que no ha sido Snowball sino Napoleón, el cerdo heroico que el día ha salvado, en la Batalla del Establo de las Vacas. Y poco a poco va desapareciendo la Revolución, y tórnase todo como era antes, mas ahora a cargo de los cerdos en vez de los humanos. Y proclámase el final de la Revolución misma, toda vez que cumplidos están los objetivos revolucionarios. Y siéntense satisfechos los cerdos, ahora viviendo en la casa humana y usando las vestimentas humanas, y en todo pareciéndose a los humanos, ante el asombro de toda la impotente Granja Animal, que no ha podido figurarse en qué minuto todo aquello suceder ha podido...


Vengóse así cumplidamente George Orwell de aquellos plomizos izquierdistas que, prisioneros de su propio sentido de autosuficiencia, y embriagados por su afán mesiánico, han procurado reemplazar los males antiguos de la burguesía no por un mundo más ideal o justo, sino uno en que los ancestrales atropellos contra la libertad son reemplazados por sus propios ancestrales atropellos contra la libertad, así como desnudar la hipocresía de quienes con las banderas de la justicia social se revisten para su propia megalomanía disimular.

ALIENTO...

...COSMOLÓGICO. 5 de 7. ¿Animales de una granja como protagonistas de una sátira política? La maestría de Orwell lo hace convincente.

...AVENTURERO. 3 de 7. No hay mucha aventura aquí. En realidad, todo es más bien una serie de estampas, como las películas del cine mudo.

...EXÓTICO. 2 de 7. Una granja de Inglaterra. No es una ambientación tan fuera de tiesto como para hacernos alucinar.

...MAQUIAVÉLICO. 7 de 7. Hay que ver cómo los cerdos se las arreglan para tomar el control de la granja, de manera tan insidiosa y sutil que nadie se da mucha cuenta de nada... hasta que es demasiado tarde.

...PASIONAL. 6 de 7. ¿Cómo olvidarnos de Boxer, el caballo que siempre trabajaba más fuerte? ¿O la sed de poder de los cerdos? ¿O los recelos de Benjamín? ¿O la pasión generalizada de los animales por librarse para siempre de Jones?

...TÉTRICO. 4 de 7. La banda de gángsters que son los cerdos, son villanos temibles en su poder, su arrogancia y su capacidad de convencer a los animales de la granja, por otra parte demasiado estúpidos para poder hacerles frente con éxito.

...FILOSÓFICO. 5 de 7. Implícita está la idea de que el idealismo es una ingenuidad, y de que las revoluciones se hacen para que todo siga igual. Lo peor es que tiene razón.

TOTAL: 65 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

Música Magna: "Phantom of the Opera" de Andrew Lloyd Weber.

De los vampiros y los licántropos es la noche del siglo XX, no hay cuestión sobre eso. Mas, aún mayormente maldito por cuanto sólo aquellos paladares de más exquisito y refinado gusto lo catan, el Fantasma de la Opera ha sobrevivido desde que, en aquellos añosos tiempos pretéritos a la Guerra Mundial Primera, en 1911, diérale vida el arte sutil de Gaston Leroux. En 1986, estrenóse, con autoría de Andrew Lloyd Weber, un grandioso musical que, tomándose las debidas licencias con la trama original, capta fielmente el espíritu retorcido y atormentado del Fantasma y su universo. En 2004, adaptado para el cine fue el musical, en una película por Joel Schumacher dirigida. ¡Escuchad, por tanto, de dicha película, el tema "The Phantom of the Opera"!



Diferenciándose de otras versiones del Fantasma de la Opera, la que apreciado hemos viene por sus propios actores cantada, aparte de interpretada. Por tanto, son del propio Gerard Butler y la propia Emmy Rossum, las voces que aquí hemos disfrutado.

Popol Vuh 07: La derrota de Principal Guacamayo.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL "POPOL VUH".

He aquí ahora los disparos de cerbatana contra Principal Guacamayo por los dos engendrados; contaremos ahora la derrota de aquellos que se enorgullecían. Este mismo Principal Guacamayo tenía un gran árbol, el Byrsonia; era el alimento de Principal Guacamayo; cada día iba al Byrsonia, subía al árbol; veía algunas vainas comidas por Maestro Mago. Brujito. Por su parte, espiando a Principal Guacamayo al pie del árbol, los dos engendrados venían a esconderse en el follaje del árbol cuando Principal Guacamayo venía a comer [las frutas de] el Byrsonia. Después fue tiroteado con cerbatanas por Supremo Maestro Mago, quien le plantó la bala de la cerbatana en la mandíbula; gritó a voz en cuello al caer del árbol al suelo. Supremo Maestro Mago se apresuró, corrió aprisa para apoderarse de él; pero entonces el brazo de Supremo Maestro Mago fue asido violentamente por Principal Guacamayo, quien al instante lo sacudió, lo arrancó bruscamente del omoplato. Entonces Supremo Maestro Mago dejó ir a Principal Guacamayo. Así es, así como hicieron, sin haber sido vencidos los primeros por Principal Guacamayo. Llevando así el brazo de Supremo Maestro Mago, Principal Guacamayo caminó hacia su casa, adonde llegó sosteniéndose la mandíbula. "¿Qué te ha sucedido, pues?", dijo entonces La que se Torna Invisible, esposa de Principal Guacamayo. "¿Qué? Dos engañadores me han tiroteado con su cerbatana, me han dislocado la mandíbula. A causa de eso, se han aflojado mi mandíbula, mis dientes, que me hacen sufrir mucho.

Por de pronto traigo [esto] sobre el fuego para que permanezca sobre el fuego hasta que, en verdad, vengan a recogerlo, a tomarlo, esos engañadores", respondió Principal Guacamayo, suspendiendo el brazo de Supremo Maestro Mago. Habiendo celebrado consejo, Supremo Maestro Mago, Brujito, hablaron con un abuelo, y verdaderamente blanca era la cabellera de este abuelo, y con una abuela, y verdaderamente era una abuela encorvada, quebrantada por la vejez. Gran Cerdo del Alba, nombre del Abuelo; Gran Tapir del Alba, nombre de la abuela. Los engendrados dijeron, pues, a la abuela, al abuelo: "Acompañadnos para ir a coger nuestro brazo en casa de Principal Guacamayo, pero nosotros iremos detrás de vosotros. «Son nuestros nietos a quienes acompañamos; su madre, su padre, han muerto; por tanto, nos siguen por todas partes adonde nos conviene permitírselo, pues sacar los animales de las mandíbulas es nuestro oficio», diréis vosotros. Así Principal Guacamayo nos mirará como a niños, y estaremos allí para daros consejos", dijeron los dos engendrados. "Muy bien", fue respondido. En eguida se encaminaron hacia la punta en donde Principal Guacamayo estaba sentado en su sitial con respaldo. La abuela, el abuelo, pasaron entonces, [con] dos engendrados jugando detrás. Cuando pasaron al pie de la casa del jefe, Principal Guacamayo gritaba a voz en cuello a causa de sus dientes. Cuando Principal Guacamayo vio al abuelo, a la abuela y a los que les acompañaban, "¿De dónde venís, abuelos nuestros?", dijo al instante el jefe. "Buscamos con qué sostenernos, oh Tú, Jefe", respondieron ellos. "¿Cuál es vuestro alimento? ¿Son vuestros hijos, esos que os acompañan?" "No, oh Tú, jefe. Éstos son nuestros nietos, pero ¿comprendes? tenemos piedad de sus rostros, les damos y partimos la mitad [de nuestro alimento]", respondieron la abuela, el abuelo. El jefe, pues, estaba extenuado por el sufrimiento de sus dientes, y con esfuerzo era como hablaba. "Yo os suplico, tened piedad de mi rostro. ¿Qué hacéis? ¿Qué curáis?", dijo el jefe. "Solamente sacamos de los dientes los animales, curamos solamente los ojos, componemos solamente los huesos, Tú, Jefe", respondieron. "Muy bien. Curadme en seguida, os suplico, mis ." dientes, que verdaderamente me hacen sufrir. Cada día no tengo reposo, no tengo sueño, a causa de ellos y de mis ojos. Dos engañadores me han disparado con cerbatana, para comenzar. A causa de esto no como ya. Tened, pues, piedad de mi rostro, pues todo se mueve, mi mandíbula, mis dientes". "Muy bien, Tú, Jefe. Un animal te hace sufrir. No hay más que cambiar, que sacar los dientes, Tú". "¿Será bueno quitarme mis dientes? Por ellos soy jefe; mi ornamento: mis dientes y mis ojos". "Pondremos al instante otros en cambio; huesos puros y netos entrarán". Ahora, pues, esos huesos puros y netos no eran más que maíz blanco. "Muy bien. Retiradlos pues y venid en mi ayuda", respondió él. Entonces se arrancaron los dientes de Principal Guacamayo; no se le puso en cambio más que maíz blanco; al instante ese maíz brilló mucho en su boca. Al instante descendió su faz; no pareció ya jefe. Se acabó de quitarle sus dientes en pedrería que, brillantes, ornaban su boca. Mientras que se cuidaban los ojos de Principal Guacamayo se desollaron sus ojos, se acabó de quitarle sus metales preciosos. Pero él no podía ya sentirlo; todavía veía cuando lo que le enorgullecía hubo acabado de serle quitado por Maestro Mago. Brujito. Así murió Principal Guacamayo cuando Maestro Mago vino a recuperar su brazo. La que se Torna Invisible, esposa de Principal Guacamayo, murió también. Tal fue el fin de las riquezas de Principal Guacamayo. Fue el médico quien tomó las esmeraldas, las pedrerías, de las cuales, aquí en la tierra, se gloriaba. La abuela Sabia, el abuelo Sabio, hicieron esto. El brazo fue pegado; pegado estuvo bien. Ellos no quisieron obrar así más que para matar a Principal Guacamayo; consideraban como malo que se enorgulleciese. En seguida los dos engendrados caminaron, habiendo ejecutado la Palabra de los Espíritus del Cielo.

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Popol Vuh 06: Dos gemelos contra Principal Guacamayo.


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He aquí el origen de la derrota de Principal Guacamayo por dos engendrados, el primero llamado Maestro Mago, el segundo llamado Brujito; [los dos] eran dioses. A causa del mal que veían en el que se enorgullecía y que él quería hacer a la faz de los Espíritus del Cielo, aquellos engendrados dijeron: "No está bien que pase eso; ese hombre no debe vivir aquí, en la superficie de la Tierra. Trataremos, pues, de tirar con cerbatana contra su comida; tiraremos con cerbatana contra ella, introduciremos en ella una enfermedad que pondrá fin a sus riquezas, a sus jadeitas, a sus metales preciosos, a sus esmeraldas, a sus pedrerías, de las cuales se glorifica como lo harán todos los hombres. Los metales preciosos, no son un motivo de gloria. Que así se haga, pues". [Así] dijeron los dos engendrados, cada uno [con] su cerbatana sobre el hombro.

Pero Principal Guacamayo tenía dos hijos: Sabio Pez-Tierra [era] el primer hijo. Gigante de la Tierra, el segundo hijo. La que se Torna Invisible, [era el nombre de su madre, esposa de Principal Guacamayo. A este Sabio Pez-Tierra [servíanle] de juguetes las grandes montañas Chicak, Hunahpu, Pecul, Yaxcanul, Macamob, Huliznab 30, se cuenta, nombres de las montañas que existieron cuando el alba; nacieron en una noche por [la acción de] Sabio Pez-Tierra. De igual modo por Gigante de la Tierra eran removidas las montañas; por él eran agitadas las montañas pequeñas, las montañas grandes. Los hijos de Principal Guacamayo hacían también de ello una causa de Orgullo: "¡Vosotros! heme aquí, yo el sol", decía Principal Guacamayo. "Yo hice la Tierra", decía Sabio Pez-Tierra. "Yo sacudo al cielo, trastorno a toda la tierra", decía Gigante de la Tierra. Así, después de su padre, los hijos de Principal Guacamayo se atribuían la grandeza. He aquí, pues, el mal que vieron los engendrados. Nuestras primeras madres, nuestros primeros padres no habían sido hechos todavía. Así fue decidida la muerte [de los tres], su pérdida, por los engendrados.

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Popol Vuh 05: La arrogancia de Principal Guacamayo.


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No había, pues, más que una luz confusa en la superficie de la tierra, no había sol. Un [personaje] llamado Principal Guacamayo se enorgullecía. Al principio existieron el cielo, la tierra, pero ocultas [estaban] las faces del sol, de la luna. Él, pues, decía: "En verdad, la posteridad de esos hombres ahogados es extraordinaria; su vida es como [una vida] de Sabios. Yo soy, pues, grande por encima del hombre construido, del hombre formado. Yo el sol, yo la luz, yo la luna. Que así sea. Grande [es] mi luz. Por mí andan, caminan los hombres. Mis ojos, en metales preciosos, resplandecen de gemas, de verdes esmeraldas. Mis dientes brillan en su esmalte como la faz del cielo. Mi nariz resplandece a lo lejos como la luna. De preciosos metales [está hecho] mi sitial con respaldo. La faz de la tierra se ilumina cuando yo avanzo ante mi sitial con respaldo. Así pues, yo soy el sol, yo soy la luna, para la luz de la prole, la luz de los hijos. Así es, porque a lo lejos penetra mi esplendor". [Así] decía Principal Guacamayo, mas en verdad Principal Guacamayo no era el sol, sino que se enorgullecía de sus jadeitas, de sus metales preciosos: pero en realidad su esplendor desaparecía allí adonde él se sentaba, su esplendor no penetraba en todo el cielo. No se veían aún, pues, las faces del sol, de la luna, de las estrellas, aún no había claridad. Así, pues, Principal Guacamayo se alababa como sol, [como] luna; la luz del sol, de la luna, todavía no [se había] mostrado, manifestado; pero él quería sobreponerse en grandeza. Entonces fue cuando ocurrió la inundación a causa de los maniquíes, [muñecos] construidos de madera. Contaremos también cómo murió, fue vencido. Principal Guacamayo [y después], en qué tiempo fue hecho el hombre por Los de la Construcción, Los de la Formación.

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lunes, 20 de abril de 2009

Civilización de Sid Meier.

En el tiempo en que crecieron los computadores personales, y el ascenso de los Hijos de Internet, hubo una era sin parangón en los sueños. Y en medio de ellas, Sid Meier, destinado a recrear el nacimiento y la muerte de las civilizaciones. Y seré yo, Bardomagno, quién habrá de referirles esta saga. ¡Dejadme entonces llevarlos a los días de grande aventura!


Inspirándose estaba Sid Meier en juegos estratégicos para computador, y dióse entonces en pensar uno que pudiera alargarse en el tiempo, uno que transportar al jugador pudiera por los eones de la civilización humana, por la invención de la agricultura principiando, y rematando aquésta épica en la Era del Espacio, en la atrevida empresa de enviar a Alfa Centauri una misión colonizadora. Inspiróse, en el vero origen de la historia, en los precedentes entretenimientos que los juegos "Risk" y "Rail Tycoon" eran. ¡Cuán lejos estaba de sospechar, en qué ímprobos caminos de creatividad ludística habría de sumergirse!


Simple, dentro de su complejidad, la mecánica del juego era. En su turno jugaba el jugador, y venía el turno de las civilizaciones controladas por el computador después. Principiaba con colonos el jugador, y a través de ellos, fundadas habían de ser las ciudades, de guisa tal que por el mapa pudiera expandirse. Centros de producción cada una de las ciudades eran, pudiendo en ellas edificios o unidades construirse. Pocas unidades había que civiles fueran: colonos, diplomáticos y caravaneros había en la primera versión, y aún en versiones sucesivas eliminados fueron estos dos últimos. Estribaba entonces el fuerte de la producción de unidades, en la creación de cada vez más sofisticadas tropas, en primera instancia destinadas a la defensa de las ciudades propias, y a la conquista de las ajenas en última. Produce cada ciudad granos, que a la población abastecen e incrementan, escudos o martillos, que su producción fortalecen, y oro, que la recaudación mejoran. Usase el oro en la compra de unidades o de edificios, o en los pagos a obtener o dar respecto de otras civilizaciones. De terminar el juego tres maneras clásicas existían y existen aún en los días ahora corrientes, las cuales son, a saber: la dominación mundial por la conquista o eliminación de todas las ciudades de otras civilizaciones, el envío de una expedición espacial a Alfa Centauri, y la llegada del año 2100, año este último que a 2050 en versiones sucesivas del juego fue rebajado.


Tenía el Civilization original un aspecto al de un juego de mesa cercano. Era el mapa un conjunto de casilleros cuadrangulares, apenas separadas las aguas de las tierras por el color azul y el color verde, y en rígido paralelismo con los bordes del computador, hemos de añadir, estaba la cuadrícula. Eran cada unidad, en términos de diseño hablando, una ficha que marcaba su filiación con un color, y su significado con un icono. Propia es esta solución estética de los juegos de mesa, mas por la baja velocidad de procesamiento de las computadoras de la época avalada, buen nivel la gráfica tenía para lo que se podía esperar. Y expandiendo más lo dicho, dentro de su espíritu paleocomputacional, interesantes soluciones habían que en un juego vintage lo convertían. Teníamos así a un pixelado científico, mostrándonos que a nuevos desarrollos tecnológicos habíamos arribado, en un pizarrón frente a un mar jónico, en distintos escenarios luego, y en un moderno laboratorio químico rematando. Bien resueltos estaban, igualmente, dentro de su rusticidad, las imágenes de los líderes de otras potencias, destacando a Stalin por sobre Napoleón o Ramsés.


Obteniendo glamoroso éxito el juego, asunto de tiempo era antes de que, espoleados por el incentivo del lucro, en una secuela se pusieran a laborar los creadores, y de tales desvelos nacido fue el Civilization II. Grandemente mejoróse la interfaz gráfica, alterando la perspectiva de la cuadrícula para que como casilleros romboideos pudiéramos verlos. Mas inútil hubiera sido este cambio, de no modificarse el diseño de las unidades, y he aquí que, por primera vez en la saga, en tres dimensiones de apreciarlas teníamos posibilidad. Ganóse en realismo entonces lo que se perdió en vintage. Mas, aunque mejores las soluciones gráficas, tentáronse por introducir mejoras estratégicas, con resultados desiguales. Perdióse jugabilidad y estrategia en el camino. Luminosa idea, hemos de decirlo, introducir el factor de reputación era, pero negáronse en redondo a darle peso decisivo, y por ende, una muy mala reputación podía obtenerse, y aún así tan frescamente el jugador podía quedarse, por lo que muy desaprovechada quedó la idea. Pasada la novedad de la mejora gráfica, no mucho más que el primer Civilization ofrecía el Civilization II.


Luego el Civilization III llegó. Cambióse todo el esquema, y a fe mía puedo deciros que el mejor Civilization III es, de los cuatro a la fecha de este posteo sacados. Mejoróse visiblemente la gráfica, manteniendo la perspectiva isométrica de la versión anterior. Implementóse también de mejor manera todo lo relativo a la reputación, y pronto descubrió a su pesar el jugador acostumbrado del Civilization II a romper tratados, que malhadada idea daba la traición del pacta sunt servanda, convirtiéndose en un paria a nivel internacional. Cosas nuevas también hubo de tener el jugador en sus manos, y por primera vez, peso decisivo tenía la elección de una civilización, por cuanto a cada una de ellas aparejadas iban ciertas características que ventajas especiales le daban. Espectaculares, hemos de decir, eran los resultados jugando, ora con civilizaciones científicas, que permitían bibliotecas y universidades a bajo precio desarrollar y con ello el desarrollo científico impulsar, ora con civilizaciones religiosas, que con sus facilidades para construir templos, fuerte impulso a la cultura le daban. Menos ventajosas, al contrario de lo que parecer podría, eran las civilizaciones militaristas, aunque malas no eran. Pobres eran las civilizaciones comerciales, con tristes mejoras a la recaudación de oro, que de poco servían si no había como invertirlo, y desafío supremo eran las expansionistas, de buen desempeño el juego iniciándolo, pero lastrándose de no imponerse al comienzo. Y sin embargo, lo mejor aún no hemos mencionado, por cuanto, han de saber, inventándose el concepto de cultura, y ligando a ésta el nuevo concepto de frontera, entendiéndose ésta como una esfera de influencia o hegemonía, creció la posibilidad de hacer presión sin necesidad de a mecanismos militares recurrir. Incrementada fue por tanto la estrategia, por cuanto tornóse en otra manera de librar la guerra, el crear cultura. También interesantísimo fue la implementación de un flexible sistema de diplomacia, en que cabía crecer de grandes alianzas, a partir de su forja. Y esto, sumado a un mapa en que recursos habrían de buscarse, si es que desarrollar unidades o comerciar se quería. Inventáronse también nuevas maneras de ganar, incluyendo, además de la victoria por cultura, el peregrino triunfo por diplomacia, en que vos, estimado lector, debéis arreglaros para convencer a otras civilizaciones de que voten por vuestro nombre como Presidente de las Naciones Unidas. De gigante fue, por su parte, el salto en la calidad gráfica de la serie, en que por primera vez veis a Mahatma Gandhi o a Abraham Lincoln moviéndose de manera naturalista. E interesante detalle éste, cambiaron algunos líderes de civilizaciones, todos hombres que eran, por mujeres, y de este modo Cleopatra tomó el lugar de Ramsés, y Juana de Arco el de Napoleón.


Pusiéronse entonces los desarrolladores a sacar un Civilization IV. Mas, en esta ocasión, no puede predicarse que óptimos fueran los resultados. Centráronse particularmente en la parte gráfica, que en la animación 3D avanzó profundamente, mas de lado quedó el desarrollo de nuevos aspectos de jugabilidad. Inteligente detalle fue eliminar la cansina amenaza de contaminación por industrialización y el subsiguiente calentamiento global, y reemplazáronse éstas cosas por un indicador de sanidad, mas se le dieron márgenes un tanto liberales, que impidieron sacar provecho efectivo de este nuevo avance. Más inteligente aún fue permitir la automatización de los obreros, concentrándose todo el juego por tanto en las unidades militares. Reemplazóse el sistema de los puntos de experiencia de las unidades, implementado en Civilization III, por desarrollo de habilidades de cada unidad, mas, engolosinándose en esto, perdióse de vista el valor del desarrollo cultural. Tenían por objetivo todas estas mejoras, potenciar el desarrollo de la guerra, y empeñados como estaban en esto, olvidáronse de que grande beneficio para Civilization III fue haber mejorado la estrategia no impidiendo la guerra, sino encauzándola dentro de un mayor cálculo geopolítico. Siendo entonces mejor la gráfica de Civilization IV, marcó el juego, en cierto modo sea dicho, un retroceso hacia el Civilization II.


Tanto Civilization III como Civilization IV, sets y packs de expansión engendraron. Antaño, amamantados por el sistema de juego por Civilization II implementado, otros juegos surgieron, "Alpha Centauri" incluido, que por temática, como secuela del triunfo por conquista espacial de "Civilization II" fue visto. En conjunto, una perspectiva única de la evolución humana y de la historia de las civilizaciones, este juego ha ofrecido. Y explorar ese legado es, burla burlando, el legado de los juegos de Civilization de Sid Meier.


ALIENTO...

...COSMOLÓGICO. 6 de 7. La Historia de la Humanidad completa. Entera. Incluyendo la conquista del planeta, la construcción de imperios y el desarrollo cosmológico. Y todo a escala planetaria.

...AVENTURERO. 2 de 7. Es un juego netamente de estrategia, para nervios de acero con mucha paciencia. Pueden pasar muchos turnos antes de que sea conveniente declarar una guerra. Le es más fácil ganar este juego a un Maquiavelo que a un Julio César.

...EXÓTICO. 4 de 7. Aunque la Historia humana no sea el colmo del exotismo, poder abarcar desde la Edad de Piedra a la conquista espacial compensa el aroma a rancias polillas incubando en libros de Historia que emana de la ambientación del juego.

...PASIONAL. 2 de 7. Tiene interés. En particular para buenos amigos de la realpolitik. Que también es un tipo de pasión, a final de cuentas.

...MAQUIAVÉLICO. 7 de 7. Hay que ver la de vueltas y revueltas que debe uno darse para declarar una simple guerrita. El fuerte del juego: armar alianzas y usarlas para aplastar a alianzas más débiles.

...TÉTRICO. 3 de 5. Simplemente no hay villanos ni oscuridad. Tener una civilización u otra, más allá de las ventajas tácticas que una u otra puedan tener (en particular en Civilization III), es indiferente desde un punto de vista que pudiéramos calificar del bien o el mal.

...FILOSÓFICO. 7 de 7. La civilización es el lobo de la civilización. Thomas Hobbes estaría más que satisfecho. O la Filosofía del Leviatán hecha juego.

TOTAL: 63 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

viernes, 17 de abril de 2009

Música Magna: "Klendathu Drop" de Basil Poledouris.

Uno de los más grandes compositores de música para cine, sin lugar a dudas, Basil Poledouris es. Por sus manos insignes bandas sonoras han pasado. Suyas son las composiciones para "Conan el Bárbaro", para "La laguna azul", para "RoboCop", y también para "Starship Troopers". Algún día, ¡oh, que los dioses lo permitan!, habremos de hablar de la película y de la novela, pero hasta que tales fastos tengan lugar, he aquí, como mera introducción, el tema "Klendathu Drop" llamado.



Tocan este tema, en el momento de la película en que sobre el planeta Klendathu los marines de la Federación desembarcan, y de bichos la matanza comienza. Disfrutad la épica.

Popol Vuh 04: La primera Humanidad.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL "POPOL VUH".

En seguida [llegó] el fin, la pérdida, la destrucción, la muerte de aquellos maniquíes, [muñecos] construidos de madera. Entonces fue hinchada la inundación por los Espíritus del Cielo, una «gran inundación fue hecha: llegó por encima de las cabezas de aquellos maniquíes, [muñecos] construidos de madera. El tzité [fue la] carne del hombre: pero cuando por los Constructores, los Formadores?, fue labrada la mujer, el sasafrás [fue la] carne de la mujer. Esto entró en ellos por la voluntad de los Constructores de los Formadores. Pero no pensaban, no hablaban ante los de la Construcción. Los de la Formación, sus Hacedores, sus Vivificadores. Y su muerte fue esto: fueron sumergidos; vino la inundación, vino del cielo una abundante resina. El llamado Cavador de Rostros vino a arrancarles los ojos: Murciélago de la Muerte, vino a cortarles la cabeza: Brujo-Pavo vino a comer su carne: Brujo-Búho vino a triturar, a romper sus huesos, sus nervios: fueron triturados, fueron pulverizados, en castigo de sus rostros, porque no habían pensado ante sus Madres, ante sus Padres, los Espíritus del Cielo llamados Maestros Gigantes. A causa de esto se oscureció la faz de la tierra, comenzó la lluvia tenebrosa, lluvia de día, lluvia de noche. Los animales pequeños, los animales grandes, llegaron: la madera, la piedra, manifestaron sus rostros 21. Sus piedras de moler [metales], sus vajillas de barro, sus escudillas, sus ollas, sus perros, sus pavos, todos hablaron; todos, tantos cuantos había, manifestaron sus rostros. "Nos hicisteis daño, nos comisteis; os toca el turno; seréis sacrificados", les dijeron sus perros, sus pavos. Y he aquí [lo que les dijeron] sus piedras de moler: "Teníamos cotidianamente queja de vosotros; cotidianamente, por la noche, al alba, siempre: «Descorteza, descorteza, rasga, rasga» sobre nuestras faces, por vosotros. He aquí, para comenzar, nuestro cargo a vuestra faz. Ahora que habéis cesado de ser hombres, probaréis nuestras fuerzas: amasaremos, morderemos, vuestra carne", les dijeron sus piedras de moler, Y he aquí que hablando a su vez, sus perros les dijeron: "¿Por qué no nos dabais nuestro alimento? Desde que éramos visto?, nos perseguíais, nos echabais fuera: vuestro instrumento para golpearnos estaba listo mientras comíais. Entonces vosotros hablabais bien, nosotros no hablábamos. Sin ello no os mataríamos ahora. ¿Cómo no razonabais? ¿Cómo no pensabais en vosotros mismos? Somos nosotros quienes os borraremos [de la haz de la tierra] ; ahora sufriréis los huesos de nuestras bocas, os comeremos": [así] les dijeron sus perros, mostrando "sus rostros. Y he aquí que a su vez sus ollas, sus vajillas de barro, les hablaron: "Daño, dolor, nos hicisteis, carbonizando nuestras bocas, carbonizando nuestras faces, poniéndonos siempre ante el fuego. Nos quemabais sin que nosotros pensáramos mal; vosotros lo sufriréis a vuestro turno, os quemaremos", dijeron todas las ollas, manifestando sus faces. De igual manera las piedras del hogar encendieron fuertemente el fuego puesto cerca de sus cabezas, les hicieron daño. Empujándose [los hombres] corrieron, llenos de desesperación. Quisieron subir a sus mansiones, pero cayéndose, sus mansiones les hicieron caer. Quisieron subir a los árboles; los árboles los sacudieron a lo lejos. Quisieron entrar en los agujeros, pero los agujeros despreciaron a sus rostros. Tal fue la ruina de aquellos hombres construidos, de aquellos hombres formados, hombres para ser destruidos, hombres para ser aniquilados; sus bocas, sus rostros, fueron todos destruidos, aniquilados. Se dice que su posteridad [son] esos monos que viven actualmente en las selvas; éstos fueron su posteridad porque sólo madera había sido puesta en su carne por los Constructores, los Formadores. Por eso se parece al hombre ese mono, posteridad de una generación de hombres construidos, de hombres formados, pero [que sólo eran] maniquíes, [muñecos] construidos de madera.

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INDICE COMPLETO DEL "POPOL VUH".

Popol Vuh 03: Los dioses crean a los animales.


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En seguida fecundaron a los animales de las montañas, guardianes de todas las selvas, los seres de las montañas: venados, pájaros, pumas, jaguares, serpientes, víboras, [serpientes] ganti, guardianes de los bejucos. Entonces los Procreadores, los Engendradores, dijeron: "¿No habrá más que silencio, inmovilidad, al pie de los árboles, de los bejucos? Bueno es, pues, que haya guardianes"; así dijeron, fecundando, hablando. Al instante nacieron los venados, los pájaros. Entonces dieron sus moradas a los venados, a los pájaros. "Tú, venado, sobre el camino de los arroyos, en las barrancas, dormirás; aquí vivirás, en las hierbas, en las malezas; en las selvas, fecundarás; sobre cuatro pies irás, vivirás". Fue hecho como fue dicho. Entonces fueron también [dadas] las moradas de los pajarillos, de los grandes pájaros. "Pájaros, anidaréis sobre los árboles, sobre los bejucos moraréis; engendraréis, os multiplicaréis sobre las ramas de los árboles, sobre las ramas de los bejucos". Así fue dicho a los venados, a los pájaros, para que hiciesen lo que debían hacer; todos tomaron sus dormitorios, sus moradas. Así los Procreadores, los Engendradores, dieron sus casas a los animales de la tierra. Estando pues todos terminados, venados, pájaros, les fue dicho a los venados, a los pájaros, por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los Engendradores: "Hablad, gritad; podéis gorjear, gritar. Que cada uno haga oír su lenguaje según su clan, según su manera". Así fue dicho a los venados, pájaros, pumas, jaguares, serpientes. "En adelante decid nuestros nombres, alabadnos, a nosotros vuestras madres, a nosotros vuestros padres. En adelante llamad a Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del relámpago, Espíritus del Cielo, Espíritus de la Tierra, Constructores. Formadores, Procreadores. Engendradores. Habladnos, invocadnos, adoradnos", se les dijo. Pero no pudieron hablar como hombres: solamente cacarearon, solamente mugieron, solamente graznaron; no se manifestó [ninguna] forma de lenguaje, hablando cada uno diferentemente. Cuando los Constructores, los Formadores, oyeron sus palabras impotentes, se dijeron unos a otros: "No han podido decir nuestros nombres, de nosotros los Constructores, los Formadores". "No está bien", se respondieron unos a otros los Procreadores, los Engendradores, y dijeron: "He aquí que seréis cambiados porque no habéis podido hablar. Cambiaremos nuestra Palabra. Vuestro sustento, vuestra alimentación, vuestros dormitorios, vuestras moradas, los tendréis: serán las barrancas, las selvas. Nuestra adoración es imperfecta si vosotros no nos invocáis. ¿Habrá, podrá haber adoración, obediencia, en los [seres] que haremos? Vosotros recibiréis vuestro fardo: vuestra carne será molida entre los dientes; que así sea, que tal sea vuestro fardo". Así les fue entonces dicho, ordenado, a los animalitos, a los grandes animales de la superficie de la tierra; pero éstos quisieron probar su suerte, quisieron tentar la prueba, quisieron probar la adoración, mas no entendiendo de ningún modo el lenguaje unos de otros, no se comprendieron, no pudieron hacer nada.

Tal fue, pues, el fardo de su carne; así el fardo de ser comidos, de ser matados, fue [impuesto] aquí sobre todos los animales de la superficie de la tierra. En seguida fueron ensayados seres construidos, seres formados, por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los Engendradores. "Que se pruebe todavía. Ya se acerca la germinación, el alba. Hagamos a nuestros sostenes, a nuestros nutridores. ¿Cómo ser invocados, conmemorados, en la superficie de la tierra? [Ya] hemos ensayado con nuestra primera construcción, nuestra formación, sin que por ella pueda hacerse nuestra adoración, nuestra manifestación. Probemos, pues, a hacer obedientes, respetuosos sostenes, nutridores", dijeron. Entonces fue la construcción, la formación.

De tierra hicieron la carne. Vieron que aquello no estaba bien, sino que se caía, se amontonaba, se ablandaba, se mojaba, se cambiaba en tierra, se fundía; la cabeza no se movía; el rostro [quedábase vuelto] a un solo lado; la vista estaba velada; no podían mirar detrás de ellos; al principio hablaron, pero sin sensatez. En seguida, aquello se licuó, no se sostuvo en pie. Entonces los Constructores, los Formadores, dijeron otra vez: "Mientras más se trabaja, menos puede él andar y engendrar". "Que se celebre, pues, consejo sobre eso", dijeron. Al instante deshicieron, destruyeron una vez más, su construcción, su formación, y después dijeron: "¿Cómo haremos para que nos nazcan adoradores, invocadores?" Celebrando consejo de nuevo, dijeron entonces: "Digamos a Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día: «Probad de nuevo la suerte, su formación»". Así se dijeron unos a otros los Constructores, los Formadores, y hablaron a Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. En seguida, el discurso dicho a aquellos augures, a la Abuela del Día, a la Abuela del Alba por los Constructores, los Formadores; he aquí sus nombres: Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Y los Maestros Gigantes hablaron, así como los Dominadores, los Poderosos del Cielo. Dijeron entonces a Los de la Suerte, los de [su] Formación, a los augures: "Es tiempo de concertarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre construido, de nuestro hombre formado, como nuestro sostén, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador. Comenzad, pues, las Palabras [Mágicas], Abuela, Abuelo, nuestra abuela, nuestro abuelo, Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Haced pues que haya germinación, que haya alba, que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos conmemorados, por el hombre construido, el hombre formado, el hombre maniquí, el hombre moldeado. Haced que así sea. Declarad vuestros nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día, Pareja Procreadora, Pareja Engendradora, Gran Cerdo del Alba, Gran Tapir del Alba. Los de las Esmeraldas. Los de las Gemas, Los del Punzón, Los de las Tablas, Los de la Verde Jadeita, Los de la Verde Copa, Los de la Resina, Los de los Trabajos Artísticos, Abuela del Día, Abuela del Alba. Sed llamados así por nuestros construidos, nuestros formados. Haced vuestros encantamientos por vuestro maíz, por vuestro tzité. ¿Se hará, acontecerá, que esculpamos en madera su boca, su rostro?" Así fue dicho a los de la Suerte. Entonces [se efectuó] el lanzamiento [de los granos], la predicción del encantamiento por el maíz, el tzité. "Suerte, fórmate", dijeron entonces una abuela, un abuelo. Ahora bien, este abuelo era El del Tzité, llamado Antiguo Secreto; esta abuela era La de la Suerte, la de [su] formación, llamada Antigua Ocultadora con Gigante Abertura. Cuando se decidió la suerte, se habló así: "Tiempo es de concertarse. Hablad; que oigamos y que hablemos, digamos, si es preciso que la madera sea labrada, sea esculpida por Los de la Construcción, Los de la Formación, si ella será el sostén, el nutridor, cuando se haga la germinación, el alba". "Oh maíz, oh tzité, oh suerte, oh [su] formación, asios, ajustaos", fue dicho al maíz, al tzité, a la suerte, a [su] formación. "Venid a picar ahí, oh Espíritus del Cielo. No hagáis bajar la boca, la faz de los Dominadores, de los Poderosos del Cielo", dijeron. Entonces dijeron la cosa recta: "Que así sean, así, vuestros maniquíes, los [muñecos] construidos de madera, hablando, charlando en la superficie de la tierra". —"Que así sea", se respondió a sus palabras. Al instante fueron hechos los maniquíes, los [muñecos] construidos de madera; los hombres se produjeron, los hombres hablaron; existió la humanidad en la superficie de la tierra. Vivieron, engendraron, hicieron hijas, hicieron hijos, aquellos maniquíes, aquellos [muñecos] construidos de madera. No tenían ni ingenio ni sabiduría, ningún recuerdo de sus Constructores, de sus Formadores; andaban, caminaban sin objeto. No se acordaban de los Espíritus del Cielo; por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente una tentativa de humanidad. Al principio hablaron, pero sus rostros se desecaron; sus pies, sus manos, [eran] sin consistencia; ni sangre, ni humores, ni humedad, ni grasa; mejillas desecadas [eran] sus rostros; secos sus pies, sus manos; comprimida su carne. Por tanto [no había] ninguna sabiduría en sus cabezas, ante sus Constructores, sus Formadores, sus Procreadores, sus Animadores. Éstos fueron los primeros hombres que existieron en la superficie de la tierra.

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INDICE DEL "POPOL VUH".

martes, 14 de abril de 2009

La Ilíada.

¡Canta, oh musa, los esfuerzos de Bardomagno para loar y ensalzar este clásico imperecedero de la literatura universal! Esfuerzos por los que tantos minutos se marcharon al infierno y tantas teclas fueron desgastadas -¡cumplíase la voluntad de Zeus! Canta, así, que un día, hace aproximadamente 2800 o 2900 años, un aedo, esto es, un colega bardo de la Antigua Grecia, vagó ciego y errante por las planicies costeras de Jonia, acariciado su rostro por la brisa del Mar Egeo, recitando las hazañas y fastos de Aquiles, el Pélida, más poderoso de los guerreros aqueos. De dicho bardo, que por el nombre de Homero era conocido, la Historia nada ha querido legarnos. Mas colmado ha la leyenda tales valles y nos ha referido que siete ciudades helénicas disputábanse la gloria de su nacimiento, y que en la posteridad, su nombre respetado era como la Biblia de los antiguos griegos.


Mas, basta de charla sobre este rapsoda, que hemos de hablar de una de sus obras capitales, la Ilíada, siendo la otra, por milagroso portento de creatividad, la también titánica Odisea. Principia la Ilíada, que es el canto de Ilión, por el cual Troya es también conocida, en el año noveno del asedio emprendido por los aqueos en su contra. Ha perpetrado en contra de Menelao, el rey de Argos, el cobarde Paris, príncipe de Troya, un atentado contra las leyes de la hospitalidad, seduciendo y raptando a la casquivana Helena, a causa de cuya belleza tantas naciones se enfrentaron y tantos hombres murieron. Nueve largos años han pasado, y he aquí que, por obra de los ruegos de Crises, sacerdote de Apolo que llora con desconsuelo el secuestro de su hija por los invasores, el Divino Apolo toma su carcaj y suelta las flechas de la peste sobre el campamento de los aqueos. El adivino Calcas escruta la voluntad de los dioses con sus hechicerías, y he aquí que, descubriendo la causa del mal, informa a Agamenón, hermano de Menelao, que debe restituir a Criseida, la hija de Crises, que como botín de batalla está en su poder. Mas Agamenón, preocupado por su reputación, se niega a tales requerimientos. Estando en tal lance es que Aquiles, de los guerreros aqueos el más poderoso, tiene el atrevimiento de enrostrarle a Agamenón su poca preocupación por los hombres de la liga de ciudades que él comanda. Agamenón resuelve, sermoneado por Aquiles, que Criseida será devuelta a su padre Crises, mas, siendo él comandante supremo de los aqueos, es indigno de su rango quedarse sin botín, arrebatando entonces por fuerza a Briseida, doncella que parte del botín de Aquiles era. Afrentado éste, a punto de irse a las manos e incluso matar a Agamenón está, mas, llamado a la cordura por Atenea, la diosa griega de la razón, que a favor de los aqueos obra, se resuelve Aquiles a no levantar más las manos para ayudar a sus compañeros, dejando a éstos en duro trance, el de luchar sin la ayuda del más poderoso campeón de su causa.


Luego de esta escena, en la cual toda su maestría ha depositado Homero describiéndonos los pensamientos y deseos de Aquiles y Agamenón, nos transporta el rapsoda hasta el Olimpo, lugar en donde Zeus, el Crónida, el Monarca de los Dioses, guía como una mano invisible los hilos de los sucesos. Ante él los dioses interceden, tanto aquellos quienes apoyan a los troyanos, como aquellos quienes con los aqueos son. Mas la voluntad de Zeus se muestra inflexible. Serán respetados los deseos de Aquiles, que ha sido injustamente afrentado, aunque esto signifique la ruina de los aqueos, y en contra de todos los oráculos que han predicho, una y otra vez, que condenada está la ciudad de Troya.


Reanúdanse las hostilidades, y Aquiles, cumpliendo su promesa, herido en su orgullo, y en defensa de su honor, se abstiene de hacer valer su diestra mano y su acerada espada en la contienda. Grandes estragos le son así infligidos por los troyanos a los aqueos. En particular destaca por el lado troyano su más grande campeón, Héctor, responsable padre de Astiánax y amante esposo de la trágica Andrómaca, contendiendo con sus dudas interiores sobre la esperanza de la causa troyana, mas siempre firme y sereno luchando por sus compañeros, y manteniendo a raya a los poderosos aqueos.

Se suceden los lances, uno tras otro, y los troyanos vencen en repetidas ocasiones. Va y viene la marea de la guerra, y aun consiguen los troyanos dar vuelco a la situación, amenazando por poco el incendio de las naves, grande fatalidad que significado les hubiera a los aqueos el quedar acorralados en territorio enemigo. Ruegan entonces, en la hora funesta, a través de una embajada del anciano y sabio Néstor, y el sagaz y marrullero Odiseo, que Aquiles regrese a la contienda, obrando todos ellos en nombre de Agamenón, quien, contrito, promete no sólo que a Briseida ha de restituir, sino portentosas riquezas y honores también. Mas éste, empecinado en su parecer, despide a sus amigos sin hacer caso de sus desesperados ruegos. Meditado ha Aquiles, en la antigua profecía que le asegura corta y gloriosa vida, y resuelve que no ha de acortarla en batalla, si de la gloria han de privarle por las agañanzas de un rey injusto. A partir de aquí, Aquiles ha entrado en la zona sombría de la existencia, y ha caído presa de la peor de las oscuridades, aquella que viene del interior de los hombres, ciego a la necesidad de sus camaradas de armas, indigno de las devociones de éstos, insensible a su deber fraterno con sus compañeros. Y la tragedia, nos transporta Homero su aroma, empieza a mostrar sus fríos dientes.


Patroclo, el joven escudero de Aquiles, se compadece de sus compañeros, y le hace a éste una solicitud especial: que le deje portar en batalla su armadura, su escudo y su espada. Creyendo los aqueos que Aquiles vuelve a la batalla, razona Patroclo, cobrarían éstos nuevos bríos, y grande sería entonces la marea aquea que rompería contra las murallas troyanas. No sin temores que nublan su ánimo, el poderoso Aquiles accede a los ruegos de su bienamado Patroclo. Ejecuta éste su plan, la mano presta en la espada, el escudo firme en el brazo, la armadura poderosa en su cuerpo, y a la batalla parte, a encontrar su destino.

Reanimados en su creencia de que el broncíneo brazo de Aquiles nuevamente descarga su poderosa espada sobre los troyanos, cobran éstos nuevas fuerzas. Mas Héctor, desesperado por evitar la derrota de los troyanos, toma una decisión final. Aquiles, razona Héctor en medio de la batalla, ha de ser detenido por cualquier medio: es necesario que perezca Aquiles en batalla, y con dicho perecimiento, sálvase la Troya entera. En el campo de batalla encuentra Héctor a Patroclo, creyéndole Aquiles, y con el denuedo de la desesperación, le combate. Incapaz Patroclo de medirse con el más poderoso de los troyanos, cae pronto atravesado en batalla, su ímpetu juvenil detenido, su tierna vida cercenada. Entáblase entonces salvaje batalla sobre los despojos mortales de Patroclo, por cuanto disputábanse aqueos y troyanos la armadura de Aquiles, el más precioso de los trofeos de aquella guerra que a tantos y señalados héroes arrojó al Hades.


Entérase Aquiles de la muerte de Patroclo, y no hay freno para su ira y amargura. Lleno de furia, invoca Aquiles a Tetis, la diosa marina, su madre, para que venga en su auxilio. Consuélale Tetis, pero Aquiles ya ha dado vuelta en su torva determinación. Embárgale la ira, y por ella, al matador de su amigo encontrará en batalla y dará cruel e inexorable muerte. Ruégale Tetis a Hefaistos, el herrero de los dioses, la confección de una nueva y reluciente armadura, además del más exquisito de los escudos. Sale por su parte Aquiles al exterior de su tienda, con grandes voces alentando a sus compañeros aqueos, y éstos, reanimados viendo a Aquiles, revestido éste por los colores brillantes que Atenea descarga a su alrededor, creyéndole revestido aún de recia armadura, vuelven a la carga contra los troyanos. Reconcíliase Aquiles con Agamenón, y juntos, el poderoso rey y el grandioso guerrero emprenderán nueva lid contra los troyanos. Tetis, por su parte, ha hecho llegar a su hijo Aquiles la armadura tan necesaria, obratanto más soberbia por ser forja no de hombres, sino de dioses.


Antes de ir a la batalla, confiérele Hera el don de la palabra a sus caballos. Recuérdanle los fieles corceles a Aquiles entonces la profecía funesta, según la cual ha de morir en la batalla, después de corta y gloriosa vida. Mas Aquiles, que de madera superior a los seres corrientes está confeccionado, se ha determinado a ganar la gloria inmortal que proporcionan los combates. Arrecia en la batalla, recto hacia Héctor, el matador de su amigo, mientras éste, descubriendo que toda la ira de Aquiles se ha volcado como un vaso de ajenjo sobre él, presto se mantiene para defender a su ciudad contra el semidiós. Ruégale Príamo, rey de los troyanos y padre de Héctor, e implórale Hécuba, la reina y su madre, y desespérase la frágil Andrómaca, viendo a Héctor esperando por Aquiles y quedándose afuera para que sus compañeros puedan entrar a la protección de los muros troyanos, pero es en vano. Héctor y Aquiles se miden una última vez, y entablan el duelo decisivo, aquél por el cual quedará determinado para siempre cuál de los dos guerreros es el más grande de la Historia. Luchan cada uno con denuedo, lleno de desesperación Héctor, ebrio de venganza Aquiles. Hasta que finalmente el semidiós se impone al hombre: un golpe final, y el alma de Héctor al Hades baja llorando, porque ha abandonado un cuerpo joven y hermoso. Lloran los troyanos en la hora funesta que su mejor guerrero ha caído, gimen los reyes porque su príncipe ha fallecido, se desmaya Andrómaca porque su marido ha sido muerto. Ahíto de venganza, cae entonces Aquiles en la infamia, perfora los talones de Héctor, y se pasea triunfal alrededor de las murallas troyanas exhibiendo su botín, llevándoselo al campamento.


Celébranse las exequias fúnebres de Patroclo, mientras que el cadáver de Héctor permanece insepulto, por voluntad de Aquiles, para deshonrar su memoria y privar del descanso eterno a su espíritu. Mas los dioses ahuyentan a los perros, para que el cadáver de Héctor permanezca incorrupto. Pide entonces el rey Príamo una tregua, y con la ayuda del dios Hermes, el de los pies alados, viaja al campamento de Aquiles. Y se impone en Príamo, el poderoso monarca de Troya, el padre al rey, y se dobla delante de Aquiles, el matador de su gallardo hijo y de tantos otros varones a quiénes él previamente había dado el ser, abrazándole las rodillas y besando las manos llenas de la sangre de su prole. Lleno de compasión por el pobre viejo, reconociendo en el dolor del anciano por Héctor, su propio dolor por Patroclo, resuélvese Aquiles y conversa con éste afectuosamente, ofreciéndole una tregua. Regresa entonces Príamo el cadáver de Héctor a la patria, y así recibe sus funerales Héctor, el domador de caballos.


Refiérenos así Homero la cólera de Aquiles, que tan funesta fue no sólo para la causa de los aqueos, sino para sí mismo. Mas, al final del sufrimiento, encontrando Aquiles la sabiduría, termina transfigurado en alguien distinto y superior, en un verdadero héroe. De este modo es que transformóse la Ilíada en texto de cabecera de tantos y tan señalados griegos del pasado, y aún citábanse unos a otros fragmentos y versos de la Ilíada, así como de la Odisea, como perlas de inenarrable sabiduría.

ALIENTO...

...COSMOLÓGICO. 6 de 7. Es el mundo de los dioses griegos, los mejores que ha inventado la Humanidad. Y aparecen luchando a cada lado de la contienda.

...AVENTURERO. 5 de 7. La obra entera es casi por completo peleas y sangre. Y muere mucha gente. Además, tanto Héctor como Aquiles, además de poderosos, son simpáticos, así es que su duelo final es uno de los más desgarradores que se ha escrito nunca.

...EXÓTICO. 5 de 7. Un mundo de espadas y sandalias en la Edad del Bronce. Podrá opinarse que no es lo más exótico del mundo, pero las descripciones literarias compensan sobradamente lo muchas veces visto del escenario ("la aurora de dedos rosados", "cayó abatido como un roble herido por un rayo"...).

...MAQUIAVÉLICO. 3 de 7. No demasiada intriga aquí. Se van a la guerra por una mujer ligera de cascos. Puaj.

...PASIONAL. 6 de 7. Aquiles se pasa la epopeya por completo furioso. Y cada guerrero lucha hasta la extenuación por su causa.

...TÉTRICO. 6 de 7. En realidad no se puede aseverar que haya grandes fuerzas malignas en la Ilíada, pero Aquiles debe afrontar el peor demonio posible: el demonio interior.

...FILOSÓFICO. 7 de 7. Uno de los más profundos manuales filosóficos de todos los tiempos. Y de la Filosofía que interesa, allí donde ruge la espada, nada de tonterías teóricas dictadas desde la cátedra.

TOTAL: 78 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

domingo, 12 de abril de 2009

Popol Vuh: Indice completo.

¡He aquí, el índice del "Popol Vuh"! Mas, tened paciencia, aún faltan capítulos para terminar la publicación.

Capítulo 01: Invocación inicial.
Capítulo 02: Los dioses ordenan el universo.
Capítulo 03: Los dioses crean a los animales.
Capítulo 04: La primera Humanidad.
Capítulo 05: La arrogancia de Principal Guacamayo.
Capítulo 06: Dos gemelos contra Principal Guacamayo.
Capítulo 07: La derrota de Principal Guacamayo.
Capítulo 08: El agujero y los cuatrocientos.
Capítulo 09: La derrota del primer hijo de Principal Guacamayo.
Capítulo 10: La derrota del segundo hijo de Principal Guacamayo.
Capítulo 11: La ira de Xibalbá.
Capítulo 12: La trampa de Xibalbá.
Capítulo 13: Los frutos del árbol milagroso.
Capítulo 14: Los avatares de una madre virgen.
Capítulo 15: Primeras peripecias de los hijos del árbol.
Capítulo 16: El legado de quienes murieron en Xibalbá.
Capítulo 17: La nueva llamada de Xibalbá.
Capítulo 18: Comienza el enfrentamiento contra Xibalbá.
Capítulo 19: El juego de pelota en Xibalbá.
Capítulo 20: Las Mansiones de Xibalbá.

BUSCAR OTROS TEXTOS MAGNOS EN EL MAGNOVERSO.

TEXTOS MAGNOS.

Estos son todos los textos literarios subidos arriba de Magnoverso. Los hemos subido simplemente porque son... ¡¡¡EPICOS!!! Buscadlos por el apellido del autor, salvo que anónimo haya llegado hasta nosotros, de guisa tal que a estos últimos por nombre habréis de buscarlos.

● La "Batracomiomaquia", un relato griego antiguo que parodia a Homero.

● Rubén Darío: "A Colón", poema sobre lo siniestro de la épica hispánica en América.

● Lord Dunsany: "Chu-Bu y Sheemish", historia de dos dioses cascarrabias enfrentados el uno con el otro.

● Lafcadio Hearn: "En una estación de ferrocarril", sobre un asesino japonés y el hijo de su víctima, enfrentados cara a cara.

● Frank Herbert: "Letanía contra el miedo". Extraído de la novela "Dune".

● Robert E. Howard: "Los espejos de Tuzun Thune", un cuento del ciclo del Rey Kull de Atlantis.

● Edgar Allan Poe: "El cuervo", el terrible poema sobre la añoranza imposible.

● "Popol Vuh". He aquí, el libro clásico y épico de la literatura maya, en la traducción de J. M. González de Mendoza y Miguel Angel Asturias, dirigidos por Georges Raynaud. Mas, aun no completo está: posteando iremos nuevos episodios, así es que... ¡tened paciencia! Indice completo del "Popol Vuh".

● Romancero: "Romance del juramento que tomó el Cid al rey don Alfonso". Variante del tema épico español de don Alfonso siendo juramentado por el Cid, de que no ha tomado parte en la muerte del hermano del monarca.

● Percy Bysshe Shelley: "Ozymandias", el mítico poema sobre la ruina de los poderosos.

● Voltaire: "Micromegas", la primera historia escrita sobre un visitante extraterrestre en la Tierra.

Popol Vuh 02: Los dioses ordenan el universo.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL "POPOL VUH".

Este libro es el primer libro, pintado antaño, pero su faz está oculta [hoy] al que ve, al pensador. Grande era la exposición, la historia de cuando se acabaron de medir todos los ángulos del cielo, de la tierra, la cuadrangulación, su medida, la medida de las líneas, en el cielo, en la tierra, en los cuatro ángulos, de los cuatro rincones, tal como había sido dicho por los Constructores, los Formadores, las Madres, los Padres de la vida, de la existencia, los de la Respiración, los de las Palpitaciones, los que engendran, los que piensan. Luz de las tribus, Luz de los hijos, Luz de la prole, Pensadores y Sabios, [acerca de] todo lo que está en el cielo, en la tierra, en los lagos, en el mar. He aquí el relato de cómo todo estaba en suspenso, todo tranquilo, todo inmóvil, todo apacible, todo silencioso, todo vacío, en el cielo, en la tierra. He aquí la primera historia, la primera descripción. No había un solo hombre, un solo animal, pájaro, pez, cangrejo, madera, piedra, caverna, barranca, hierba, selva. Sólo el cielo existía. La faz de la tierra no aparecía; sólo existían la mar limitada, todo el espacio del cielo. No había nada reunido, junto. Todo era invisible, todo estaba inmóvil en el cielo. No existía nada edificado. Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila, sola, limitada. Nada existía. Solamente la inmovilidad, el silencio, en las tinieblas, en la noche. Sólo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores, estaban sobre el agua, luz esparcida. [Sus símbolos] estaban envueltos en las plumas, las verdes; sus nombres [gráficos] eran, pues, Serpientes Emplumadas. Son grandes Sabios. Así es el cielo, [así] son también los Espíritus del Cielo; tales son, cuéntase, los nombres de los dioses.

Entonces vino la Palabra; vino aquí de los Dominadores, de los Poderosos del Cielo, en las tinieblas, en la noche: fue dicha por los Dominadores, los Poderosos del Cielo; hablaron: entonces celebraron consejo, entonces pensaron, se comprendieron, unieron sus palabras, sus sabidurías. Entonces se mostraron, meditaron, en el momento del alba; decidieron [construir] al hombre, mientras celebraban consejo sobre la producción, la existencia, de los árboles, de los bejucos, la producción de la vida, de la existencia, en las tinieblas, en la noche, por los Espíritus del Cielo llamados Maestros Gigantes. Maestro Gigante Relámpago es el primero. Huelia del Relámpago es el segundo. Esplendor del Relámpago es el tercero: estos tres son los Espíritus del Cielo. Entonces se reunieron con ellos los Dominadores, los Poderosos del Cielo. Entonces celebraron consejo sobre el alba de la vida, cómo se haría la germinación, cómo se haría el alba, quién sostendría, nutriría 11. "Que eso sea. Fecundaos. Que esta agua parta, se vacíe. Que la tierra nazca, se afirme", dijeron. "Que la germinación se haga, que el alba se haga en el cielo, en la tierra, porque [no tendremos] ni adoración ni manifestación por nuestros construidos, nuestros formados, hasta que nazca el hombre construido, el hombre formado": así hablaron, por lo cual nació la tierra Tal fue en verdad el nacimiento de la tierra existente. "Tierra", dijeron y en seguida nació. Solamente una niebla, solamente una nube [fue] el nacimiento de la materia. Entonces salieron del agua las montañas: al instante salieron las grandes montañas. Solamente por Ciencia Mágica, por el Poder Mágico, fue hecho lo que había sido decidido [concerniente a] los mentes, [a] las llanuras; en seguida nacieron simultáneamente en la superficie de la tierra los cipresales, los pinares.

Y los Poderosos del Cielo se regocijaron así: "Sed los bienvenidos, oh Espíritus del Cielo, oh Maestro Gigante [Relámpago], oh Huella del Relámpago, oh Esplendor del Relámpago". "Que se acabe nuestra construcción, nuestra formación", fue respondido. Primero nacieron la tierra, los montes, las llanuras; se pusieron en camino las aguas; los arroyos caminaron entre los montes; así tuvo lugar la puesta en marcha de las aguas cuando aparecieron las grandes montañas. Así fue el nacimiento de la tierra cuando nació por [orden] de los Espíritus del Cielo, de los Espíritus de la Tierra, pues así se llaman los que primero fecundaron, estando el cielo en suspenso, estando la tierra en suspenso en el agua; así fue fecundada cuando ellos la fecundaron: entonces su conclusión, su composición, fueron meditadas por ellos.

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INDICE DEL "POPOL VUH".

Popul Vuh 01: Invocación inicial.


Aquí comenzaremos la antigua historia llamada Quiché. Aquí escribiremos, comenzaremos el antiguo relato del principio, del origen, de todo lo que hicieron en la ciudad Quiché los hombres de las tribus Quiché. Aquí recogeremos la declaración, la manifestación, la aclaración de lo que estaba escondido, de lo que fue iluminado por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los Engendradores; sus nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día [Gran Cerdo del Alba], Gran Tapir del Alba, Dominadores, Poderosos del Cielo, Espíritus de los Lagos, Espíritus del Mar, Los de la Verde Jadeita, Los de la Verde Copa; así decíase. Rogábase con ellos, invocábase con ellos, a los llamados Abuela, Abuelo, Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Guarda Secreto, Ocultadora, Abuela [que forma parte] de la Pareja [Mágica de Abuelos], Abuelo de la [misma] Pareja. Así está dicho en la historia Quiché todo lo que ellos dijeron, lo que ellos hicieron, en el alba de la vida, en el alba de la historia. Pintaremos [lo que pasó] antes de la Palabra de Dios, antes del Cristianismo: lo reproduciremos porque no se tiene [ya más] la visión del Libro del Consejo, la visión del alba de la llegada de ultramar, de nuestra [vida en la] sombra, la visión del alba de la vida, como se dice.

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INDICE DEL "POPOL VUH".

MÚSICA MAGNA.

Porque no sólo de textos literarios épicos, sino de toda la magna música que dado nos ha el Señor, he aquí la compilación de temas que en la sección de Música Magna hemos posteado. Disfrutadlos.

● Alastis: "The Sign" (tema del disco "Unity").

● John Barry: "Capsule in Space" (tema de la banda sonora de la película "Sólo se vive dos veces").

● Eyes of Eden: "Heaven Sent" (tema del disco "Faith").

● Andrew Lloyd Weber: "The Phantom of the Opera" (versión por Gerard Butler y Emmy Rossum, de la película "El Fantasma de la Opera" del 2004).

● Ennio Morricone: Tema principal de "Marco Polo".

● Madredeus: "Os Senhores da Guerra".

● Nightwish: "Ghost Love Score" (tema del disco "Once").

● Basil Poledouris: "Klendathu Drop" (tema de la banda sonora de la película "Starship Troopers").

● Sergei Prokofiev: La Marcha de "El amor de las Tres Naranjas".

● Queen: "Princes of the Universe" (tema principal de "Highlander").

● Samael: "Suspended Time" (del disco "Solar Soul").

● Richa Sharma y Bonnie Chakraborty: "Rasiya" (tema de la película "El principio: La balada de Mangal Pandey").

● Sirenia: "Meridian" (tema del disco "At Sixes and Sevens").

● Mark Snow: "Materia Primoris: The X-Files Theme".

● Yoko Takahashi: "A Cruel Angel's Thesis" (tema central de "Neon Genesis Evangelion").

● Therion: "Kali Yuga" (tema del disco "Sirius B").

● Tristania: "Mercyside" (tema del disco "Illumination").

● Marcus Viana: "Sagrado Coração da Terra" (tema central de "Pantanal").

● Xandria: "Black & Silver".

jueves, 9 de abril de 2009

LA ESCALA MAGNUS: QUÉ TAN ÉPICO ES LO POSTEADO EN EL MAGNOVERSO.

100 PUNTOS: En este punto de la Escala Magnus está lo Extasiante. Más abajo viene lo Asombroso.

100 Puntos:
Magnoverso.

85,7 PUNTOS: Hasta acá llega lo Asombroso. Más abajo empieza lo Convincente.

78 Puntos:
La Ilíada.

71,4 PUNTOS: Hasta acá llega lo Convincente. Más abajo empieza lo Interesante.

67 Puntos:
"NATO" de Laibach.

65 Puntos:
La granja de los animales de George Orwell.
El universo de Star Trek.

63 Puntos:
Civilización de Sid Meier.

57,1 PUNTOS: Hasta acá llega lo Interesante. Más abajo empieza lo Tolerable.

57 Puntos:
Howard Phillips Lovecraft.

55 Puntos:
Jinete Sable y los Comisarios Estrella.

51 Puntos:
Los Expedientes Secretos X.
"1000 Fires" de Traci Lords.

49 Puntos:
Mafalda.
"La última legión".
Primera temporada de "Lie To Me".

47 Puntos:
"La Segunda Enciclopedia de Tlön" de Sergio Meier.

42,3 PUNTOS: Hasta acá llega lo Tolerable. Más abajo empieza lo Aburrido.

28,6 PUNTOS: Hasta acá llega lo Aburrido. Más abajo comienza lo Molesto.

14,3 PUNTOS: Hasta acá llega lo Molesto. Más abajo comienza lo Exasperante.

14 Puntos:
"En el nombre del Rey" de Uwe Boll.

0 PUNTOS: En este punto de la Escala Magnus está lo Exasperante.
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