lunes, 13 de julio de 2009

Popol Vuh 13: Los frutos del árbol milagroso.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL POPOL VUH.

Y he aquí la historia de una joven, hija de un jefe llamado Reúne Sangre. Y he aquí que una joven, hija de un jefe, oyó. Reúne Sangre, [era] el nombre de su padre. La de la Sangre, [era] el nombre de la joven. Cuando oyó la historia de las frutas del árbol, que le fue contada por su padre, se maravilló grandemente de tal relato. "¿Por qué no iría yo a ver ese árbol del cual se habla? Por lo que oigo decir, esas frutas son verdaderamente agradables", se dijo ella. Entonces partió sola, [y] llegó al pie del árbol plantado en medio del Juego de Pelota de los Sacrificios. "¡Ah, ah! ¿Son ésas las frutas del árbol? ¡Cuan agradables las frutas de ese árbol! ¿Moriré, me perderé si cojo algunas?", dijo la joven. Entonces el hueso que estaba en medio del árbol habló. "¿Qué deseas? Estas bolas redondas en las ramas de] árbol no son más que huesos", dijo la cabeza de Supremo Maestro Mago, hablándole a la adolescente. "¿Las deseas todavía?", añadió. "Ése es mi deseo", dijo la joven. "¡Muy bien! Extiende solamente el extremo de tu mano". "Sí", dijo la adolescente, alargando su mano que extendió ante el hueso. Entonces el hueso lanzó con fuerza saliva en la mano extendida de la joven; ésta, al instante, miró con mirada curiosa el hueco de su mano, pero la saliva del hueso ya no estaba en su mano, "En esa saliva, esa baba, te he dado mi posteridad. He aquí que mi cabeza no hablará ya más; ya no es más que un hueso descarnado. Así son igualmente las cabezas de los grandes jefes. Sólo la carne vuelve buena la cara, de donde [proviene], cuando mueren, el terror de los hombres a causa de las osamentas. Lo mismo pasa con los hijos, cuyo ser es como la saliva, la baba, la cual, sea de hijos de jefes, sea de hijos de Sabios, de oradores, no se pierde sino que se extiende, se continúa, sin que se extinga, sin que se aniquile la faz del jefe, del Varón, del Sabio, del Orador. Tal como pasa con los hijos que vienen, así he hecho contigo. Sube, pues, a la tierra sin morir. Que en ti penetre mi Palabra. Que así sea", dijo la cabeza de Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago. Ahora bien, esta Magia la habían hecho ellos por la Palabra de Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del Relámpago.

La joven volvió entonces a su casa, habiéndole sido hechas numerosas advertencias. Y al instante, solamente por la saliva, sus hijos nacieron en su vientre. Tal fue el engendramiento de Maestro Mago, Brujito. La adolescente llegó a su casa. Seis lunas se acabaron. Entonces ella fue examinada por su padre; Reúne Sangre, nombre de su padre. Después del examen de la joven por el padre, éste vio que allí había un hijo. Entonces los jefes Supremo Muerto, Muerto Principal, juntaron toda su sabiduría con la de Reúne Sangre. "Oh, jefes, he aquí que por fornicación mi hija tiene un hijo", dijo Reúne Sangre, al llegar junto a los jefes. "¡Y bien! Cava su boca. Si no habla que se la sacrifique, que se vaya a sacrificarla lejos de aquí". "Muy bien, oh grandes jefes", respondió él. Entonces [le] preguntó a su hija: "Oh, hija mía, ¿cuál es el posesor del hijo [que hay] en tu vientre?". Ella respondió: "Oh, padre mío, ahí no hay hijo; no hay ningún hombre del cual yo conozca la faz". Él respondió: "¡Perfectamente! ¡Verdaderamente! ¡Oh fornicadora!" "Que se la lleven. Oh Consejeros de los Varones, sacrificadla, recoged su corazón en una copa. Volved hoy al lado de los jefes", dijo él a los Búhos. Entonces [los] cuatro [Búhos] fueron a coger la copa, caminaron, transportando a la adolescente en sus brazos, llevando el Blanco Pedernal para sacrificarla. "Oh mensajeros, no haríais bien en matarme, pues sin fornicación [concebí] lo que está en mi vientre, que se engendró cuandro fui a admirar la cabeza de Supremo Maestro Mago, que está en el Juego de Pelota de los Sacrificios. Así, pues, no me sacrifiquéis, oh Mensajeros", dijo la adolescente, "hablándoles. "¿Qué pondremos en cambio en tu corazón? Nos ha sido dicho por su padre: «Recoged su corazón, volved al lado de los jefes; cumpliréis, [y} después manifestaréis el cumplimiento; traed prontamente en una copa, colocad en el fondo de la copa el corazón». ¿No nos habló así? ¿Qué presentaremos, pues, en la copa? Sin embargo, desde luego, queremos que no mueras", dijeron los mensajeros. "Muy bien. Este corazón no puede ser de ellos. Vuestra casa no puede tampoco estar aquí. No solamente tendréis poder sobre la muerte de los hombres, sino que, en verdad, vuestros serán los verdaderos fornicadores. Míos serán en seguida Supremo Muerto, Principal Muerto. Que sólo la sangre del Drago esté ante sus rostros. Este corazón no será quemado ante ellos. Poned el fruto del árbol", dijo la joven. Y, roja, la savia del árbol salió y fluyó en la copa; se hinchó allí y se volvió bola en reemplazo del corazón. Brotante salió la savia del árbol rojo; semejante a sangre; la savia salió en cambio de la sangre; entonces la sangre, la savia del árbol rojo se formó en bola; semejante a sangre, apareció brillante, rojiza, en bola, en la copa. Entonces el árbol se volvió célebre a causa de la adolescente; fue llamado Árbol Rojo de Cochinilla; fue pues llamado Sangre a causa de la sangre del Drago, así llamado. "Allí pues seréis amados, y lo que está en la superficie de la tierra será vuestro", dijo ella a los Búhos. "Muy bien, joven. Partimos, vamos a dar cuenta. Sigue tu camino. Vamos a presentar ante los jefes la imagen, el sustituto, de tu corazón", respondieron los mensajeros. Cuando llegaron ante los jefes, todos esperaban ansiosamente. "¿Se acabó?", dijo entonces Supremo Muerto. "Se acabó, oh jefes. He aquí ahora el corazón en la copa". "Muy bien. Que yo vea", dijo Supremo Muerto. Entonces él levantó aquello. La savia rojiza se esparció como sangre. "Animad bien el resplandor del fuego. Poned esto en el fuego", agregó Supremo Muerto. Después de que se le hubo puesto en el fuego, los Xibalbá comenzaron a oler [el olor], todos comenzaron a estar aturdidos, pues verdaderamente agradable era el perfume que olían del humo de la sangre. Mientras que permanecían [así], los Búhos, advertidos por la adolescente, subieron numerosos a la cavidad sobre la tierra, adonde subió también su [dadora de] aviso. Así fueron vencidos los jefes de Xibalbá por esta joven que los burló a todos.

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INDICE COMPLETO DEL POPOL VUH.

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