lunes, 29 de junio de 2009

Música Magna: "Materia Primoris: The X-Files Theme" de Mark Snow.

Habiendo en Magnoverso posteado sobre los Expedientes secretos X, volver sobre esta saga nos ha placido, esta vez con el objeto de el tema "Materia Primoris" postear. Por tal nombre poco conocido es el tema, más si os decimos que el tema principal de la serie éste era, reconocerlo han con presteza.



De Mark Snow es la autoría del tema, y dícese que por casualidad lo compuso, habida cuenta de que, disgustado Chris Carter con el material que se le ofrecía, dejó desalentado el señor Snow la mano caer sobre el teclado, obteniendo el silbido que característico después sería.

viernes, 26 de junio de 2009

Textos Magnos: "Los espejos de Tuzun Thune" de Robert Howard.


Ha publicado en vida sólo tres historias, Robert Howard, el reconocido creador de Conan el Bárbaro, sobre otro de sus héroes, cual es el no tan conocido, mas igualmente poderoso, Kull de Atlantis. Porque mayestáticas sagas épicas, aparte de Conan, ha escrito Howard, y por ellas también será recordado, entre quienes gustan de beber el delicioso caliz de la épica en estado puro. He aquí, entonces, una de las historias de Kull de Atlantis. Publicada fue ésta, en la revista "Weird Tales", en el año 1929, y "The Mirrors of Tuzun Thune" fue su título original.

"LOS ESPEJOS DE TUZUN THUNE"

"Una región extraña y salvaje, que yace sublime
fuera del espacio, fuera del tiempo".
Poe.

A todo el mundo le llega, incluso a los reyes, un momento de máxima fatiga. Entonces, el oro de la corona se convierte en latón, y las sedas del palacio se hacen grises. Las piedras preciosas de la diadema emiten terribles destellos, como el hielo de los mares blancos, y las palabras de los hombres se convierten en la cháchara vacía de la campana del juglar, y se experimenta entonces la sensación de que las cosas son irreales; hasta el sol parece cobre en el cielo, y el aliento del océano verde ya no es fresco.

Kull se hallaba sentado sobre el trono de Valusia y el momento de la fatiga se había apoderado de él. Todos se movían ante él como trazando un panorama interminable, sin significado alguno: hombres, mujeres, sacerdotes, acontecimientos, sombras que llegaban y se alejaban, sin dejar el menor rastro sobre su conciencia, a excepción de una gran fatiga mental. Y, sin embargo, Kull no se sentía cansado. Experimentaba un anhelo de cosas que se encontraban más allá de sí mismo, y más allá de la corte valusa. La inquietud le agitaba, y unos sueños extraños y luminosos vagaban por su alm En cumplimiento de su orden, acudió a su lado Brule, el asesino de la lanza, guerrero del país picto, procedente de las islas situadas más allá de occidente.

-Mi señor, estáis cansado de la vida de la corte. Venid conmigo en mi galera y surquemos los mares en busca de espacio.

-No -dijo Kull, que descansó tristemente la barbilla sobre su poderosa mano-. Me siento fatigado por encima de todas las cosas. Las ciudades ya no ejercen sobre mí el menor atractivo, y las fronteras están tranquilas. Ya no oigo las canciones marineras que oía cuando, siendo un muchacho, me tumbaba sobre los poderosos acantilados de Atlantis y la noche cobraba vida con el resplandor de las estrellas. los bosques verdes ya no me atraen como lo hacían cuando era un muchacho. Experimento una extrañeza y un anhelo que parece ir mucho más allá de todos los anhelos de una vida. ¡Vete ahora!

Brule se marchó, con ánimo dubitativo, dejando al rey sumido en sus melancólicos pensamientos, sobre el trono. Entonces, una joven de la corte se deslizó en silencio hasta Kull y le susurro:

-Mi gran señor, buscad a Tuzun Thune, el gran hechicero. Él conoce los secretos de la vida y de la muerte, las estrellas del cielo y las tierras situadas bajo los mares.

Kull miró a la muchacha. Su cabello era de un dorado exquisito, y sus ojos violeta aparecían extrañamente sesgados; era hermosa pero su hermosura significaba poco para Kull.

Tuzun Thune -repitió-. ¿Quién es?

-Un hechicero de la antigua raza. Vive aquí mismo, en Valusia, junto al lago de las visiones, en la casa de los mil espejos. El conoce todas las cosas, mi señor; habla con los muertos y mantiene conversaciones con los demonios de las tierras perdidas.

Kull se levantó.

-Iré a buscar a esa máscara, pero no digas una sola palabra de mi partida, ¿entendido?

-Soy vuestra esclava, mi señor.

Y la joven se hincó de rodillas dócilmente, aunque la sonrisa de su boca escarlata fue astuta, a espaldas de Kull, y el brillo de sus ojos sesgados fue artero.

Kull llegó a la casa de Tuzun Thune, junto al lago de las visiones. Las aguas del lago se extendían, anchas y azules, y más de un exquisito palacio se levantaba junto a sus orillas; numerosos botes de vela, como cisnes de alas desplegadas, se desplazaban perezosamente sobre la tranquila superficie, y de alguna parte llegaba el sonido de una música suave.

Alta y espaciosa, aunque nada ostentosa, se levantaba la casa de los mil espejos. Las grandes puertas estaban abiertas y Kull subió los amplios escalones y entró, sin anunciarse. Allí, en una gran cámara, cuyas paredes estaban hechas de espejos, se encontró con Tuzun Thune, el hechicero. El hombre era tan anciano como las montanas de Zalgara; su piel era como el cuero arrugado, pero sus fríos ojos grises refulgían como el acero de una espada.

-Kull de Valusia, mi casa es tuya -dijo inclinándose ante él con el viejo gesto de cortesía.

Luego, le invitó a sentarse sobre una silla que casi parecía un trono.

-Por lo que he oído decir, eres un hechicero -dijo Kull directamente, apoyando la barbilla sobre la mano y fijando los ojos de mirada sombría sobre el rostro del hombre-. ¿Puedes obrar milagros?

El hechicero extendió una mano; sus dedos se abrieron y se cerraron como las garras de un ave.

-¿No os parece un milagro que esta carne ciega obedezca a los pensamientos de mi mente? Camino, respiro, hablo..., ¿acaso no son todo eso milagros?

Kull meditó un instante, antes de hablar.

-¿Puedes convocar a los demonios?

-En efecto. Puedo convocar a un demonio mucho más salvaje que cualquier otro en esta tierra de fantasmas... y hacerlo surgir de vuestro propio rostro.

Kull se sobresaltó y finalmente asintió con un gesto.

-Pero, en cuanto a los muertos, ¿puedes hablar con los muertos?

-Siempre hablo con los muertos... como estoy hablando ahora. La muerte se inicia con el nacimiento, y cada hombre empieza a morir cuando nace; incluso ahora estáis muerto, rey Kull, porque habéis nacido.

-Pero tú, tú eres más viejo de lo que llegan a ser los hombres; ¿es que los hechiceros nunca mueren?

-Los hombres mueren cuando les llega el momento, ni antes ni después. Y mi momento no ha llegado todavía.

Kull le dio vueltas a estas respuestas en su mente.

-Entonces, parecería que el más grande de los hechiceros de Valusia no es más que un hombre ordinario, y he sido embaucado al dejarme dirigir hacia aquí.

Tuzun Thune sacudió la cabeza.

-Los hombres no son más que hombres, y los más grandes son aquellos que aprenden las cosas más sencillas con mayor rapidez. Y ahora, mirad en mis espejos, Kull. -El techo estaba cubierto de espejos, y las paredes eran espejos perfectamente conjuntados, a pesar de que formaban muchos espejos, de muchas formas y tamaños-. los espejos son el mundo, Kull -tronó el hechicero-. Mirad en los espejos y sed sabio.

Kull eligió uno al azar, y miró intensamente en él. los espejos de la pared opuesta se reflejaban en él, y reflejaban a su vez a otros, de modo que se encontró contemplando como una especie de corredor largo y luminoso, formado por un espejo tras otro, y en lo más profundo de ese corredor se movía una figura diminuta. Kull se quedó observándola durante largo rato, y se dio cuenta de que la figura era el reflejo de sí mismo. Experimentó entonces una sensación de pequeñez; parecía como si aquella figura diminuta fuera el verdadero Kull y representara las proporciones reales de sí mismo. Así pues, se apartó y se situó ante otro.

-Mirad atentamente, Kull, porque ése es el espejo del pasado -oyó decir a la voz del hechicero.

Una niebla gris oscurecía la visión, como grandes jirones de bruma en continuo movimiento, cambiantes, como el fantasma de un gran río; a través de la niebla, Kull captó fugaces visiones de horror y extrañeza; las bestias y los hombres se movían allí y otras figuras que no eran ni hombres ni bestias; grandes flores exóticas brillaban a través del ambiente grisáceo; altos árboles tropicales se elevaban sobre hediondas marismas, en las que chapoteaban y bramaban monstruos con aspecto de reptiles; el cielo se oscurecía con las sombras de dragones alados, y los inquietos océanos rugían, se estrellaban y golpeaban interminablemente las playas cubiertas de barro. El hombre no estaba presente y, sin embargo, el hombre era el sueño de los dioses, y extrañas eran las formas de pesadilla que se deslizaban a través de las malolientes junglas. Allí había batalla y carnicería, y un espantoso amor. Allí había muerte, pues la vida y la muerte van cogidas de la mano. Desde más allá de las playas legamosas del mundo sonaban los bramidos de los monstruos, y unas formas increíbles se elevaban a través de la cortina torrencial de la lluvia incesante.

-Y éste otro es el del futuro. -Kull miró en silencio-.¿Qué es lo que veis?

-Un mundo extraño -contestó Kull pesadamente-. Los Siete Imperios se han desmoronado, convertidos en polvo y olvidados. Las inquietas olas verdes rugen por más de un fantasma sobre las eternas montañas de Atlantis; las montañas de Lemuria, al oeste, son las islas de un océano desconocido. Extraños salvajes pululan por los territorios más antiguos, y nuevas tierras se elevan extrañamente, surgiendo de las profundidades, profanando los antiguos santuarios. Valusia se ha desvanecido, y todas las naciones de hoy, las que serán de mañana, son extranjeras. No nos conocen a nosotros.

-El tiempo continúa su marcha -dijo Tuzun Thune con voz serena-. Vivimos hoy, ¿qué nos importa el mañana... o el ayer? La gran rueda gira y las naciones surgen y se desvanecen; el mundo cambia, y los tiempos regresan al salvajismo para volver a resurgir a través de las largas eras. Antes de que existiera Atlantis, existió Valusia, y antes de que existiera Valusia, existieron las naciones antiguas. En efecto, también nosotros pisoteamos los hombros de tribus perdidas en nuestro avance. Vos, que habéis llegado desde las montañas de los mares verdes de Atlantis para apoderaros de la antigua corona de Valusia, pensáis que mi tribu es vieja. Nosotros, que dominamos estos territorios antes de que llegaran los valusos procedentes del este, en los tiempos anteriores a la existencia de los hombres sobre las tierras del mar. Pero ya había hombres aquí cuando las tribus antiguas surgieron cabalgando de los desiertos, y hubo hombres antes que aquellos hombres, tribus antes que aquellas tribus. Las naciones pasan y son olvidadas, pues ése es el destino del hombre.

-Sí-asintió Kull -. Y, sin embargo, ¿no es una pena que la belleza y la gloria de los hombres se desvanezca como el humo sobre un océano de verano?

-¿Por qué razón, puesto que ése es su destino? Yo no reflexiono melancólicamente sobre las glorias perdidas de mi raza, ni me preocupan las razas por venir. Vivid ahora, Kull, vivid ahora. Los muertos están muertos; los que no han nacido, no existen todavía. ¿Qué importa que los hombres os olviden cuando os hayáis olvidado de vos mismo en los mundos silenciosos de la muerte? Mirad en los espejos y sed sabio.

Kull eligió otro espejo y miró en él.

-Éste es el espejo de la más profunda magia. ¿Qué es lo que veis, rey Kull?

-Nada, excepto a mí mismo.

-Mirad más atentamente, Kull ¿Sois de verdad vos mismo?

Kull miró atentamente en el gran espejo, y la imagen que era su reflejo le devolvió la mirada.

-Me sitúo ante este espejo -musitó Kull, con la barbilla apoyada sobre el puño-, y hago cobrar vida a este hombre. Eso es algo que queda fuera del alcance de mi comprensión, pues primero lo vi en las tranquilas aguas de los lagos de Atlantis, mientras que ahora lo veo en los espejos de marcos dorados de Valusia. Él es yo mismo, una sombra de mí mismo, una parte de mí mismo. Puede hacerle ser o matarlo a mi voluntad. Y sin embargo... -Se detuvo, y unos extraños pensamientos susurraron por entre los vastos y oscuros recovecos de su mente, como murciélagos sombríos que volaran en el interior de una gran caverna-. Y sin embargo, ¿dónde está él cuando no estoy delante del espejo? ¿Tiene el hombre poder para formar y destruir tan ligeramente una sombra de la vida y la existencia? ¿Cómo sé que al apartarme del espejo él se desvanece en el vacío de la nada?

»No, por Valka, ¿soy yo el hombre o es él? ¿Cuál de nosotros es el fantasma del otro? Es posible que estos espejos no sean más que ventanas a través de las cuales miramos otros mundos. ¿Acaso piensa él lo mismo de mí? ¿Acaso no soy para él más que una sombra, un reflejo de sí mismo, como él lo es para mí? Y si yo soy el fantasma, ¿qué clase de mundo existe al otro lado de este espejo? ¿Qué ejércitos cabalgan ahí y qué reyes gobiernan? Este mundo es todo lo que conozco. Y si no conozco ninguna otra cosa, ¿cómo puedo juzgar? Sin duda que ahí también existen montañas verdes, océanos rugientes y vastas llanuras por donde los hombres cabalgan y se lanzan a la batalla. Dime, hechicero, puesto que eres más sabio que la mayoría de los hombres, dime, ¿hay mundos más allá de nuestros mundos?

-Si un hombre tiene ojos, dejadle que vea -fue la enigmática respuesta del hechicero-. Pero, para ver, antes hay que creer.

Transcurrieron las horas y Kull continuaba sentado ante los espejos de Tuzun Thune, mirando en el que le reflejaba a él mismo. A veces, parecía como si contemplara una gran superficialidad, mientras que otras veces unas gigantescas profundidades parecían abrirse ante él. El espejo de Tuzun Thune era como la superficie del mar; duro como el mar bajo los rayos oblicuos del sol, bajo la oscuridad de las estrellas, cuando nadie puede distinguir las profundidades; vasto y místico cuando el sol se funde con él de tal forma que la respiración del observador se contiene al atisbar fugazmente tremendos abismos. Así era el espejo en el que miraba Kull.

Finalmente, el rey se incorporó con un suspiro y se marchó, todavía maravillado.

Regresó de nuevo a la casa de los mil espejos. Acudió allí día tras día, y permaneció sentado durante horas delante del espejo. Los ojos le miraban, idénticos a los suyos; y sin embargo, Kull parecía notar una diferencia, una realidad que no era la suya. Miraba fijamente el espejo, hora tras hora, con una extraña intensidad; pero, hora tras hora, la imagen le devolvía la mirada.
Los asuntos de palacio y del consedo se fueron descuidando. La gente empezó a murmurar. El caballo de Kull pateaba inquieto en el establo, y los guerreros de Kull jugaban a los dados y discutían inútilmente entre sí. Kull seguía sin hacer caso. A veces, parecía hallarse a punto de descubrir algún secreto vasto e inimaginable. Ya no concebía la imagen del espejo como una sombra de sí mismo. Para él, aquella cosa era una entidad, similar en su aspecto externo, pero tan básicamente alejada del propio Kull como pudieran estarlo dos polos opuestos. A Kull le parecía que la imagen tenía una individualidad aparte de la suya propia, como si ya no dependiera de Kull, del mismo modo que Kull no dependía de ella. Y, día tras día, se preguntaba en qué mundo vivía en realidad; ¿era él la sombra, convocada por la voluntad del otro? ¿Vivía en lugar del otro en un mundo de engaño, como la sombra del mundo real?

Kull empezó a experimentar el deseo de entrar en la personalidad que había más allá del espejo, de encontrar un espacio y ver lo que pudiera ser visto. No obstante, si lograba ir más allá de aquella puerta, ¿lograría regresar? ¿Encontraría un mundo idéntico a aquél en el que se movía ahora? ¿Un mundo en el que el suyo no fuera más que un reflejo fantasmal? ¿Qué era realidad y qué ilusión?

A veces, Kull se detenía a pensar cómo habían surgido en su mente aquellos pensamientos y sueños, y en ocasines se pregunta si eran el producto de su propia voluntad o...

Y aquí sus pensamientos entraban en un confuso laberinto. Sus meditaciones eran suyas; ningún hombre gobernaba sus pensamientos, y él podía convocarlos como y cuando quisiera. Y sin embargo, ¿podía hacerlo así? ¿Acaso no eran como murciélagos, que vuelan de un lado a otro, no según quisieran, sino obedeciendo la orden y el gobierno de..., ¿de quién? ¿De los dioses? ¿De las mujeres que tejían la urdimbre del destino?

Kull no podía llegar a conclusión alguna, pues a cada paso mental que daba se sentía más y más envuelto por una confusa niebla de allirnaciones y negaciones ilusorias. Eso, al menos, sí lo sabía: aquellas extrañas visiones habían entrado en su mente, como si volaran sin obstáculo alguno, procedentes del susurrante vacío de la no existencia. Jamás había tenido esta clase de pensamientos, pero ahora parecían gobernar su mente, tanto cuando dormía como cuando se hallaba despierto, de modo que a veces tenía la impresión de caminar y hallarse aturdido; y su sueño se veía poblado por extraños sueños monstruosos.

-Dime, hechicero -dijo, sentado ante el espejo, con los ojos intensamente fijos en su propia imagen-, ¿cómo puedo pasar al otro lado de esa puerta? Porque, en verdad, no estoy seguro de que éste sea el mundo real y aquel otro el de las sombras. Aquello que veo debe de existir al menos en alguna forma.

-Mirad y creed -atronó la voz del hechicero-. El hombre tiene que creer para conseguir. La forma es sombra, la sustancia es ilusión, la materialidad es sueño; el hombre es porque cree ser. ¿Qué es el hombre sino un sueño de los dioses? Y, no obstante, el hombre puede ser aquello que desee ser; la forma y la sustancia no son más que sombras. La mente, el ego, la esencia del sueño divino..., eso es lo real, eso es lo inmortal. Mirad y creed, si queréis conseguir, Kull.

El rey no lo comprendió del todo; nunca lograba comprender plenamente aquella clase de frases enigmáticas del hechicero; y, no obstante, en alguna parte de su ser hacían sonar una cuerda sensible. Así que, día tras día, acudió a sentarse ante los espejos de Tuzun Thune, y el hechicero siempre estaba al acecho tras él, como una sombra.

Llegó un día en que Kull pareció atisbar extraños territorios, y los pensamientos y reconocimientos revolotearon a través de su conciencia. Día tras día, había parecido perder el contacto con el mundo; a cada día que transcurría, las cosas le parecían más fantasmales e irreales; sólo el hombre del espejo parecía ser la realidad.

Ahora, Kull parecía hallarse a las puertas de otros mundos mucho más poderosos; unas vistas gigantescas parpadeaban como suspendidas; las nieblas de la irrealidad se hicieron más tenues. «La forma es sombra; la sustancia es ilusión; no son más que sombras.» Estas palabras resonaban en su conciencia como si llegaran hasta él procedentes de un país lejano. Recordó las palabras del hechicero, y tuvo la impresión de que ahora casi las comprendía..., forma y sustancia, ¿no podría cambiar a voluntad si supiera cuál era la llave maestra que abría esta puerta? ¿Qué mundos dentro de qué mundos esperaban al explorador osado?
El hombre del espejo parecía estar sonriéndole, cada vez más y más cerca; una neblina lo envolvía todo, y el reflejo se hizo repentinamente confuso. Kull experimentó una sensación de desvanecimiento, de cambio, de fusión...

-¡Kull!

El grito rasgó el silencio, transformándolo en un millón de fragmentos vibratorios.

Las montañas se derrumbaron, y los mundos se tambalearon cuando Kull fue obligado a retroceder por aquel grito frenético, emitido con un esfuerzo sobrehumano, sin que él supiera cómo ni por qué.

Se oyó un estruendo, y Kull se encontró en la estancia de Tuzun Thune, ante un espejo hecho añicos, desconcertado y medio cegado por el aturdimiento. Allí, ante él, yacía el cuerpo de Tuzun Thune, cuyo momento final había llegado por fin. Sobre él se encontraba, de pie, Brule, el asesino de la lanza, con la espada ensangrentada y unos ojos muy abiertos. con una expresión de horror.

-¡Por Valka! -exclamó el guerrero-. ¡Kull, apenas he llegado a tiempo!

-Sí, pero ¿qué ha ocurrido? -preguntó el rey haciendo un esfuerzo por encontrar las palabras.

-Preguntádselo a esta traidora -contestó el asesino de la lanza indicando con un gesto a una muchacha que se encogía de terror ante el rey. Kull se dio cuenta de que era la misma que le había enviado a buscar a Tuzun Thune-. Al entrar aquí, os vi a punto de desvaneceros en ese espejo, lo mismo que el humo se desvanece en el cielo, ¡Por Valka! De no haberlo visto, no lo habría creído... Estabais a punto de desvaneceros cuando mi grito os hizo regresar.

-En efecto -asintió Kull-. Esta vez estuve a punto de traspasar esa puerta.

-Este enemigo os atrajo de la forma más artera -dijo Brule-. Kull, ¿no os dais cuenta de cómo tejió y os envolvió en una tela de magia? Kaanuub de Blaal conspiró con este hechicero para desembarazarse de vos, y esta bruja, una mujer de la raza antigua, se encargó de instilar en vuestra mente la idea de venir aquí. Ka-nu logró enterarse hoy mismo de la conspiración. No sé lo que visteis en ese espejo, pero Tuzun Thune lo utilizó para encantaros el alma, y con sus hechicerías casi estuvo a punto de cambiaros el cuerpo y transformaros en niebla...

-En efecto -asintió Kull, todavía perplejo-. Pero, al tratarse de un hecbicero, que disponía del conocimiento de todas las eras y despreciaba el oro, la gloria y la posición, ¿qué podía ofrecerle Kaanuub a Tuzun Thune como para convertirle en un vil traidor?

-Precisamente oro, poder y posición -gruñó Brule-. Cuanto antes aprendáis que los hombres son hombres, tanto si son hechiceros, como reyes o vasallos, tanto mejor podréis gobernar, Kull. Y ahora, ¿qué hacemos con ella?

-Nada, Brule -contestó Kull con una mirada triste, mientras la mujer gemía y lloriqueaba a sus pies-. No ha sido más que un instrumento. Levántate, mujer, y sigue tu camino. Nadie te hará daño.

Una vez que se encontró a solas con Brule, Kull miró por última vez los espejos de Tuzun Thune.

-Quizá conspiró y conjuró, Brule... No, no dudo de lo que me dices. Y sin embargo, ¿fue su brujería la que me estaba cambiando para transformarme en una tenue niebla, o me tropecé acaso con un secreto? Si no me hubieras hecho regresar, ¿me habría desvanecido en la disolución, o habría encontrado otros mundos más allá de éste?

Brule dirigió una mirada hacia los espejos y se encogió de hombros, casi con un estremecimiento.
-Por lo visto, Tuzun Thune acumuló aquí toda la sabiduría de los infiernos. Salgamos de aquí, Kull, antes de que estos espejos me embrujen a mí también.

-Salgamos, pues -asintió Kull.

Y caminando uno al lado del otro, se alejaron de la casa de los mil espejos, donde, quizá, quedaban aprisionadas las almas de los hombres.




Ahora, ya nadie mira en los espejos de Tuzun Thune. Los botes de recreo se calientan plácidamente bajo el sol, en la orilla donde se levanta la casa del hechicero, y nadie entra en esa casa o en la habitación donde el reseco y apergaminado cadáver de Tuzun Thune permanece inmóvil ante los espejos de la ilusión. El lugar es evitado por todos como un lugar maldito, y aunque continúe así durante mil años no se oirán pasos humanos que arranquen ecos allí.
A pesar de todo, Kull, sentado en su trono, medita a menudo en la misteriosa sabiduría y en los incontables secretos ocultos allí, y se pregunta...

Pues hay mundos que se encuentran mucho más allá de los mundos, como Kull ha aprendido muy bien, y tanto si el hechicero le embrujó con palabras o lo hizo mediante el hipnotismo, al otro lado de aquella misteriosa puerta se abrieron ante la mirada del rey otros paisajes diferentes, y ahora Kull se siente menos seguro de la realidad desde que miró en los espejos de Tuzun Thune.

lunes, 22 de junio de 2009

"En el nombre del Rey" de Uwe Boll.


¡Vanidad, con cuántos halagos envenenas nuestras almas! Grande ha de ser sin duda la de Uwe Boll, para tan nefasto atentado a la épica rodado haber, tratándose de "En el nombre del rey". Porque no es a nosotros a quienes se esconde que "En el nombre del rey", que por "In the Name of the King: A Dungeon Siege Tale" por falta de otro pretencioso título en inglés es conocido, es una miasma infecta, que poco o nada aporta a los brillantes siglos de épica que hemos tenido desde la Ilíada o el Kalevala, pero siendo éste, como bien sabéis, un blog sobre aventura y épica, habremos de acometer el penoso deber de referirnos a tal desaguisado, por más que pésanos con rudeza tal cometido.


Sabed, en primer lugar, que es Uwe Boll el creador del dislate que en este momento nos ocupa, conocido por sus inmoderados afanes en crear películas que como de las más infames producidas en la Historia del Cine con regularidad son saludadas. Incluid en vuestro listado, si la cuenta de esto queréis llevar, filmes como "Alone in the Dark" o "BloodRayne", con justicia considerados como portentosos atropellos contra todo sentido de lo que es y debe ser el buen cine. No habiendo cejado en perpetrar éstas, decidióse Uwe Boll que haría su propia versión de una historia de ambientación medieval, con campesinos que por las vueltas del guión su propia sangre real descubren, y reyes amenazados por oscuras fuerzas exteriores compuestas por bárbaros y magia negra. Ha pretendido entonces, de este modo, con "En el nombre del Rey" hacer aporte a la civilización en tales materias.


Parte esta película presentándonos a distintos personajes. Protagonista nuestro es el bienamado Jason Statham, como clásico héroe de películas de acción que es conocido, y que con suficiencia nos ha entretenido con su saga del Transportador. Interpreta nuestro Statham a un campesino, únicamente como el Granjero conocido, que tiene una bella esposa y un hijo pequeño, del que podemos esperar grandes cosas a medida que la película transcurra. Infortunadamente, movidos mediante la magia negra, hordas de bárbaros atacan la frontera, y en medio de la refriega, tristemente el niño ha de fallecer, así como capturada resulta su atribulada madre. Mientras tanto, en el Palacio Real, sus propios problemas tiene el rey, porque, según habré de referirles, conspira en su contra su sobrino, coaligado con un turbio mago que aspira al poder supremo. El mago malvado incrementado su poder ha, accediendo carnalmente a la hija del mago de la corte, y con prontitud obtiene el remedio para mantener bajo su dominio al sobrino. Envenenado es el rey, pero heroicamente se sobrepone a la calamidad y cabalga para reunirse con sus tropas. Mientras tales avatares le suceden, el Granjero ha marchado al encuentro de los bárbaros para rescatar a su esposa. De esta manera, los destinos del Rey y del Granjero habrán de cruzarse, y encontraremos entonces que el Granjero es el hijo del Rey, que se le había dado por perdido hace treinta años atrás. De este modo, los personajes bondadosos y malvados se han alineado para librar una batalla definitiva, en la que vencer habrá el Bien sin mayores sorpresas, y demostrando que buen tigre de papel el villano era, que de tantos y tan alambicados planes habíase premunido, para de una manera ignominiosa acabar derrotado.


Habréis quizás aún de preguntaros, a la vista del resumen que os he preparado, por qué esta película es tan miserable como os lo he predicado. Tened por buena, para vuestro beneficio, la respuesta que ahora os entregaré. Sucede que las peripecias de los personajes en un comienzo, emocionantes y aventureras son. Pero, ¡oh, vanidad de los cineastas!, he aquí que los incidentes y las vueltas de guión sin ton ni son se acumulan, y pronto hemos de claudicar frente a una marea de inconsistencias dramáticas, episodios de una historia que no lleva a ninguna parte. Y ni aún las escenas épicas o de batalla consiguen entusiasmarnos. ¡Cuán indigna es esta obra de la Fantasía Epica respecto de "El Señor de los Anillos" o similares!

Mas vosotros estáis prevenidos en contra de esta película. Porque vosotros, verdaderos amantes de la épica, sabréis cómo denostar a bodrios infumables como éstos, a fin de que brillar y trascender la verdadera épica pueda, aquella que en Magnoverso como celosos guardianes hemos de defender.


ALIENTO...

...COSMOLÓGICO. 2 de 7. Todo lo que véis en esta película, ya lo habéis visto en "El Señor de los Anillos". Y además, entre los espadachines, tenéis comandos ninjas sobre los árboles.

...AVENTURERO. 1 de 7. Los personajes son queribles. Mas, hemos de decirlo, sus peripecias no conducen a ninguna parte, y nunca se sienten en verdadero peligro.

...EXÓTICO. 0 de 7. Esta es otra película de ambientación pseudomedieval, y no trata a ésta siquiera con un mínimo de creatividad.

...MAQUIAVÉLICO. 2 de 7. Parecía que los elaborados planes del mago malvado llevaban a alguna parte, pero todo era humo y voladores de luces, incapaz de sacar provecho de su propia ventaja.

...PASIONAL. 2 de 7. Los personajes tienen las motivaciones habituales, y cuando tratan de demostrar pasión por algo, sólo consiguen verse ridículos.

...TÉTRICO. 0 de 7. El villano principal es interpretado por Ray Liotta como un hechicero. Creedme, han tenido la arrogancia de tratar de vendernos a Ray Liotta como un malvado hechicero medieval.

...FILOSÓFICO. 0 de 7. Follow your dreams. Don't surrender. The sun is behind the clouds. All people are special. Make love, not war. And don't kidnap the wife of the hero. Lo de siempre.

TOTAL: 14 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

viernes, 19 de junio de 2009

Música Magna: Tema principal de "Marco Polo" por Ennio Morricone.

Regaládonos ha, el insigne Ennio Morricone, partituras a granel para los momentos de la épica, mas no incluiremos esta vez sus temas más conocidos, sino uno que, merced a los buenos oficios de Clipenoide, y que como banda sonora de sobre Marco Polo una serie televisiva ha sido compuesto. Emitióse la antedicha serie, durante los fastos de 1982, y con lujoso elenco húbose de realizar. He aquí el tema:



No parece reemitirse la serie desde la década de 1980, pero una a reivindicar ésta es. Aunque en DVD disponible, verla otra vez no hemos podido, mas comprometidos quedamos a ella, en caso de obtenerla, de comentarla en Magnoverso.

lunes, 15 de junio de 2009

Popol Vuh 12: La trampa de Xibalbá.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL POPOL VUH.

En seguida partieron los mensajeros de Supremo Muerto, Principal Muerto. "En camino, oh Consejeros de los Varones. Id a llamar a Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago. Decidles: «Venid con nosotros —Que vengan, dicen los jefes. —Que vengan aquí a pelotear con nosotros: que nos revivifiquemos nuestros rostros con ellos; en verdad, admiramos sus bocas; así, pues, que vengan, dicen los jefes.» —Que al venir traigan lo que tienen: sus anillos, sus guantes; que vengan también con su pelota, dicen los jefes." "Decidles: —Venid". Así fue dicho a los mensajeros. He aquí a los mensajeros Búhos: Flecha-Búho, Maestro Gigante Búho, Guacamayo-Búho, Cabeza-Búho; así se llamaban los mensajeros de Xibalbá. Flecha-Búho era rápido como una flecha. De Maestro Gigante Búho la naturaleza era de gigante. De Guacamayo-Búho, la naturaleza era [tener] un dorso de fuego. Cabeza Búho no tenía más que una cabeza, no tenía piernas pero sí alas. Esos cuatro mensajeros tenían el oficio de Consejeros de los Varones. Partidos de Xibalbá, llegaron en seguida y se posaron en el juego de pelota. Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, peloteaban allí, en el juego de pelota llamado Juego de Pelota Ornado con Gran Frontón. Los Búhos se posaron en el juego de pelota, [y] formaron su discurso exactamente en el orden del discurso de todos los jefes llamados Supremo Muerto, Principal Muerto. Hacedor de Abscesos, Hacedor de Ictericia, Varilla de Huesos, Varilla de Cráneos, Extiende Tullidos. Reúne Sangre, Hacedor de Traición, Hacedor de Infortunio, Gavilán [de Sangre], Opresión, que habían formado el discurso para los Búhos. "¿Los jefes Supremo Muerto. Principal Muerto, dijeron verdaderamente eso? ¿Dijeron verdaderamente que debíanlos acompañaros?" —-"Que traigan sus accesorios de juegos, dijeron los jefes." "Muy bien. Esperadnos. Al momento nos despedimos de nuestra madre", dijeron ellos, Fueron en seguida a la casa y dijeron a su madre, porque su padre ya había muerto: "Oh madre nuestra, partimos. Los mensajeros de los jefes han venido a recogernos. —Que vengan, han dicho ellos, dicen los que fueron enviados hacia nosotros". "Pero nuestra pelota quedará como testigo", añadieron [y] luego fueron a atarla en un agujero en lo alto de la mansión. Después: "La recogeremos". "En cuanto a vosotros, no haced más que absorber, cantar, pintar, cincelar, recrear vuestra casa, recrear el corazón de vuestra abuela", dijeron a Maestro Mono, Maestro Simio. Cuando se despidieron, su madre Antigua Ocultadora lloró de emoción. "Nos vamos, no estamos muertos; no os aflijáis", dijeron Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, poniéndose en camino.

En seguida, Supremo Maestro Mago, Principal! Maestro Mago, caminaron precedidos por los mensajeros. Después descendieron al camino que lleva a Xibalbá, de pendientes muy en declive. Habiendo descendido así, llegaron al borde de los ríos encantados de barrancos llamados Barranco Cantante Resonante, Barranco Cantante, que pasaron sobre ríos encantados con árboles espinosos; innumerables [eran] los árboles espinosos, pasaron sin hacerse daño. En seguida llegaron al borde del río de la Sangre, [y] allí pasaron sin beber. Llegaron a otro río, de agua solamente; no habiendo sido vencidos, lo pasaron también. Entonces llegaron allí donde cuatro caminos se cruzaban: allí fueron vencidos, allí donde cuatro caminos se cruzaban. Un camino rojo, un camino negro, un camino blanco, un camino amarillo; cuatro caminos. He aquí que El del Camino Negro dijo: "Tomadme, yo el camino-jefe"; [así] dijo El del Camino. Allí fueron vencidos. He aquí que siguieron el camino de Xibalbá. Al llegar allá donde se congregaba el gobierno de Xibalbá, fueron vencidos.

Ahora bien, los primeros sentados eran un maniquí, [y] un [muñeco] hecho de madera, arreglados por Xibalbá. Éstos fueron los primeros a quienes saludaron. "Salud. Supremo Muerto", dijeron al maniquí; "Salud, Principal Muerto", dijeron al [muñeco] hecho de madera. Éstos no respondieron. Entonces los jefes de Xibalbá hicieron ruido de risa: todos los jefes hicieron ruido de risa, pues en su espíritu eran victoriosos y Supremo Maestro Mago. Principal Maestro Mago, estaban vencidos. Rieron primeramente. Después Supremo Muerto, Principal Muerto, dijeron: "¡Muy bien! Habéis venido. Que mañana se despierten vuestros rostros, vuestros anillos, vuestros guantes": [así] dijeron. "Sentaos en nuestro banco", fue dicho, pero el banco que daban era una piedra quemante; al sentarse en el banco, se quemaron; verdaderamente se escurrieron de aquel banco sin encontrar alivio: verdaderamente se levantaron, aquel asiento les quemaba. Entonces los Xibalbá se rieron otra vez; de risa tenían Ja lengua espesa; la serpiente Risa nacía en su corazón, en su sangre, en sus huesos. Reían, todos los Xibalbá reían.

"Id a vuestra morada. Allí se os ofrecerá en el dormitorio vuestro pino, vuestro tabaco", se les dijo. En seguida llegaron a la Mansión Tenebrosa; no había más que tinieblas en el interior de la mansión. Entonces los Xibalbá celebraron consejo. "Sacrifiquémoslos mañana; que mueran pronto; su juego nos insulta", se dijeron unos a otros los Xibalbá. Ahora, pues, su pino era una flecha redonda, del pino llamado Blanco Pedernal, el pino [pedernal sacrificatorio] de Xibalbá; puntiagudo era, pues, su juego; debía llegar aprisa a su fin y favorecer el plan de Xibalbá. Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, entraron en la Mansión Tenebrosa. Se les dieron sus pinos; a cada uno el pino encendido de Supremo Muerto. Principal Muerto: con esto a cada uno llegó también de los jefes su tabaco encendido; llegóse entonces a darlos a Supremo Maestro Mago. Principal Maestro Mago. Estaban en la obscuridad cuando se llegó a darles sus pinos y su tabaco; desde la entrada los pinos alumbraron. "Que cada uno queme su pino y su tabaco; que a la aurora vengan a darlos: pero que sin gastarlos nos los devuelvan, os dicen los jefes", díjose. Así fueron derrotados. El pino se consumió, el tabaco también se consumió, que se les había dado. Numerosas las pruebas de Xibalbá; muchas suertes de pruebas. La primera, la Mansión Tenebrosa, toda de oscuridad al interior.

La segunda, llamada Mansión de los Calofríos, en la cual un frío muy insoportable, un frío muy picante, llenaba el interior. La tercera, llamada Mansión de los Jaguares, donde no había más que jaguares entremezclándose, atacándose, enseñando los dientes, mofándose, jaguares encerrados en la mansión. Mansión de los Murciélagos, nombre de la cuarta mansión; en el interior de la mansión, solamente murciélagos que gritaban, que aleteaban, que revoloteaban en la mansión, murciélagos encerrados sin poder salir. La quinta. Mansión de Obsidiana; no había más que vencedores, con sus flechas, en silencio, en lucha, en la mansión. Éstas son las primeras pruebas de Xibalbá, pero Supremo Maestro Mago. Principal Maestro Mago, no entraron; basta con mencionar los nombres de las mansiones de pruebas.

Cuando Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, llegaron ante Supremo Muerto. Principal Muerto. "¿Dónde está mi tabaco, dónde está mi pino, que se os llevaron ayer noche?", [les] fue dicho. "Los acabamos, oh jefes". "Muy bien. Ahora acabaremos vuestros días, moriréis; seréis perdidos, seréis cortados; aquí vuestra faz será escondida; seréis sacrificados", dijeron Supremo Muerto, Principal Muerto. Entonces se les sacrificó, se les enterró en el Juego de Pelota de los Sacrificios, así llamado. Se cortó la cabeza de Supremo Maestro Mago, y el primogénito fue enterrado con el segundón. "Que se ponga su cabeza en el árbol que está en el camino", dijeron Supremo Muerto, Principal Muerto. Cuando se fue a colocar la cabeza en medio del árbol, entonces el árbol dio frutas; no había frutas antes de que fuera puesta la cabeza de Supremo Maestro Mago en medio del árbol. Ahora bien, esta cabeza es la que llamamos ahora Cabeza de Supremo Maestro Mago, como se dice. Supremo Muerto, Principal Muerto, consideraron asombrados las frutas del árbol, frutas enteramente redondas. No se veía en dónde estaba la cabeza de Supremo Maestro Mago, fruta idéntica a las frutas del calabacero. Toda Xibalbá vino a mirar, a ver aquello. Grande se volvió en su espíritu el carácter de aquel árbol a causa de lo que se había súbitamente hecho en él cuando se había colocado en medio de él la cabeza de Supremo Maestro Mago. Entonces los Xibalbá se dijeron entre sí: "Que ninguno coja sus frutas. Que ninguno venga al pie del árbol"; [así] dijeron todos los Xibalbá, vedándose mutuamente, prohibiéndose mutuamente. Desde entonces la cabeza de Supremo Maestro Mago no se descubrió ya más; no formó más que un todo con las frutas del árbol llamado Calabacero.

Pero una joven oyó ese gran relato, y he aquí, pues, que contaremos su aventura.

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Popol Vuh 11: La ira de Xibalbá.


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He aquí que diremos el nombre del padre de Maestro Mago, Brujito. Musitaremos el origen, musitaremos solamente la historia, el relato, del engendramiento de Maestro Mago, Brujito; no diremos de esto sino la mitad y solamente una parte de la historia de su padre. He aquí, pues, la historia de éste. Su nombre es Supremo Maestro Mago, como se dice. Sus padres son Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Por ellos, en la noche, fueron engendrados Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, por Antiguo Secreto. Antigua Ocultadora. Ahora pues, Supremo Maestro Mago engendró dos hijos: Maestro Mono [es el] nombre del primer hijo, Maestro Simio [es el] nombre del segundo hijo. Y el nombre de su madre, [es] éste: Paridora de Monos; tal es el nombre de la esposa de Supremo Maestro Mago. Principal Maestro Mago, sin esposa, célibe. Pero estos dos hijos eran muy grandes Sabios; grande su Ciencia; augures 51 aquí en la tierra; buenos su existencia, su nacimiento. Se mostró toda la Ciencia ante Maestro Mono. Maestro Simio, hijos de Supremo Maestro Mago. Maestro Mono. Maestro Simio, llegaron a ser músicos, cantantes, tiradores de cerbatana, pintores, escultores, joyeros, orfebres. Ahora bien, Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, no hacían cotidianamente más que [jugar al] blanco, que jugar a la pelota. Cada dos días encontrábanse cuatro, reuníanse en el juego de pelota. Para verlos venía el Gavilán, mensajero de Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del Relámpago. Ahora bien, este Gavilán, de no lejos de aquí en la tierra, de no lejos de Xibalbá llegaba seguidamente al cielo, junto a los Maestros Gigantes. Mientras ellos permanecían aquí en la tierra, la madre de Maestro Mono, Maestro Simio, murió. He aquí que, caminando hacia Xibalbá jugaron a la pelota, lo que oyeron Supremo Muerto. Principal Muerto, jefes de Xibalbá. "¿Qué hacen sobre la tierra? ¿Quién la hace temblar? ¿Quién hace tal batahola? Que se envíe a buscarlos, a traerlos aquí; que vengan a jugar a la pelota a fin de que los venzamos. Verdaderamente, no somos obedecidos por ellos: no hay obediencia, no hay respeto para nuestro ser. No hacen mas que batallar sobre nuestras cabezas", dijo todo Xibalbá. Entonces todos celebraron consejo. Estos llamados Supremo Muerto, Principal Muerto, los Grandes Decidores de Palabra. He aquí a todos los jefes, a quienes éstos daban sus cargos de poder; cada uno jefe por orden de Supremo Muerto. Principal Muerto. He aquí, pues, los nombres de los jefes: Extiende Tullidos. Reúne Sangre: su cargo: los hombres que tienen flujos de sangre. He aquí también a los jefes Hacedor de Abscesos. Hacedor de Ictericia; su poder: dar a los hombres tumores, darles abscesos en las piernas y amarillearles el rostro, lo que se llama ictericia, y éste era el poder de Hacedor de Abscesos, Hacedor de Ictericia. He aquí además a los jefes Varilla de Huesos, Varilla de Cráneos, los de la varilla de Xibalbá; solamente de huesos [eran] sus varillas; su mayordomía: osificar a los hombres a fin de que, no siendo más que huesos y cráneos al morir, no haya que recoger más que sus esqueletos; tal era la función de los llamados Varilla de Huesos, Varilla de Cráneos. He aquí también a los jefes llamados Hacedor de Traición, Hacedor de Infortunio; he aquí sus cargos: chocar al hombre contra la traición; sea detrás de su morada, sea delante de su morada; que tuvo la mala suerte de caer, boca arriba, sobre el suelo: se moría; tal era el poder de Hacedor de traición, Hacedor de Infortunio. He aquí también a los jefes llamados Gavilán [de sangre], Opresión; he aquí su poder: el hombre moría en camino de lo que se llama muerte súbita, viniéndole la sangre a la boca; entonces él moría, vomitando la sangre; a cada uno [correspondía] el cargo de romper la garganta, el corazón del hombre, para que muriese en camino, haciéndole llegar de repente [la sangre] a la garganta mientras marchaba; tal era el poder de Gavilán [de Sangre], Opresión. He aquí que se reunieron en consejo para combatir, atormentar, a Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago. Xibalbá quería burlarse de Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, de sus escudos de cuero, de sus anillos, de sus guantes, de sus coronas y de los cascos con que se engalanaban Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago.

He aquí, pues, que contaremos su viaje a Xibalbá, dejando permanecer [aparte] a Maestro Mono, [Maestro] Simio, hijos de Supremo Maestro Mago y cuya madre estaba ya muerta. En seguida, [contaremos] la derrota de Maestro Mono, Maestro Simio, por Maestro Mago, Brujito.

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sábado, 6 de junio de 2009

El universo de Star Trek.


Crecen las historias hasta transformarse en leyendas, y crecen las leyendas hasta transformarse en mitos. Y así, de tan pequeña semilla, grandes y frondosos árboles iluminan nuestro conocimiento con las historias que, en tanto ficciones, no temen reflejar la realidad de nuestros días, y, con mayor fortuna si es que la hubiere, la de nuestras vidas y universo. Hasta tal punto ha crecido Star Trek, la que es una de las más grandes mitologías audiovisuales del siglo XX. Nació Star Trek como un proyecto de un productor televisivo, por Gene Roddenberry conocido, que referir las hazañas de un capitán espacial deseaba, al modo en que los antiguos historias marineras se contaban los unos a los otros en los bares de los puertos, reemplazando por las corrientes del espacio el aroma de las mareas, por las consolas el timón, y por el metal de las astronaves el maderamen de los bajeles. “Viaje a las Estrellas”, estrenada en 1967, fue el fruto de sus desvelos, y quisieron los vaivenes televisivos que ésta su empresa prolongara su andadura durante tres años. Mas, aunque cancelada fue la serie debido a la miopía de los dirigentes de la cadena, andando el tiempo, y en 1979 para ello hemos de situarnos, rodóse la película basada en la serie televisiva, que buenos réditos dio por frutos. Empero, más firmemente asegurada quedaría la franquicia en 1982, cuando su secuela estrenóse, “La ira de Khan” subtitulada. Vinieron entonces nuevas películas, hasta completar un total de 10, si el listado completo hasta la como “Némesis” subtitulada hubiéremos de incluir, no incluyendo la subsiguiente “Star Trek” simplemente titulada por haber introducido grandes cambios en el universo de Star Trek, pero sí incluyendo otras cuatro series telesivas, cuyos nombres son, a saber: “La nueva generación”, “Abismo espacial 9”, “Voyager” y “Enterprise”. Entre todas conforman, si hemos de limitarnos a ellas y ni cómics ni novelas tener por referencias, uno de los más completos y complejos universos míticos jamás creados, y a éste habremos de referirnos ahora.


Hemos de comenzar esta recapitulación, con la existencia de una misteriosa raza alienígena, de la que nada se sabe, y que al explorar el Cuadrante Alfa, vacío y estéril de vida lo encontró. Decidiéronse estos seres, por lo tanto, a expandir su propia vida y su propio material genético para, mediante esta siembra, hacer que prosperen especies humanoides por todo el cuadrante. Surgen así las razas de los humanos, la de los vulcanos, la de los klingon y la de los cardassianos, todas ellas humanoides, y todas ellas destinadas a regir el Cuadrante Alfa como grandes potencias cuando su hora fuera llegada. Mas falta acá referirse a los romulanos, quienes, como un cisma dentro de la sociedad del planeta Vulcano, rehúsanse a renunciar a sus emociones, que el grueso de los vulcanos, después de horribles guerras planetarias, han decidido dejar atrás, y emigran para fundar su propio imperio. De esta manera surge la rivalidad entre Romulus y Vulcano, rivalidad que tanta y tan amarga sangre hará correr después entre ambos.

En el siglo XX, la tecnología de los seres humanos grande desarrollo experimentó, en particular a la presencia encubierta de extraterrestres gracias, o incluso visitantes del futuro en su caso. A finales del siglo, habíase desarrollado la Genética lo suficiente como para que una raza de superhumanos surgiese, pero éstos, lejos de querer servir a la Humanidad, rebélanse en contra de ésta, y las terribles Guerras Eugenésicas desatan. En tal tiempo fue cuando el despótico Khan Noonien Singh, dictador de la India, y un superhombre él mismo, rigió al entero planeta Tierra, hasta que las sublevaciones le obligaron al ostracismo, a bordo de una nave espacial, en animación suspendida congelado. La serie de guerras subsiguientes, con todo, desató tal holocausto, que la Tierra fue sacudida por una última guerra total, antes de que en definitiva a las guerras los humanos renunciaren, y se decidieran a vivir como una sola gran sociedad bajo un solo Gobierno Mundial, siendo mediados del siglo XXI la fecha de tales fastos.


En medio de estos eventos, el inventor Zephram Cochrane dióse en desarrollar por vez primera el mecanismo de propulsión Warp. Reconocido éste como signo de una potencia tecnológicamente superior, por parte de una sonda vulcana que por aquellos pagos rondaba, visitan los vulcanos a la Tierra, y de ahí deviene el primer contacto humano con una civilización alienígena. Los vulcanos, inspirados por su filosofía de la lógica, carentes de emociones ellos mismos, interactúan con los humanos y les guían amablemente, mas también les imponen una actitud paternalista, que a la joven e impetuosa raza humana le subleva, en particular habida cuenta de que la Tierra, cuyo gobierno mundial ha sido relocalizado en la ciudad de San Francisco, ya no es ahora un mundo azotado por la devastación nuclear, sino un floreciente paraíso en donde la economía y las finanzas se han armonizado con el desarrollo personal de los individuos, en una utopía tecnológica como ninguna sociedad terrestre antes jamás pudo soñar como posible. Los humanos terminan lanzando su primera gran expedición al espacio exterior, a cargo del valiente capitán Jonathan Archer, y sobreviven a una nueva gran y terrible prueba, cuando deben evitar que la Tierra se convierta en un peón más de un dantesco juego político por parte de potencias del siglo XXVII, llamada la Guerra Fría Temporal, prueba en la que se ganan cumplidamente su derecho a como entre los grandes ser considerados.


En las décadas siguientes, paso consiguen abrirse los humanos, y de sus esfuerzos la Federación surge, una sociedad guiada por la Primera Directiva, que obliga al respeto de las civilizaciones tecnológicamente inferiores, así como a su completa autonomía hasta que pueda invitárselas a formar parte de la Federación, sin poder coaccionárselas en lo absoluto al respecto. Emprenden también nuevos y portentosos viajes, entre ellos con una nueva nave Enterprise, al mando del capitán James Tiberius Kirk, que una larga odisea de cinco años emprende, que los horizontes mentales de la Humanidad considerablemente amplían. Evita también la Tierra una serie de amenazas, incluyendo la nube V-Ger que marcha hacia ella, el regreso del malvado Khan, y una serie de otros embarazos, incluyendo la constante confrontación con el imperio de los Klingon.


Finalmente, la explosión de la luna klingon de Praxis gran devastación causa, y contra toda su experiencia anterior, obligados se ve el Imperio Klingon a la paz solicitar. Militaristas de ambas facciones, temerosas del futuro que pueda venir sin guerras de por medio, mezquinamente resuelven seguir las hostilidades, pero James Tiberius Kirk, honrando los más profundos ideales de la Federación, así como su propia acrimonia contra los klingon, la cual del asesinato de su propio hijo ha nacido, consigue finalmente la paz. Una nueva edad de oro pareciera querer empezar para la Federación, mas nuevos enemigos se hacen presentes, incluyendo a la fuerza imperialista del Dominio y sus peones políticos, y a los cibernéticos Borg y su pretensión de asimilar a toda la galaxia en el Colectivo Borg anulando las personalidades individuales de todos los seres. Por otra parte, por el accidente sucedido a la nave Voyager mediante, tiene por primera vez la Humanidad acceso a lo que ocurre en el otro lado de la Galaxia. Finalmente, libra la Humanidad dura batalla contra el Dominio, que cada vez más abiertamente revela sus intenciones belicistas, y sale vencedora después de dura contienda librada.


Mas, perecederas son las cosas de este universo, y tal ocurre también con los eventos de Star Trek. Acabada la guerra contra el Dominio, y sufrido Romulus su destrucción, por obra de una catastrófica supernova, tanto el señor Spock, antiguo compañero de misiones de James Tiberius Kirk, como Nero, quien, siendo el líder de los últimos romulanos, guía a los suyos en una misión para destruir a Vulcano y la Tierra, de la miserable suerte de su mundo creyéndolos responsables. En este viaje, consigue efectivamente Nero a Vulcano destruir, cambiando la historia de los eventos futuros.


Todo cuanto ha sido referido, es el compendio de 42 años de historias, en seis series de televisión referidas, si hemos de sumar la versión animada de “Viaje a las Estrellas”, a “Viaje a las Estrellas”, “Viaje a las Estrellas: La Nueva Generación”, “Viaje a las Estrellas: Abismo Espacial 9”, “Viaje a las Estrellas: Voyager” y “Viaje a las Estrellas: Enterprise”, contando en forma adicional, las diez películas de la franquicia hasta el año 2002, mas haciendo entrar la película del 2009, debido a que como clausura del entero universo Star Trek obra, y quién sabe, además de ser el final del mismo, también un nuevo comienzo…


ALIENTO…

…COSMOLÓGICO. 6 de 7. Hay que ver lo que ha crecido este universo, desde los capítulos autoconclusivos de la serie original hasta grandes arcos y sagas argumentales, con decenas de razas y planetas.

…AVENTURERO. 5 de 7. El puntaje hacia arriba es por las películas, porque si ahondamos en las series de televisión, es una de capítulos de nunca acabar.

…EXÓTICO. 5 de 7. El esquema de “Enterprise encuentra planeta” ha sido bien explotado, hasta la saciedad incluso diríamos, encontrándonos con toda clase de rarezas biológicas, o no tanto.

…MAQUIAVÉLICO. 3 de 7. La serie es aventura pura y dura. No hay mucho espacio para las intrigas detrás de la cortina. Es más: las historias casi todas se cuentan desde el puente de mando, no desde una mesa de negociaciones.

…PASIONAL. 5 de 7. Hay que admitirlo, las tripulaciones ponen por lo general lo mejor de sí. Incluso hasta los pobres casacas rojas que valientemente bajan planeta tras planeta sólo para ser barridos allí a la primera…

…TÉTRICO. 3 de 7. Salvo casos puntuales, como Khan o los Borg, no se puede decir que haya villanos grandes o memorables en Star Trek. Incluso los klingon a ratos parecen villanos de vodevil, más que temibles esbirros del Mal.

…FILOSÓFICO. 5 de 7. Y hasta nos creemos eso de que todas las razas tienen iguales derechos, el respeto por las civilizaciones más débiles, y esa atmósfera altisonantemente hippie de la serie. Lástima que sea sólo cine y televisión…

TOTAL: 65 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

lunes, 1 de junio de 2009

Música Magna: "Capsule in Space" de John Barry.

Imperdonable sería, en tan épico sitio como lo es el Magnoverso, que no estuviera presente la maestría de John Barry, como compositor de bandas sonoras internacionalmente reputado. Conocido es John Barry, por supuesto, aparte de otras notorias contribuciones, por haberle dado su característico timbre a la muy célebre saga de James Bond, el más famoso de los agentes secretos que el cine o la literatura han entregado, y a la que tuvo el honor de contribuir once veces. Y he aquí que, no seleccionado por sus orquestaciones para el tema de James Bond, ni por alguna de las llamadas "canciones Bond", sino por un tema instrumental destinado a tornarse característico de la saga, si bien nunca reconocido más allá de los acólitos seguidores de 007. He aquí, entonces, "Capsule in Space", como "Space March" también conocido, en Magnoverso:



El precedente tema compuesto fue para la película "Sólo se vive dos veces", que en 1967 hubo de estrenarse, y que constituye la quinta entrada en la saga de James Bond, no correspondiéndonos pronunciarnos sobre su valor musical, que obvio debería ser para cualquiera que lo escuche.
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