lunes, 24 de agosto de 2009

"La última legión".


En famoso y reconocido escritor de best-sellers devenido ha, el señor Valerio Massimo Manfredi, que en los comienzos de la década de 1990 principiando, una serie de libros de ambientación grecorromana ha publicado, mas sonriéndole recién la fortuna con su trilogía de Alexandros, que de la vida de Alejandro Magno trata. Y, uniendo Manfredi fuerzas con el veterano director Dino de Laurentiis, abócanse ambos a desarrollar el tema de la caída del Imperio Romano, con su último Emperador como personaje. No habiéndome leído ni teniendo conocimiento más que indirecto de la novela, por fuerza heme de referir tan solo a la película, que del año 2007 data, y que estrepitoso fracaso hubo resultado. Mas, siendo Magnoverso un blog sobre épica, deber ineludible de Bardomagno quien esto escribe es referirse a esta película.


Hemos, pues, por tanto, remontarnos al año 460 después de Cristo, la fecha de la caída de Rómulo Augústulo, Emperador de Occidente. Y no paréis mientes en que tales eventos, en la historia verdadera, han acaecido en el Año de la Gracia de Nuestro Señor de 476, puesto que en la película datada así ha sido la fecha. Vigila desde una estatua un joven rapazuelo, y descubre la llegada de un general. Deslízase entonces para birlarle la espada, mas no lo consigue, siendo descubierto y castigado por ello, y en mal destino hubiera rematado si la protección de un misterioso filósofo y druida britano su manto de protección no le extiende. Porque el jovenzuelo es nada menos que Rómulo Augústulo, quien es entronizado por Orestes, su padre, como Emperador de Occidente, y desígnasele como guardaespaldas al mismo general que su espada ha querido antaño inspeccionar, y que por Aurelius es conocido.


Mas el poder del Imperio Romano reposa en los hombros de un cruel bárbaro, que al nombre y fama de Odoacro responde, y que, ambicionando para sí el tercio de la Italia, bueno ve el negocio de hacérsela entera, con gracioso golpe de mano ganándosela, de manera tal que, depuesto Rómulo Augústulo y trocando por invocación del reconocimiento del Imperio Bizantino su usurpación en legítimo reinado, tórnase en Emperador él, quien por sus armas ya lo es prácticamente de hecho, faltándole serlo de derecho. Ejecuta entonces Odoacro su plan, y contra su asalto a traición, nada pueden las armas de Aurelius y de los suyos, quienes batidos son en la refriega, al tanto que luchando con denuedo, cae Orestes en la batalla, así como también la madre de Rómulo Augústulo, siendo por tanto el joven Emperador secuestrado por Odoacro. Mas, cuando en la hora undécima está Rómulo Augústulo por ser ejecutado, irrumpe el viejo druida y mentor del Emperador, y con una mezcla de trucos traicioneramente pasados por magia y sinceros razonamientos, convéncele de que buena cosa es mantener vivo al Emperador, que como prisionero valiosa pieza puede ser, mientras que muerto en mártir de la causa romana podría devenir. Escucha tales argumentos Odoacro, y a Capri resuelve que Rómulo Augústulo habrá de ser exiliado.


Fiel más allá de su deber Aurelius a su cometido, abandonando todos la causa del Imperio para apoyar a la del bárbaro, siendo salvo él de tanta ignominia, resuélvese presto para rescatar al Emperador, y al grande mal que en manos de Odoacro significa ver a Roma, ponerle de remedio la figura de Rómulo Augústulo. Pleno de estas disquisiciones, emprende de esta manera el viaje a Capri, reagrupando a su soldadesca, que tan malamente fueran derrotados, y ármanse para emprender un ataque. Obtiene también Aurelius el apoyo de un experto guerrero bizantino, mas, al poco de andar, descúbrese ella, porque de una dama se trata, su verdadero sexo. Sabe entonces Aurelius que ella, por Mira llamada, entrenada en artes de combate ha sido en su tierra natal, cual es la India, y al servicio del Imperio Bizantino ha ingresado. Ambos, sumadas que son las tropas de Aurelius, emprenden un asalto al estilo de los guerreros comandos, en contra de la fortificada isla de Capri, y prémianles su fidelidad los cielos, no sólo permitiéndoles que la suerte de Rómulo Augústulo con la suya sea, sino también con una poderosa espada que por avatares del destino entre las ruinas de Capri encuentran.


Mas, entonces terribles nuevas a ellos llegan, porque lejos de apoyar su causa, el Emperador bizantino con fuertes problemas lidia en su tierra, y dispuesto está en reconocer a Odoacro, quien buenamente lo ha amansado, y grande bien se llevará por el grande mal de la usurpación. Varados que son Rómulo Augústulo y sus protectores, revueltos contra Odoacro y contra el Imperio Bizantino, dos opciones se abren, cuales son, ora marchar a Germania, ora marchar a Inglaterra, en ambos casos buscando refuerzos en manos de legiones supervivientes, que aplastadas no hubieren sido por el guantelete de los bárbaros. Decántanse por Inglaterra finalmente, mas allá encontrarán terribles nuevas, porque los legionarios hace tiempo que su ardor combativo han perdido, mientras que por otra parte, cruel dominio deben padecer a manos del bárbaro Vortigern, entronizado como suprema autoridad británica, a falta de señorío de mejor talante y fuerza. Por lo que, acorralado en sus últimos dominios, deberá Rómulo Augústulo emprender una ulterior batalla, a fin de salvar lo que se pueda del legado romano.



Ostensiblemente fracasada en taquilla, méritos para destacarse posee esta película, y buena épica aquí es posible encontrar. Mas, aviesos son los designios de la fortuna, y poco pudo hacerse por salvarla.


ALIENTO…

…COSMOLÓGICO. 4 de 7. Las postrimerías del Imperio Romano. No será éste en toda su gloria y apogeo, pero ver al Imperio Romano en las garras sarmentosas de los bárbaros pone un poco de sí.

…AVENTURERO. 4 de 7. Si exceptuamos el factor de improbabilidad histórica, las peripecias de los personajes son entretenidas en grado sumo, viéndoles tomar por asalto una fortaleza, o trenzándose a varios duelos con espada por el camino. Un poco más de chicha y habría sido una maravilla.

…EXÓTICO. 4 de 7. El puntito extra es por la insólita decisión de haber puesto como personaje a una guerrera de la India en ambiente grecorromano, que le aporta un poco de descuadre a lo que de otra manera hubiera podido ser mucho más adocenado.

…MAQUIAVÉLICO. 3 de 7. Aunque Orestes se muestra como un tarado, Odoacro no sólo es un buen caudillo bárbaro, sino que tiene un par de neuronas para gobernar. No muchas, pero un par al menos.

…PASIONAL. 4 de 7. Aishwarya Rai tratando de seducir a Colin Firth. El joven Rómulo Augústulo tratando de encontrar su lugar en el mundo. El viejo druida emperrado en su sueño de recobrar la espada. Salvan el dinero.

…TÉTRICO. 3 de 7. Los villanos podrían haber sido algo grande, pero se quedan a medio gas. A Odoacro no se le ve más, sus subordinados dan lástima, y Vortigern podía haber dado más de sí.

…FILOSÓFICO. 2 de 7. Casi no hay filosofía aquí que pueda ser reseñada, y el único personaje claramente identificable como un filósofo, en realidad es una especie de mezcla entre mago, druida y agente secreto.

TOTAL: 49 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

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