viernes, 31 de julio de 2009

"NATO" de Laibach.


Si curiosidad sentís, en primer lugar, por adentraros en el universo artístico de Laibach, siendo el caso que nunca hubiéseis escuchado algo de ellos con anterioridad, que no sólo de música trátase lo suyo, sino antes bien, de una propuesta estética y artística en completo. Si tomarles la palabra hemos de, citarles podemos, en su canción “WAT” diciendo: “Nosotros no somos un tipo de grupo ordinario, nosotros no somos humildes músicos pop, nosotros no te seducimos con melodías, y no estamos aquí para complacerte, no tenemos respuestas para tus preguntas, y sin embargo podemos cuestionar tus demandas, no intentamos salvar sus almas, el suspenso es nuestro mecanismo, nosotros somos tiempo”. Del disco “WAT” es este tema, mas no hemos de referirnos a éste en esta ocasión, sin perjuicio de futuros fastos en el Magnoverso, sino a aquel que en 1994 lanzaron, y que como “NATO” es conocido.


Aunque eslovenos de procedencia, no hemos de tratarlos en sus orígenes como tales, mas como yugoeslavos hemos de considerarlos, toda vez que en la época, a la par que Croacia, Bosnia y Montenegro entre otros territorios, en Yugoslavia estaba Eslovenia integrada. Tras varios discos en que diéronse activamente a la experimentación musical, en los albores de la música industrial, volvióse Laibach de las bandas relevantes de tal escena, y hemos de dar fe que cuando en el mainstream musical el poder industrial europeo de Raimmstein con “Herzeleid” en 1995 explotó, no pocos opinaron, y desarrollos ulteriores tiempo y razón tendrían de confirmarlo, ora que Laibach era “Rammstein para adultos”, ora que Rammstein era “Laibach infantilizado”, a según del testigo la perspectiva. Mas tampoco de Rammstein hemos de hablar ahora, aunque quizás ocasión para ello haya en un futuro. Retroceder hemos en un año, hasta 1994, para encontrarnos en los Balcanes con nación contra nación, con hermano contra hermano, con sangre derramada sobre sangre derramada. Desgarrada finalmente la Yugoslavia, destazada por la onda expansiva de la implosión de la Unión Soviética, he aquí que lánzase Bosnia a una guerra de conquistas, reemplazar a la antigua federación de Yugoslavia por un Imperio Bosnio buscando, chocando con Croacia en sendas y cruentas guerras. Tales eventos hubieron de ser vividos por Laibach, vecinos en Eslovenia, y en su música fueron reflejados.


Porque si a música hemos de reducir las propuestas laibachianas, poco en limpio habremos de sacar, puesto que en inentendible lo que Laibach es tórnase sin su posición antes comprender. Lúcidamente, considerando que en mero pastiche la cultura pop mundial por completo ha devenido, arriésganse ellos a llevar hasta sus últimas consecuencias tales procesos, de manera que sobre el pastiche inconsciente de la cultura globalizada, ellos conscientemente pastiche hacen de lo suyo. Y, considerando que la cultura de masas a dichas masas estupidiza, para servicio de los poderes establecidos, y por tanto reforzando dicha cultura de masas el culto a la personalidad y al líder, deciden que, en respuesta, haciendo del fuego contra fuego su filosofía, música militarista y marcial compondrán, mas no brillante ni apoteósica, sino de oscuridad y tenebrismo envuelta. Tal es la vibración que bizarrías como “Let It Be” explica, disco éste en que hacen un completo cover del disco “Let It Be” de The Beatles, que en 1988 diéronse en perpetrar, mas parodiándolo hasta convertir en fantoches neonazis a esta inofensiva banda pop, o su disco “Volk”, que con su significativo título en alemán que por “Pueblo” o “Nación” tradúcese, en 2006 hicieron otra vez tal sangrante estilo con covers de himnos nacionales de muchas y congregadas naciones. Con una estética feísta y militarista compleméntase esto, y montado es el designio burlesco. Mas, donde la más alta cumbre alcanzaron en su estilo, en el disco “NATO” fue.


De nueve temas compónese “NATO”. Sanguinario desde el título, al nombre inglés de la OTAN alude éste, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que en ese mismo año 1994, militarmente aprestábanse a en los países de la ex Yugoslavia intervenir, tratando de con más guerra apagar la guerra. Y sanguinario es, porque entero en torno al tema de la guerra gira el disco, asociando de esta manera a la guerra, la fuerza de paz y seguridad de Occidente, en Kriegsphilosophie torciéndola, satirizando su afán de imponer la paz armada en vez de por vía de conversación conseguirla. Y, fieles a su tradición, de los nueve temas, covers los nueve son, a la guerra refiriéndose o de ella burlándose, en un tono tecnowagneriano que a las claras en las alas de la mayor gloria de la sed europea de sangre viaja.


Parte el disco con “NATO”, cover de “Mars – The Bringer of War”, que por “Marte el Portador de la Guerra” hemos de traducir, primer movimiento de la suite de “Los Planetas”, de 1917, por Gustav Holst ha sido compuesto, y que en fantasía tecnowageriana deviene acá. Con “War” sigue, cover electrónico de un tema funk de la década de 1970. Contra Europe y su estilo pegajoso de buenos conejos de lobos malvados disfrazados, empréndenlas en una a la vez burlesca y tétrica versión de “The Final Countdown”. Mas, con el siguiente tema, haciendo cover de Bolland y Status Quo, serio se pone el disco con “In The Army Now”, sombríamente versionándolo, y cosa idéntica sucede con “Dogs of War”, que otrora en “The Delicate Sound of Thunder” compusiera Pink Floyd, versando el primero sobre la infelicidad de los reclutas, a la cruel guerra enviados, que en nada ésta se parece a los afiches y cartelones de publicidad del ejército, y sobre los mercenarios de la guerra el segundo, que no por honor ni lealtad, ni por profundos valores o creencias patrióticas juéganse la vida propia a la par de exterminar la ajena, sino por el dinero que a sus falquitreras tales desvelos aporten. Exaltación del espíritu bélico, en clave de parodia a los neonazis, escuchar debemos en el tema “Alle gegen Alle”, que por “Todos contra todos” traducido hemos de al español, y en alemán viene, toda vez que alemanes son sus autores originales, que son, a saber, la banda DAF. Mas, después de este interludio, con dos temas que por debajo de su tono épico apenas su raigambre en la música folk esconden, siendo “National Reservation” el primero, aunque “Indian Reservation” el tema original llámase, y “2525” el segundo, de “In The Year 2525” abreviación es. En ambos casos, necesario decirlo es, cambios en la letra fueron introducidos, toda vez que refiérese la primera canción a los indios atacados por el hombre blanco de Occidente, y su cover a los yugoeslavos y habitantes del bloque soviéticos por idéntico agresor acosados, y en el segundo término, a un futuro distópico y totalitario aludiendo, en la versión de Laibach disuélvese, en dantesca Tercera Guerra Mundial profetizada. Con “Mars on River Drina”, que en castellano su traducción es “Marte en el Río Drina”, y cuyo título original es “March on River Drina”, este pesado tour de force ciérrase, siendo el tema original una marcha militar serbia que desde la Primera Guerra Mundial es datada.


Laibach en este disco consigue, en grado supremo, tanto por vía de la idea como por la de su brillante ejecución, satirizar la institución suprema de la guerra, y exaltar como parodia el pastiche nacionalista con el que la sed de sangre tantos disfrazan. Apártanse han Laibach de este camino por un tiempo, y hacia la religión los dardos apuntarán en su siguiente disco, como “Jesus Christ Superstar” conocido, aunque parcialmente en su de laibachiana filosofía grabación “WAT” retomarán esto, y muy en particular, doce años nada menos pasados, en el conjunto de himnos “Volk” llamados.


ALIENTO…

…COSMOLÓGICO. 3 de 7. No es por la cosmología que este disco destaca, pero este disco es el soundtrack definitivo de los Balcanes inmediatamente posterior al derrumbe de Yugoslavia.

…AVENTURERO. 2 de 7. Este disco no es para buscar aventuras. Esto no es Manowar o Rhapsody, para que nos entendamos.

…EXÓTICO. 4 de 7. El espíritu wagneriano siempre vende. Y más si viene en un buen envoltorio electrónico.

…MAQUIAVÉLICO. 7 de 7. No es fácil utilizar el viejo truco de combatir al fuego con fuego, dándole a tus enemigos una cucharada de su propia medicina. Y eso es justamente lo que este disco hace de manera brillante.

…PASIONAL. 6 de 7. Si quieres levantar pasiones, nada mejor que utilizar coros operáticos de fondo a discreción. Además, el latido de los ritmos electrónicos termina de crear la atmósfera.

…TÉTRICO. 4 de 7. Este no es un disco diseñado para levantarse al amanecer y sentirse bien para salir a trotar. No existe ningún tema que te haga amar al Sol o querer escuchar el bonito canto de los pajaritos por la mañana.

…FILOSÓFICO. 7 de 7. La crítica o parodia, a según se quiera ver, que Laibach hace respecto del militarismo occidental, es simplemente devastadora.

TOTAL: 67 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

martes, 28 de julio de 2009

Música Magna: "A Cruel Angel's Thesis" de Yoko Takahashi.

Grande hito representó en verdad el lanzamiento de "Neon Genesis Evangelion", y tal fenómeno desapercibido no ha de pasar para un blog especializado en épica, como Magnoverso lo es. De manera que, helo aquí presentado, "A Cruel Angel's Thesis" a continuación sigue.



Cantado por Yoko Takahashi el tema es, y como el tema central de "Neon Genesis Evangelion" presentado fue, en el que fuera el año de 1995.

viernes, 24 de julio de 2009

Textos Magnos: La "Batracomiomaquia" de autor anónimo.


Al comenzar esta primera página, ruego al coro del Helicón que venga a mi alma para entonar el canto que recientemente consigné en las tablas, sobre mis rodillas —una lucha inmensa, obra marcial llena de bélico tumulto— deseando que llegue a oídos de todos los mortales cómo se distinguieron los ratones al atacar a las ranas, imitando las proezas de los gigantes, hijos de la tierra. Tal como entre los hombres se cuenta, su principio fue del siguiente modo:

Un ratón sediento, que se había librado del peligro de una comadreja, sumergía su ávida barba cerca de allí, en un lago, y se refocilaba con el agua dulce como la miel cuando le vio una vocinglera rana, que en el lago tenía sus delicias y le habló de esta suerte:

—Forastero, ¿quién eres? ¿De dónde viniste a estas riberas? ¿Quién te engendró? Dímelo todo sinceramente: no sea que yo advierta que mientes. Si te considerare digno de ser mi amigo, te llevaré a mi casa y te haré muchos y buenos presentes de hospitalidad. Yo soy Hinchacarrillos y en el lago me honran como perpetuo caudillo de las ranas: crióme mi padre Lodoso y me dio a luz Reinadelasaguas, que se había juntado amorosamente con él a orillas del Erídano. Pero noto que también eres hermoso y fuerte, más aún que los otros; y debes de ser rey portador de cetro y valeroso combatiente en las batallas. Mas sea, declárame pronto tu linaje.

—¿Por qué me preguntas por mi linaje? Conocido es de todos los hombres y dioses y hasta de las aves que vuelan por el cielo. Yo me llamo Hurtamigas, soy hijo del magnánimo Roepán y tengo por madre a Lamemuelas, hija del rey Roejamones. Pero, ¿cómo podrás conseguir que sea tu amigo, si mi naturaleza es completamente distinta de la tuya? Para ti la vida está en el agua, mas yo acostumbro roer cuanto poseen los hombres: no se me oculta el pan floreado que se guarda en el redondo cesto; ni la gran torta rociada de sésamo; ni la tajada de jamón; ni el hígado, dentro de su blanca túnica; ni el queso fresco, de dulce leche fabricado; ni los ricos melindres, que hasta los inmortales apetecen; ni cosa alguna de las que preparan los cocineros para los festines de los mortales, echando a las ollas condimentos de toda especie.

Jamás huí de la gritería horrenda de las batallas, sino que siempre me encamino hacia el tumulto y pronto me mezclo con los combatientes más avanzados. No me espanta el hombre con su gran cuerpo, pues encaramándome a la cama en que reposa le muerdo la punta del dedo y hasta le cojo por el talón sin que le venga ningún dolor ni le desampare el dulce sueño mientras yo le muerdo. Dos son los enemigos de quienes en gran manera lo temo todo en toda la tierra: el gavilán y la comadreja, que me causan terribles pesares; y también el luctuoso cepo, donde se oculta traidora muerte. Pero temo mucho más a la comadreja, que es fortísima y, cuando me escondo en un agujero, al mismo agujero va a buscarme. No como rábanos, ni coles, ni calabazas ni me nutro de verdes acelgas ni de apio; que estos son vuestros manjares, alimentos propios de los que habitáis en la laguna.

A estas razones Hinchacarrillos contestó sonriendo: —¡Oh forastero! Mucho te envaneces por lo del vientre; también las ranas tenemos muy muchas cosas admirables de ver, así en el lago como en la tierra firme. Pues el Cronión nos dio un doble modo de vivir y podemos saltar en la tierra y zambullir nuestro cuerpo en el agua, habitando moradas que de ambos elementos participan. Si quieres comprobarlo, muy fácil te ha de ser: monta sobre mi espalda, agárrate a mí para que no resbales y llegarás contento a mi palacio. Así dijo; y le presentó la espalda. El otro, subiendo al punto con fácil salto, asióse con las manos al tierno cuello. Y al principio regocijábase contemplando los vecinos puertos y deleitándose con el nado de Hinchacarrillos; mas, así que se sintió bañado por las purpúreas olas, brotáronle copiosas lágrimas y, tardíamente arrepentido, se lamentaba y se arrancaba los pelos, apretaba con sus pies el vientre de la rana, le palpitaba el corazón por lo insólito de la aventura y anhelaba volver a tierra firme; y en tanto el glacial terror le hacía gemir horriblemente. Extendió entonces la cola sobre el agua, moviéndola como un remo, y, mientras pedía a las deidades que le dejaran arribar a tierra firme, iban bañándolo las purpúreas ondas. Gritó, por fin, y estas fueron las palabras que profirió su boca:

—No fue así ciertamente como llevó sobre los hombros la amorosa carga el toro que, al través de las olas, condujo a Creta la ninfa Europa; como, nadando me transporta a mí sobre los suyos esta rana que apenas levanta el amarillo cuerpo entre la blanca espuma.

De súbito apareció una hidra, con el cuello erguido sobre el agua ¡Amargo espectáculo para entrambos! Al verla, sumergióse Hinchacarrillos, sin parar mientes en la calidad del compañero que, abandonado, iba a perecer. Fuese, pues, la rana a lo hondo del lago y así evitó la negra muerte. El ratón, al soltarlo la rana, cayó en seguida de espaldas sobre el agua; y apretaba las manos; y, en su agonía, daba agudos chillidos. Muchas veces se hundió en el agua, otras muchas se puso a flote coceando; pero no logró escapar a su destino. El pelo, mojado, aumentaba aún más su pesantez. Y pereciendo en el agua, pronunció estas palabras:

—No pasará inadvertido tu doloso proceder, oh Hinchacarrillos, que a este náufrago despeñaste de tu cuerpo como de una roca. En tierra, oh muy perverso, no me vencieras ni en el pancracio, ni en la lucha, ni en la carrera; pero te valiste del engaño para tirarme al agua. Tiene la divinidad un ojo vengador, y pagarás la pena al ejército de los ratones sin que consigas escaparte.

Diciendo así, expiró en el agua. Mas acercó a verlo Lameplatos, que se hallaba en el blando césped de la ribera; y, profiriendo horribles chillidos corrió a participarlo a los ratones. Así que éstos se enteraron de la desgracia, todos se sintieron poseídos de terrible cólera. En seguida ordenaron a los heraldos que al romper el alba convocaran a junta en la morada de Roepán, padre del desdichado Hurtamigas, cuyo cadáver aparecía tendido de espaldas en el estanque, pues el mísero ya no se hallaba próximo a la ribera, sino que iba flotando en medio del ponto. Y cuando, al descubrirse la aurora, todos acudieron diligentes, Roepán, irritado por la suerte de su hijo, se levantó el primero y les dijo estas palabras:

—¡Oh amigos! Aunque a mí solo me han hecho padecer las ranas tantos males, la actual desventura a todos nos alcanza. Soy muy desgraciado, puesto que perdí tres hijos. Al mayor lo mató la odiosísima comadreja, echándole la zarpa por un agujero. Al segundo lleváronlo a la muerte los crueles hombres, con novísimas artes, inventando un lígneo armadijo que llaman ratonera y es la perdición de los ratones. Y el que era mi tercer hijo, tan caro a mi y a su veneranda madre, lo ha ahogado Hinchacarrillos, conduciéndolo al fondo de la laguna. Mas, ea, armaos y salgamos todos contra las ranas, bien guarnecido el cuerpo con las labradas armaduras.

Diciendo semejantes razones, a todos les persuadió a que se armaran; y a todos los armó Ares, que se cuida de la guerra. Primeramente ajustaron a sus muslos, como grebas, vainillas de verdes habas bien preparadas, que entonces abrieron y que durante la noche habían roído de la planta. Pusiéronse corazas de pieles con cañas, que ellos mismos habían dispuesto con gran habilidad, después de desollar una comadreja. Su escudo consistía en una tapa de las que llevan en el centro los candiles; sus lanzas eran larguísimas agujas, broncínea labor de Ares; y formaba su morrión una cáscara de guisante sobre las sienes.

Así se armaron los ratones. Las ranas, al notarlo, salieron del agua y, reuniéndose en cierto lugar, celebraron consejo para tratar de la perniciosa guerra. Y mientras inquirían cuál fuera la causa de aquel levantamiento y de aquel tumulto, acercóseles un heraldo con una varita en la mano —Penetraollas, hijo del magnánimo Roequeso— y les anunció la funesta declaración de guerra, hablándoles de esta suerte: —¡Oh ranas! Los ratones os amenazan con la guerra y me envían a deciros que os arméis para la lucha y el combate, pues vieron en el agua a Hurtamigas, a quien mató vuestro rey Hinchacarrillos. Pelead, pues, los que más valientes seáis entre las ranas.

Diciendo así, les declaró el mensaje. Su discurso penetró en todos los oídos y turbó la mente de las soberbias ranas. Y como ellas increparan a Hinchacarrillos, éste se levantó y les dijo:

—¡Amigos! Ni he dado muerte al ratón, ni le he visto perecer. Debió de ahogarse mientras jugaba a orillas del lago, imitando el nadar de las ranas; y los perversos me acusan a mí que soy inocente. Mas, ea, busquemos de qué manera nos será posible destruir los pérfidos ratones. Voy a deciros la que me parece más conveniente. Cubramos el cuerpo con las armas y coloquémonos todos en los bordes más altos de la ribera, en el lugar más abrupto; y cuando aquéllos vengan a atacarnos, asgamos por el casco a los que a nosotros se aproximen y echémoslos prestamente al lago con sus mismas armaduras. Y después que se ahoguen en el agua, pues no saben nadar, erigiremos alegres un trofeo que el ratonicidio conmemore.

Diciendo así, a todos les persuadió a que se armaran. Cubrieron sus piernas con hojas de malva; pusiéronse corazas de verdes y hermosas acelgas, transformaron hábilmente en escudos unas hojas de col; tomaron a guisa de lanza sendos juncos, largos y punzantes; y cubrieron su cabeza con yelmos que eran conchas de tenues caracoles. Vestida la armadura, formáronse en lo alto de la ribera, blandiendo las lanzas, llenos de furor.

Entonces Zeus llamó a las deidades al estrellado cielo y, mostrándoles toda la batalla y los fuertes combatientes, que eran muchos y grandes y manejaban luengas picas —como si se pusiera en marcha un ejército de centauros o de gigantes— preguntó sonriente "¿Cuáles dioses auxiliarán a las ranas y cuáles a los ratones?" Y dijo a Atenea:

—¡Hija! ¿Irás por ventura a dar auxilio a los ratones, puesto que todos saltan en tu templo, donde se deleitan con el vapor de la grasa quemada y con manjares de toda especie?

—¡Oh padre! Jamás iré a prestar mi auxilio a los afligidos ratones, porque me han causado multitud de males, estropeando las diademas y las lámparas para beberse el aceite. Y aun me atormenta más el ánimo otra de sus fechorías: me han roído y agujereado un peplo de sutil trama y fino estambre que tejí yo misma; y ahora el sastre me apremia por la usura —¡situación horrible para un inmortal!— pues tomé al fiado lo que necesitaba para tejer y ahora no sé como devolverlo. Mas ni aun así querré auxiliar a las ranas, que tampoco tienen ellas sano juicio: pues recientemente, al volver de un combate en que me cansé mucho, me hallaba falta de sueño y no me dejaron pegar los ojos con su alboroto; y estuve acostada, sin dormir y doliéndome la cabeza, hasta que cantó el gallo. Ea, pues, oh dioses, abstengámonos de darles nuestra ayuda: no fuese que alguno de vosotros resultase herido por el punzante dardo, pues combatirán cuerpo a cuerpo, aunque una deidad se les oponga; y gocémonos todos en contemplar desde el cielo la contienda.

Así dijo. Obedeciéronla los restantes dioses y todos juntos se encaminaron a cierto paraje. Entonces los cínifes preludiaron con grandes trompetas el fragor horroroso del combate; y Zeus Cronida tronó desde el cielo, dando la señal de la funesta lucha.

Primeramente Chillafuerte hirió con su pica a Lamehombres, que se hallaba entre los más avanzados luchadores, clavándosela en el vientre, en medio del hígado: el ratón cayó boca abajo, se le mancharon las tiernas crines, y, al venir a tierra con gran ruido, las armas resonaron sobre su cuerpo. Después Habitagujeros, como alcanzara a Cienolento, le hundió en el pecho la robusta lanza: hizo presa en el caído la negra muerte y el alma le voló del cuerpo. Acelguívoro mató a Penetraollas, tirándole un dardo al corazón, y en la propia orilla mató también a Roequeso.

Comepan hirió en el vientre a Muchavoz, que cayó boca abajo y el alma le voló de los miembros. Gozalago al ver que Muchavoz se moría, adelantóse e hirió a Habitagujeros en el delicado cuello con una piedra como de molino y a éste la oscuridad le veló los ojos.

Grandemente apesarado Albahaquero hirió al ratón con el aguzado junco, sin que luego se le acercara para recobrar la lanza. Así que lo vio Lamehombres, dirigióle un brillante dardo y no le erró, pues se lo clavó en el hígado. Y como viera que Comecosto huía, cayóse al pie de la elevada orilla. Pero ni aun así cesó de luchar, sino que le hirió; y éste vino al suelo para no levantarse más; tiñóse el lago con la purpúrea sangre y el ratón quedó en la ribera envuelto en las delgadas cuerdas de sus intestinos.

Juncalero, al ver a Taladrajamones, entró en gran temor, tiró el escudo y huyó, echándose de un salto en el agua. El irreprensible Reposaenelcieno mató a Pastinascívoro y Gozaenelagua dio muerte al rey Roejamones, hiriéndole con un canto en la parte superior de la cabeza: el cerebro le fluía al ratón por la nariz y la tierra se manchaba de sangre.

Lameplatos mató al irreprensible Reposaenelcieno, acometiéndole con la lanza; y a éste la obscuridad le veló los ojos. Puerrívoro, al verlo, cogió por el pie a Oliscasado y, apretándole con la mano el tendón, lo ahogó en el lago.

Ladrondemigajas quiso vengar a su difunto compañero e hirió a Puerrívoro en el vientre, en medio del hígado: cayó a sus pies la rana y el espíritu de la misma fuese al Hades. Andaentrecoles, cuando lo vio, tiróle desde lejos un puñado de cieno, que le manchó el rostro y por poco no le ciega.

Encolerizóse el ratón y cogiendo con su robusta mano una enorme piedra que había en la llanura, verdadera carga de la tierra, con ella hirió a Andaentrecoles debajo de las rodillas: quebróse toda la pierna derecha de la rana, y cayó ésta de espaldas en el polvo. Vocinglero acudió en su auxilio y, acometiendo a Ladrondemigajas, le hirió en medio del vientre: envasóle todo el aguzado junco y, al arrancarle la pica con su robusto brazo, todos los intestinos se desparramaron por el suelo.

Y así que lo vio en lo alto de la ribera Habitagujeros —el cual, hallándose sumamente abatido, se retiraba del combate cojeando— saltó a un foso para escapar de la horrible muerte. Roepán hirió en la extremidad del pie a Hinchacarrillos; y éste, afligido, diose en seguida a la fuga y saltó el lago.

Alguívoro, cuando le vio caído y casi exánime, abrióse paso por entre los combatientes delanteros y acometió a Roepán con el aguzado junco, mas no logró romperle el escudo y en éste se quedó clavada la punta de la pica. Pero le hirió en el eximio casco de cuádruple penacho, haciéndose émulo del propio Ares, el divinal Catorégano, único combatiente que sobresalía entre la muchedumbre de las ranas. Mas arremetieron contra él y, al verlo, no se atrevió a esperar a los esforzados héroes y fue a sumergirse en lo profundo del lago.

Figuraba entre los ratones el mancebo Robaparte, señalado entre todos e hijo del irreprensible Roedor que acecha el pan. Roedor fue a su casa y mandó a su hijo que interviniera en el combate, y éste aseguró, braveando, que había de exterminar el linaje de las ranas. Púsose cerca de ellas con ganas de combatir reciamente; rompió por la mitad una cáscara de nuez y armóse metiendo las manos en ambos fragmentos. Temerosas las ranas fuéronse todas al lago. Y aquél hubiera llevado a cabo su propósito, pues su fuerza era grande, si no lo hubiese advertido en seguida el padre de los hombres y de los dioses. El Cronión se compadeció entonces de las ranas, que perecían, y, moviendo la cabeza, dijo de esta suerte:

—¡Oh dioses! Grande es la hazaña que van a contemplar mis ojos. Muy perplejo me dejó Robaparte al gloriarse fieramente de que ha de destruir las ranas en el lago. Mas enviemos cuanto antes a Palas, que produce el tumulto de la guerra, o a Ares, para que lo aparten de la batalla no obstante su valentía.

Así se expresó el Cronida, y Ares contestóle diciendo: —Ni el poder de Atenea ni el de Ares bastarán, oh Cronida, para librar a las ranas de la perdición horrenda. Mas, ea, vayamos en su auxilio todos juntos o mueve tu arma con la cual mataste a los titanes, que eran con mucho los mejores de todos; y de esta manera quedará domeñado el más valiente, como en otro tiempo hiciste perecer al robusto varón Capaneo, al gran Enceladonte y a las feroces familias de los Gigantes. Así dijo; y el Cronida arrojó el brillante rayo. Primeramente despidió un trueno, que hizo estremecer el vasto Olimpo, y en seguida lanzó el rayo —temible arma de Zeus— que voló, serpeando, de la soberana mano. Su caída a todos les causó pavor, así a las ranas como a los ratones; mas no por eso abandonó el combate el ejército de estos últimos, que hubiera esperado aún más que antes destruir el linaje de las belicosas ranas, si Zeus, compadeciéndose de ellas desde el Olimpo, no les hubiera enviado prestamente auxiliares.

De pronto se presentaron unos animales de espaldas como yunques, de garras corvas, de marcha oblicua, de pies torcidos, de bocas como tijeras, de piel crustácea, de consistencia ósea, de lomos anchos y relucientes, patizambos, de prolongados labios, que miraban por el pecho y tenían ocho pies y dos cabezas, indomables: eran cangrejos, los cuales se pusieron a cortar con sus bocas las colas, pies y manos de los ratones, cuyas lanzas se doblaban al acometer a los nuevos enemigos.

Temiéronles los tímidos ratones y, cesando en su resistencia, se dieron a la fuga. Y al ponerse el sol, terminó aquella batalla que había durado un solo día.

lunes, 20 de julio de 2009

Mafalda.

Parece ser, mis caros, según toda posible previsión, que de los países hispanos la épica no es un privilegio. Hínchanse los corazones e inflámanse las almas anglosajonas e indoeuropeas con las grandes hazañas y hechos de broncíneos guerreros que destruyen villanos y que de monstruos buena cuenta dan, mas en nuestra subdesarrollada Latinoamérica, vanas parecen ser las esperanzas de que épica decente del fango surja. Obras lo han intentado, sí, lo han intentado con pasión y acrimonia, mas pareciérenles faltar el aliento épico de la reivindicación. Quisiéranse los intelectuales y escritores latinoamericanos rescatar una tradición quietista prehispánica, ora real, ora producto de sus cogitaciones calenturientas, y, por ello espoleados a rechazar en bloque todo intento de épica, de lo movedizo, de la lucha contra la existencia, resiéntese la épica de lo latino fuertemente por eso. Habremos a continuación de analizar la épica de una de las más representativas tiras cómicas latinoamericanas, cual es la que por Mafalda tiene la gracia de ser conocida.

Origínase Mafalda ni en el vibrante aliento épico de la Hispanidad transplantada a tierra virgen americana, ni en la sangre autóctona emergiendo desde lo profundo de la piedra originaria, sino en los prosaicos reclamos de una aséptica y occidentalizante empresa de electrodomésticos, quiénes interesado habíanse en una tira sobre una familia típica de clase media, que de electrodomésticos de dicha marca valíanse para sus quehaceres cotidianos. Tenía por apelativo, la protagonista de la tira, la gracia de Mansfield, mas notóse en exceso el afán comercial de la tira, algo que en la época, pues hablamos del Año de la Era Común de 1962, tiempos en que aún no concebíase el product placement e indigna maniobra tales cosas consideraba el lector y el empresario silvestre, rechazado con todos sus fueros había de ser. Archivóse entonces la tira, mas su dibujante, Quino, no queriendo darla por terminada, y viendo buena cosa el reciclar trabajos anteriores, aceptó así los requerimientos de su amigo Julián Delgado, y ofrecióle la tira, mas cambiándole ahora el nombre a Mafalda.

Principió la tira de Mafalda de la manera más simple posible, siendo repetitivo su esquema, en que desde su ingenuo infantil punto de vista, ponía en aprietos Mafalda a sus padres, formulándoles preguntas que estaban supuestamente de su rango de edad fuera, recibiendo las respuestas de éstos, que por ser convencional la familia, convencionales también eran en su enunciación, haciendo Mafalda un irónico comentario final, que de apostilla final servía. Mas, agotándose dentro de lo previsible esta fórmula, en un medio de tan alta rotación como podía serlo el periodismo, hubo Quino de abrirse nuevos cauces para seguir explotando al personaje. Y hubo de crearles amiguitos, conformándose así una banda de chicos en los cuales, en pequeño, reflejábanse las vicisitudes y tensiones de la vida familiar.

Prominente amiga hubo de ser Susanita, que a través de su estrecha y predeterminada visión de la vida, contrapunto perfecto para el inconformismo de Mafalda era, puesto que siendo la protagonista adalid de la emancipación femenina, la autorrealización de la mujer y el cuestionamiento del mundo el cual como agente alinenante de las esperanzas humanas funciona, bregaba Susanita por todos los valores contrarios, teniendo por considerados la esclavitud de la mujer al esquema de vida que la tradición y la sociedad le han predeterminado, la sumisión a los roles tradicionales de género, y el conformismo respecto a las divisiones e injusticias sociales, revestidas apenas de una pátina de sentimentalismo hipócrita del cual perfectamente inconsciente es. Como de esperarse es en tal coyuntura, sostenedora de la relación Mafalda es, toda vez que siendo egocéntrica como es, Susanita incapaz de empatizar con nadie se muestra, mientras que Mafalda, siempre criticándolo todo, es capaz en Susanita de encontrar aspectos positivos.

Con acierto representa Felipito a otro estereotipo social, cual es el hombre moderno en eterna duda entre dos tendencias opuestas, cuales son su bullente vida creativa interior por un lado, y por el otro las imposiciones sociales que buscan encauzar y enrielar sus talentos y aptitudes. Mas Felipito, si bien laxo en el cumplimiento de las tareas y deberes y esforzándose por encajar, dejado a su entera libertad demuestra un enorme poder creativo, además de una bondad innata, que la corrupción de la sociedad no consiguen borrarle.

Tales contradicciones y dudas que tanto contra Felipito hacen por atormentarle, bien resueltas las tiene Miguelito. Chico conocedor de su propia valía, rebelde contra las absurdamente relamidas instrucciones de unos padres que sólo saben de prohibiciones, no trepida en autovalidarse a cada paso de la vida que da.

Está en el extremo contrario Manolito se encuentra, que como el hijo del tendero del barrio es reconocido, quien ha de sufrir constantemente una presión paterna que, a fuerza de brutalidad malamente entendida como cariño, por socavarle toda la personalidad ha terminado, convirtiéndole así en un grosero materialista sin personalidad propia, mas, al carecer de un alma que le sea suya y particular, no hay resortes en su personalidad que le lleven al empuje y la autosuperación. En su materialismo y falta de ideales, hundido en la falta de autoestima se encuentra Manolito, con pocas esperanzas de salir, puesto que la única fuga hacia delante que visualiza, es la de seguir la senda que por socavarlo tanto ha hecho, hundiéndose por tanto más y más en una espiral sin fin. Irónicamente a pesar que con tanto ahínco busca la adaptación y la integración social, rigiéndola según principios prácticos y materialistas, y sacrificando su propia persona en el proceso, su rudeza de modales y su espíritu zafio le han ganado el odio de Susanita, que también personalidad conformista es, pero que imbuida de espíritu más tradicionalista, tiende a mirar a Manolito como una especie de advenedizo, en reflejo perfectamente simétrico de la antipatía que los acomodados de rancio abolengo suelen sentir por los advenedizos que pujan por hacerse un lugar.

Llámase Guille el hermanito de Mafalda, y ambos difícil convivencia deben empezar, ora como hermanitos que se apoyan el uno al otro, ora rivalizando entre sí por el cariño de sus padres. Como recién nacido, es Guille ejemplo de narcisismo que educado aún debe ser, y sufre Mafalda por ello. Mas, aunque egocéntrico como todo neonato, es Guille hombre de buen corazón, y apoya a Mafalda y la admira como hermana mayor.

Ultima invitada al barrio, la más política de todas las amigas de Mafalda, Libertad es. Pequeña de estatura, un chiste político su existencia misma es. Trabaja su madre como traductora, e inoculada con ideas políticas de izquierda encuéntrase ella. Entiéndese bien en general con Mafalda, pero siendo Libertad más, por decirlo en términos romances, papista que el Papa, suena a veces más incendiaria que la misma Mafalda. Después de todo, escéptica es Mafalda respecto del Gobierno y los poderes establecidos, pero no menos mala opinión se gasta sobre el comunismo y las ideologías de izquierda, mientras que Libertad tiene tales preferencias claras.


ALIENTO…

…COSMOLÓGICO. 3 de 7. La Argentina semiproletaria y semicolonial de mediados del siglo XX. Nada demasiado remarcable aquí.

…AVENTURERO. 4 de 7. Un puntito extra por las escenas en que Felipito desata su imaginación desbordante, creyéndose el Llanero Solitario y similares.

…EXÓTICO. 2 de 7. ¿Una tira cómica ambientada en Argentina, que no presenta tangos, bifes chorizos, o gauchos? Pero, ¿en qué demonios estaba pensando Quino?

…MAQUIAVÉLICO. 2 de 7. Nadie espere encontrar a la madre de las conspiraciones aquí.

…PASIONAL. 6 de 7. A veces demasiado retórica, a veces demasiado declamativa, pero Mafalda sigue teniendo ese especial inconformismo con un mundo que, admitámoslo, justo y equitativo no es.

…TÉTRICO. 0 de 7. Olvídenlo. No hay villanos carismáticos de ninguna clase. De hecho, no hay villanos y punto. Ni Susanita en sus peores días, para que vean.

…FILOSÓFICO. 7 de 7. La evidencia clara de que no necesitas un gran manual de crítica contra el mundo para ver que algo anda mal, sino que un par de chistes con filo bastan y sobran.

TOTAL: 49 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.

viernes, 17 de julio de 2009

MÚSICA MAGNA: "Princes of the Universe" de Queen.

Y he aquí que, traspasando las aguas del olvido eterno y apoderándose de este blog el aroma de la eternidad, acto de presencia los inmortales hacen, puesto que compuesto para el soundtrack de la película "Highlander" este tema fue, que es "Princes of the Universe" de Queen.



Mas después, incluido que fuera el tema en el disco "A Kind of Magic", eternamente asociado a los inmortales ha quedado.

lunes, 13 de julio de 2009

Popol Vuh 16: El legado de quienes murieron en Xibalbá.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL POPOL VUH.

[Los segundones] comenzaron sus trabajos para manifestarse ante su abuela, ante su madre. Primeramente hicieron su campo. "Oh abuela nuestra, oh madre nuestra, trabajaremos en los campos", dijeron. "No os aflijáis. Nosotros somos, nosotros, vuestros nietos, nosotros los sustitutos de nuestros hermanos mayores", dijeron Maestro Mago, Brujito. Entonces tomaron su hacha [para madera], su azadón, su coa, y caminaron, cada uno con su cerbatana al hombro. Al salir de su casa recomendaron a su abuela que les llevara su comida. "Oh abuela nuestra, que se nos dé a mediodía nuestro alimento", dijeron. "Muy bien, oh nietos míos", respondió su abuela. Llegaron en seguida allá donde estaba el campo. Por todas partes en donde hundieron su azadón en la tierra, el azadón sólo trabajó la tierra; ellos no trabajaban; el azadón sólo. Y golpearon con el hacha los troncos de los árboles y las ramas de los árboles, derribando, podando, derribándolo todo, árboles, bejucos; y cortaba aquella madera, hacía todo aquello, un hacha sola. He aquí que el azadón arrancaba mucho; innumerables las zarzas, los espinos, trabajados por un azadón sólo; innumerable lo que fue arrancado en las montañas pequeñas, las montañas grandes. Entonces ordenaron a un animal llamado Paloma Torcaz; habiéndola hecho subir a un gran tronco, Maestro Mago, Brujito, le dijeron: "Mira cuando nuestra abuela venga a darnos nuestro alimento; arrulla luego que llegue, arrulla y cogeremos el azadón, el hacha". "Muy bien", respondió Paloma Torcaz. He aquí que ellos no hicieron más que tirar con cerbatanas; en realidad no trabajaron el campo. Después de lo cual. Paloma Torcaz arrulló. Al instante vinieron, el uno a tomar el azadón, el otro a tornar el hacha. Habiéndose envuelto la cabeza, el uno se cubrió falazmente de tierra las manos, ensuciándose el rostro lo mismo, como un verdadero labrador; el otro se cubrió falazmente de astillas de madera la cabeza, como si verdaderamente hubiera podado, carpinteado. Entonces fueron vistos por su abuela. En seguida comieron. En verdad, no habían trabajado el campo; llegóse, pues, sin causa, a darles su comida.

Cuando llegaron a la casa: "Abuela nuestra, verdaderamente nos acostamos", dijeron al entrar, estirando sin motivo sus piernas, sus brazos, delante de su abuela. Cuando al día siguiente volvieron, llegaron al campo, todos los árboles, los bejucos, se habían vuelto a levantar, todas las zarzas, los espinos, estaban enmarañados, cuando llegaron. "¿Quién se ha burlado de nosotros?", dijeron. "Los que hicieron esto son todos los animales pequeños, los animales grandes, puma, jaguar, venado, conejo, zorro, coyote, cerdo, puerco-espín, los pájaros pequeños, los pájaros grandes; son ellos quienes hicieron esto y lo hicieron en una noche". En seguida comenzaron de nuevo a trabajar el campo, hicieron lo mismo en la tierra para cortar los árboles; celebraron consejo mientras cortaban los árboles, mientras arrancaban. "Solamente velaremos nuestro campo. Quizás sorprenderemos a quienes vinieron a hacer esto", dijeron celebrando consejo; después volviéronse a la casa. "¿Qué véis? ¿Se burlan de nosotros, oh abuela nuestra? Grandes hierbas, la gran selva, [hay] allá adonde estaba nuestro campo cuando de día fuimos, oh abuela nuestra", dijeron a su abuela, a su madre. "Volveremos, velaremos; no [está] bien que se nos haga eso", dijeron. En seguida se armaron, en seguida volvieron a sus árboles cortados y se ocultaron en ellos, se abrigaron a la sombra. Entonces los animalitos se congregaron, cada especie reuniéndose, todos los animales pequeños, los animales grandes; he aquí que a media noche llegaron. He aquí sus Palabras: "¡Arboles, levantaos! ¡Bejucos, levantaos!"; [así] dijeron al llegar, amontonándose bajo los árboles, bajo los bejucos; entonces avanzaron, se mostraron, ante los rostros [de los dos segundones]. He aquí los primeros: el puma, el jaguar; [los jóvenes] quisieron cogerlos, pero no se dieron a ellos. Entonces avanzaron, colas acercadas, el venado, el conejo; [los jóvenes] los asieron pero no arrancaron más que la extremidad de la cola del venado, [del conejo], que se les quedó entre las manos: habiendo asido la cola del venado, la cola del conejo, dichas colas fueron acortadas. El zorro, el coyote, el cerdo, el puerco-espín, no se dieron a ellos. Todos los animales se mostraron ante Maestro Mago. Brujito. Los corazones de éstos fueron afligidos porque no cogieron ninguno. Otro llegó, el último; llegó brincando. Entonces ellos se pusieron de través [en su camino], cogieron en un pañuelo a la Rata. Habiéndola cogido le apretaron vivamente la cabeza, queriendo ahogarla. Le quemaron la cola en el fuego; entonces la rata comenzó a llevar así la cola, a no tener pelos en la cola; sus ojos [volviéronse saltones] porque habían querido ahogarla los engendrados Maestro Mago, Brujito. "Que yo no muera por [obra de] vosotros. Vuestro oficio no es cultivar", les dijo la rata. "¿Qué nos cuentas tú ahora?", respondieron a la rata los engendrados. "Dejadme un momento. Mi Palabra está en mi vientre y yo os la contaré: dadme ahora algo de comer", dijo la rata. "Después te daremos de comer; cuenta primero", fue dicho. "Muy bien. He aquí que los bienes de vuestros padres llamados Supremo Mago, Principal Maestro Mago, quienes murieron en Xibalbá, existen suspendidos en lo alto de la mansión; sus anillos, sus guantes, su pelota; pero vuestra abuela no quiso mostrároslo, pues vuestros padres murieron por eso". "¿Dices la verdad?", dijeron a la rata los engendrados. Gran alegría [hubo] en sus corazones al oír la historia de la pelota. Habiendo contado la rata, ellos dieron de comer a la rata. "He aquí tu alimento; maíz, pimiento blanco, frijoles, cacao [moneda], cacao [clase extra], serán tuyos; lo que fuere conservado, olvidado, tuyo también y tú lo roerás", dijeron a la rata Maestro Mago, Brujito. "Muy bien, engendrados. ¿Qué diré si vuestra abuela me ve?", respondió. "Que tu corazón no tema. Aquí estamos nosotros, prestos estamos nosotros para responder a nuestra abuela. Vamos aprisa a subir a ese rincón de la mansión; vamos adonde es preciso ir; tú subirás aprisa adonde aquello está suspendido; nosotros veremos en los cordajes de la mansión; también veremos por nuestra comida", dijeron a la rata. Se consultaron una noche; después de haber celebrado consejo, Maestro Mago, Brujito, llegaron a mediodía. Sin mostrar la rata que llevaban, llegaron; el uno entró abiertamente en la casa; el otro fue al rincón de la mansión, en donde al instante dejó trepar a la rata. Pidieron entonces a su abuela su comida. "Moled solamente nuestro alimento; no deseamos más que un caldo con pimiento, oh abuela nuestra", dijeron. Ella les preparó al instante una copa de caldo caliente que puso delante de sus rostros. Solamente para engañar a su abuela, a su madre. Derramaron el agua del cántaro. "Nuestras bocas están verdaderamente secas. Id a buscar nuestra bebida", dijeron a la abuela. "Sí", dijo ella saliendo. Sin embargo, comieron, verdaderamente sin hambre; no obraban sino por fingimiento. Mientras vigilaban el caldo de pimiento para la rata, la rata trepaba junto a la pelota suspendida en lo alto de la mansión. Mientras vigilaban el caldo de pimiento, enviaron un Mosquito; el Mosquito, animal semejante a un cínife, fue al borde del río; al instante agujereó el fondo del cántaro de la abuela, y el agua se derramó por el fondo del cántaro; ella trató de tapar el fondo del cántaro pero no pudo. "¿Qué hace nuestra abuela? Nos sofocamos, [por falta] de agua; nos acabamos por nuestras bocas secas, dijeron a su madre, enviándola afuera. La rata subió en seguida junto a la pelota que cayó de las cuerdas de la casa con los anillos, los guantes, los escudos de cuero; los tomaron al instante y fueron a esconderlos en el camino que conducía al juego de pelota. Después fueron a buscar a su abuela al borde del río; su abuela, su madre, trataban cada una de tapar el fondo del cántaro. Llegaron ellos, cada uno con sus cerbatanas, [y] avanzaron hasta el borde del río. "¿Qué hacéis? Nuestros corazones se cansan; venimos", dijeron. "Ved el fondo del cántaro; no se puede tapar", respondió la abuela. Al instante ellos lo taparon. Volvieron, marchando delante de su abuela. He aquí cómo les fue entregada la pelota.

SIGUIENTE CAPÍTULO DEL POPOL VUH (próximamente).
INDICE COMPLETO DEL POPOL VUH.

Popol Vuh 15: Primeras peripecias de los hijos de árbol.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL POPOL VUH.

He aquí que diremos la infancia de Maestro Mago, Brujito. He aquí que vamos a contar su infancia. Cuando fue llegado el día del alumbramiento, la adolescente llamada Sangre dio a luz. La abuela no asistió al parto. Al instante nacieron los dos que fueron paridos, llamados Maestro Mago, Brujito; en la montaña nacieron. Entonces entraron en la morada: pero no dormían. "Vete a llevarlos afuera. En verdad gritan sus bocas", dijo la abuela. Entonces se les puso sobre las hormigas, pero su sueño fue agradable. De allí se les llevó y se les puso sobre espinas. Ahora bien. Maestro Mono. Maestro Simio, deseaban que muriesen allá, sobre las hormigas, que muriesen allá, sobre las espinas. Lo deseaban porque [eran] rivales, envidiados, para Maestro Mono, Maestro Simio. Al principio sus hermano? menores no fueron recibidos por ellos en la mansión; ésto? no los conocieron y vivieron en la montaña. Ahora bien. Maestro Mono, Maestro Simio, eran grandes músicos, cantantes. [Los dos recién nacidos] crecieron, y grandes tormentos [y] penas los fatigaron, los atormentaron. Habíanse vuelto grandísimos sabios: habíanse vuelto músicos, cantantes, escultores: todo era bien [hecho] por ellos. Sabían su nacimiento; sabían también [que eran] los sustitutos de su padre, quien había ido a Xibalbá, adónde había muerto su padre. Maestro Mono. Maestro Simio, eran grandísimos sabios; en su espíritu lo habían sabido todo desde luego, cuando habían nacido sus hermanos menores. Pero su sapiencia no se mostró a causa de su envidia; en ellos dominó la humillación de sus corazones. Pero ningún acto de Maestro Mago, Brujito, les había perjudicado. En efecto, éstos no hacían cada día más que tirar con cerbatanas. No eran amados por su abuela y por Maestro Mono, Maestro Simio. No se les daba de comer, sino que, cuando la comida había acabado, cuando Maestro Mono, Maestro Simio, habían comido, entonces venían ellos. No se encolerizaban, no se irritaban, pero sufrían. Conocían su ser y veían claro. Cada día al venir traían pájaros que Maestro Mono, Maestro Simio, comían sin darles nada al uno o al otro, Maestro Mago, Brujito, Maestro Mono, Maestro Simio, no hacían más que música, canto. Ahora bien. Maestro Mago, Brujito, habían venido sin traer pájaros; la abuela se irritó cuando entraron: "¿Por qué no traéis pájaros?", les dijo a Maestro Mago, Brujito. "Madre nuestra, he aquí que nuestros pájaros se han enredado en las ramas frondosas de un árbol", respondieron. "Abuela nuestra, no podemos subir al árbol para cogerlos; pero que nuestros hermanos mayores suban a él, que vengan con nosotros y que bajen los pájaros", añadieron. "Muy bien. Al alba iremos con vosotros, respondieron los primogénitos. Ahora bien, la Sabiduría de Maestro Mono, Maestro Simio, estaba muerta en ellos dos en lo concerniente, a su derrota. "No cambiaremos sino su ser y su vientre. Nuestra Palabra obrará a causa de los grandes tormentos que nos han infligido para que muriésemos, que fuésemos aniquilados, que nos sobreviniese [una] desgracia a nosotros sus hermanos menores. Como a sirvientes nos han rebajado en sus corazones; nosotros los humillaremos lo mismo, lo cual haremos como signo", su dijeron el uno al otro mientras iban al pie del árbol llamado Palo-Amarillo. Acompañados de sus hermanos mayores, caminaban disparando con las cerbatanas, innumerables [eran] los pájaros que gorjeaban en el árbol, y sus hermanos mayores se maravillaban de ver aquellos pájaros.

"He aquí pájaros, pero ni uno sólo ha caído al pie del árbol; no ha caído ninguno de nuestros pájaros; id a hacerlos caer", dijeron a los primogénitos. "Muy bien", respondieron éstos. Pero cuando hubieron subido al árbol, el árbol creció, su tronco engrosó; y cuando Maestro Mono, Maestro Simio, quisieron bajar después, no pudieron descender de la cima del árbol. Desde la cima del árbol dijeron: "Oh, hermanos menores nuestros, ¿cómo ha pasado esto? Tened piedad de nuestros rostros. He aquí que este árbol espanta a los que lo miran, oh hermanos menores nuestros"; [así] dijeron desde la cima del árbol. Y Maestro Mago, Brujito, dijeron: "Desenrrollad vuestros taparrabos, atadlos bajo vuestros vientres, [con] una larga punta colgando que echaréis por detrás, y así marcharéis cómodamente", [así] respondieron los dos hermanos menores. "Muy bien", dijeron [los primogénitos] tirando de las extremidades de sus taparrabos, pero al instante éstas se volvieron colas, y ellos fueron metamorfoseados en monos. En seguida caminaron por las cimas de los árboles de las montañas pequeñas, de las montañas grandes; caminaron por las selvas, alegrándose, balanceándose en las ramas de los árboles. Así fueron vencidos Maestro Mono, Maestro Simio," por Maestro Mago, Brujito, quienes no lo hicieron sino por su Ciencia Mágica. Volvieron entonces a su casa. Al llegar dijeron a su abuela y a su madre: "Oh abuela nuestra, ¿qué les ha pasado, pues, a nuestros hermanos mayores? Súbitamente sus rostros se han vuelto como los de los animales", así dijeron. "Si sois vosotros quienes habéis hecho eso a vuestros hermanos mayores, me habéis hecho infeliz, me habéis hecho desdichada. Oh hijos míos, no haced, pues, eso a vuestros hermanos mayores", respondió la abuela a Maestro Mago, Brujito. Ellos respondieron entonces a su abuela: "Oh abuela nuestra, no os aflijáis; volveréis a ver los rostros de nuestros hermanos mayores; volverán, pero esto será una prueba para vos, nuestra abuela. Guardaos de reír. Probad ahora su suerte". En seguida comenzaron a tocar la flauta, a tocar el "Mono de Maestro Mago". Después cantaron, tañeron la flauta, tocaron el tambor, tomando sus flautas, sus tambores. Sentaron entonces con ellos a su abuela; cuando tañeron la flauta, con el canto y con la música ejecutaron el aire llamando con el nombre de "Mono de Maestro Mago". Entonces entraron Maestro Mono, Maestro Simio, quienes danzaron al llegar. Cuando la abuela echó de ver sus feas caras, cuando ella los vio, entonces la abuela se rió, la abuela no pudo contener la risa; al instante, fuéronse; ella no vio ya más sus caras. "¡Eh, abuela nuestra, se han ido a la selva! Abuela nuestra, ¿por qué hicisteis eso? Cuatro veces solamente probaremos. Solamente tres veces todavía haremos resonar la flauta, el canto. Retened vuestra risa, y que la prueba recomience", dijeron otra vez Maestro Mago, Brujito; después, tocaron de nuevo la flauta. [Los primogénitos] volvieron entonces, danzando, al centro de la morada, pero causaban tanto placer, incitaban tanto a reír a su abuela, que bien pronto la abuela se rió. Verdaderamente risibles [eran] sus faces de monos con sus anchos vientres, sus colas inquietas, sus estómagos lisos; cuando entraron, esto hizo reír a la abuela. Entonces, volvieron a las montañas. "Abuela nuestra, ¿qué haremos? Solamente por la tercera vez probaremos", dijeron Maestro Mago, Brujito, quienes tocaron una vez más la flauta. [Los primogénitos] volvieron de nuevo bailando, pero su abuela se abstuvo de reír. Subieron a la terraza del edificio; sus ojos, muy rojos, chispeaban; se acurrucaron; [con] sus hocicos alargados se hicieron muecas. Entonces la abuela los miró de nuevo, y al instante la abuela estalló en risa. A causa de la risa de la abuela no se volvieron a ver ya más sus rostros. "Oh, abuela nuestra, los llamaremos todavía, por cuarta vez". Entonces [los segundones] tocaron de nuevo la flauta, pero [sus hermanos mayores] no volvieron a la cuarta vez, sino que se fueron al instante a la selva. [Los segundones] dijeron, entonces, a la abuela: "Abuela nuestra, habíamos probado y al principio vinieron; acabamos aún de probar a llamarlos. No os enfadéis. Nosotros somos, nosotros, vuestros nietos y os miramos como a nuestra madre, oh abuela nuestra, en memoria de nuestros hermanos mayores que se distinguieron, que se llamaron Maestro Mono, Maestro Simio, así llamados"; [así] dijeron Maestro Mago, Brujito. Ahora bien, [los primogénitos] eran invocados por los músicos, por los cantantes, entre los hombres de otros tiempos; antaño también los pintores, los cinceladores, los invocaban. Pero se volvieron animales, fueron hechos monos, porque se enorgullecían, porque maltrataban a sus hermanos menores. Así fueron aminorados sus corazones; así fueron perdidos, fueron aniquilados Maestro Mono, Maestro Simio, vueltos animales. Ahora bien, habían estado siempre en su casa, en donde se habían hecho grandes músicos, cantantes, cuando vivían con su abuela, con su madre.

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INDICE COMPLETO DEL POPOL VUH.

Popol Vuh 14: Los avatares de una madre virgen.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL POPOL VUH.

La abuela de Maestro Mono, Maestro Simio, estaba allí cuando la mujer Sangre vino a casa de la abuela de Maestro Mono, Maestro Simio. En ella vivían sus hijos, y poco faltaba para que naciesen los llamados Maestro Mago, Brujito. Cuando la mujer llegó a casa de la abuela, la mujer dijo a la abuela: "Llego, oh madre, yo Tu nuera, yo Tu hija, oh Madre"; así dijo al entrar en casa de la abuela. "¿De dónde vienes tú? ¿Dónde están mis hijos? ¿No han muerto en Xibalbá? ¿Sus dos descendientes, el signo de su Palabra, llamados Maestro Mono. Maestro Simio, no los ves tú? Sal de aquí. Vete", fue respondido por la abuela a la adolescente. "En verdad, yo soy ciertamente tu nuera. Yo soy de Supremo Maestro Mago; helo aquí llevado vivo. Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago, no están muertos; su sentencia les ha hecho ilustres. Tú eres Mi suegra. Así, ve sus rostros queridos en los que yo traigo", dijo ella a la abuela. En seguida, Maestro Mono, Maestro Simio, se irritaron. No hacían más que música, más que canto; su trabajo cotidiano no era sino pintura, sino escultura; recreaban el corazón de su abuela. La abuela recomenzó: "Ninguna necesidad [tengo] de ti para nuera mía. Sólo la fornicación [hay] en tu vientre. Oh mentirosa, mis hijos de los cuales hablas, han muerto". La abuela dijo otra vez: "Demasiado verdaderas son mis palabras. Pero sea, tú eres mi nuera, a lo que entiendo. Ve pues a recoger su alimento para los que comen; ve a coger una gran red llena. Vuelve [en seguida] puesto que eres mi nuera, a lo que entiendo", [le] dijo a la joven. "Muy bien", respondió ésta, [y] después tomó el camino de las sementeras que habían sembrado Maestro Mono, Maestro Simio, por quienes había sido desmontado el campo; la adolescente lo siguió y llegó así a las sementeras.

Un solo tallo en el campo; no había dos tallos, tres tallos; sólo un tallo manifestaba su faz. Entonces se angustió el corazón de la joven. "Desdichada de mí, yo, deseadora carnal. ¿Dónde recogeré la red de alimentos que se me ha dicho?", añadió. Entonces invocó a Guardián del Alimento para que él viniera y para que ella llevara. "¡La de la Lluvia. La de la Madurez. La del Cacao, vosotras que preparáis el maíz, tú, Guardián del Alimento de Maestro Mono, Maestro Simio!", dijo la adolescente. Entonces tomó las barbas, las brácteas de la mazorca, las arrancó dulcemente, sin coger la mazorca, [y] las arregló como mazorcas en la red; llenó la gran red. Entonces la joven se fue. Unos animales se encargaron de la red; al llegar fueron a poner la banastada contra la pared de la mansión. La abuela corrió para verla. Cuando la abuela vio una gran red llena de alimento: "¿De dónde te ha venido este alimento? ¿Has arruinado, has acabado de coger mis sementeras? Voy a ver", dijo la abuela, poniéndose en camino, yendo a ver sus sementeras. Pero había como siempre un tallo. Se veía dónde había sido puesta la red. Por tanto, la abuela volvió aprisa a la casa; [y] dijo a la adolescente: "En verdad, ése es el signo de que eres mi nuera. Aún veré tus actos, los de los muy Sabios que están en ti"; [así] [le] dijo a la joven.

SIGUIENTE CAPÍTULO DEL POPOL VUH.
INDICE COMPLETO DEL POPOL VUH.

Popol Vuh 13: Los frutos del árbol milagroso.


CAPÍTULO ANTERIOR DEL POPOL VUH.

Y he aquí la historia de una joven, hija de un jefe llamado Reúne Sangre. Y he aquí que una joven, hija de un jefe, oyó. Reúne Sangre, [era] el nombre de su padre. La de la Sangre, [era] el nombre de la joven. Cuando oyó la historia de las frutas del árbol, que le fue contada por su padre, se maravilló grandemente de tal relato. "¿Por qué no iría yo a ver ese árbol del cual se habla? Por lo que oigo decir, esas frutas son verdaderamente agradables", se dijo ella. Entonces partió sola, [y] llegó al pie del árbol plantado en medio del Juego de Pelota de los Sacrificios. "¡Ah, ah! ¿Son ésas las frutas del árbol? ¡Cuan agradables las frutas de ese árbol! ¿Moriré, me perderé si cojo algunas?", dijo la joven. Entonces el hueso que estaba en medio del árbol habló. "¿Qué deseas? Estas bolas redondas en las ramas de] árbol no son más que huesos", dijo la cabeza de Supremo Maestro Mago, hablándole a la adolescente. "¿Las deseas todavía?", añadió. "Ése es mi deseo", dijo la joven. "¡Muy bien! Extiende solamente el extremo de tu mano". "Sí", dijo la adolescente, alargando su mano que extendió ante el hueso. Entonces el hueso lanzó con fuerza saliva en la mano extendida de la joven; ésta, al instante, miró con mirada curiosa el hueco de su mano, pero la saliva del hueso ya no estaba en su mano, "En esa saliva, esa baba, te he dado mi posteridad. He aquí que mi cabeza no hablará ya más; ya no es más que un hueso descarnado. Así son igualmente las cabezas de los grandes jefes. Sólo la carne vuelve buena la cara, de donde [proviene], cuando mueren, el terror de los hombres a causa de las osamentas. Lo mismo pasa con los hijos, cuyo ser es como la saliva, la baba, la cual, sea de hijos de jefes, sea de hijos de Sabios, de oradores, no se pierde sino que se extiende, se continúa, sin que se extinga, sin que se aniquile la faz del jefe, del Varón, del Sabio, del Orador. Tal como pasa con los hijos que vienen, así he hecho contigo. Sube, pues, a la tierra sin morir. Que en ti penetre mi Palabra. Que así sea", dijo la cabeza de Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago. Ahora bien, esta Magia la habían hecho ellos por la Palabra de Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del Relámpago.

La joven volvió entonces a su casa, habiéndole sido hechas numerosas advertencias. Y al instante, solamente por la saliva, sus hijos nacieron en su vientre. Tal fue el engendramiento de Maestro Mago, Brujito. La adolescente llegó a su casa. Seis lunas se acabaron. Entonces ella fue examinada por su padre; Reúne Sangre, nombre de su padre. Después del examen de la joven por el padre, éste vio que allí había un hijo. Entonces los jefes Supremo Muerto, Muerto Principal, juntaron toda su sabiduría con la de Reúne Sangre. "Oh, jefes, he aquí que por fornicación mi hija tiene un hijo", dijo Reúne Sangre, al llegar junto a los jefes. "¡Y bien! Cava su boca. Si no habla que se la sacrifique, que se vaya a sacrificarla lejos de aquí". "Muy bien, oh grandes jefes", respondió él. Entonces [le] preguntó a su hija: "Oh, hija mía, ¿cuál es el posesor del hijo [que hay] en tu vientre?". Ella respondió: "Oh, padre mío, ahí no hay hijo; no hay ningún hombre del cual yo conozca la faz". Él respondió: "¡Perfectamente! ¡Verdaderamente! ¡Oh fornicadora!" "Que se la lleven. Oh Consejeros de los Varones, sacrificadla, recoged su corazón en una copa. Volved hoy al lado de los jefes", dijo él a los Búhos. Entonces [los] cuatro [Búhos] fueron a coger la copa, caminaron, transportando a la adolescente en sus brazos, llevando el Blanco Pedernal para sacrificarla. "Oh mensajeros, no haríais bien en matarme, pues sin fornicación [concebí] lo que está en mi vientre, que se engendró cuandro fui a admirar la cabeza de Supremo Maestro Mago, que está en el Juego de Pelota de los Sacrificios. Así, pues, no me sacrifiquéis, oh Mensajeros", dijo la adolescente, "hablándoles. "¿Qué pondremos en cambio en tu corazón? Nos ha sido dicho por su padre: «Recoged su corazón, volved al lado de los jefes; cumpliréis, [y} después manifestaréis el cumplimiento; traed prontamente en una copa, colocad en el fondo de la copa el corazón». ¿No nos habló así? ¿Qué presentaremos, pues, en la copa? Sin embargo, desde luego, queremos que no mueras", dijeron los mensajeros. "Muy bien. Este corazón no puede ser de ellos. Vuestra casa no puede tampoco estar aquí. No solamente tendréis poder sobre la muerte de los hombres, sino que, en verdad, vuestros serán los verdaderos fornicadores. Míos serán en seguida Supremo Muerto, Principal Muerto. Que sólo la sangre del Drago esté ante sus rostros. Este corazón no será quemado ante ellos. Poned el fruto del árbol", dijo la joven. Y, roja, la savia del árbol salió y fluyó en la copa; se hinchó allí y se volvió bola en reemplazo del corazón. Brotante salió la savia del árbol rojo; semejante a sangre; la savia salió en cambio de la sangre; entonces la sangre, la savia del árbol rojo se formó en bola; semejante a sangre, apareció brillante, rojiza, en bola, en la copa. Entonces el árbol se volvió célebre a causa de la adolescente; fue llamado Árbol Rojo de Cochinilla; fue pues llamado Sangre a causa de la sangre del Drago, así llamado. "Allí pues seréis amados, y lo que está en la superficie de la tierra será vuestro", dijo ella a los Búhos. "Muy bien, joven. Partimos, vamos a dar cuenta. Sigue tu camino. Vamos a presentar ante los jefes la imagen, el sustituto, de tu corazón", respondieron los mensajeros. Cuando llegaron ante los jefes, todos esperaban ansiosamente. "¿Se acabó?", dijo entonces Supremo Muerto. "Se acabó, oh jefes. He aquí ahora el corazón en la copa". "Muy bien. Que yo vea", dijo Supremo Muerto. Entonces él levantó aquello. La savia rojiza se esparció como sangre. "Animad bien el resplandor del fuego. Poned esto en el fuego", agregó Supremo Muerto. Después de que se le hubo puesto en el fuego, los Xibalbá comenzaron a oler [el olor], todos comenzaron a estar aturdidos, pues verdaderamente agradable era el perfume que olían del humo de la sangre. Mientras que permanecían [así], los Búhos, advertidos por la adolescente, subieron numerosos a la cavidad sobre la tierra, adonde subió también su [dadora de] aviso. Así fueron vencidos los jefes de Xibalbá por esta joven que los burló a todos.

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viernes, 3 de julio de 2009

Howard Phillips Lovecraft.


¡Horripilante, horripilante en verdad es conocer la realidad de las cosas! Porque por debajo de vuestro mundo de sueños e ilusiones, yacen nuevas e inexploradas dimensiones de caos y horror, universos en los cuales nada de lo humano tiene sentido o validez, en que enormes criaturas de titánicos poderes se mueven como sombras contra el muro de la noche, invisibles ante los ojos humanos. ¡Felices nosotros en nuestra ignorancia, que a salvo estamos de ser destruidos por aquellos para quienes tan insignificantes somos, como en su hormiguero las hormigas para nosotros!


Develáronse estos universos visceralmente a través del siglo XIX, entre quienes, a la luz de sus velas y de sus textos malditos, odiaban a quienes, pregonándose como guardianes de la luz y de la razón, dueños del universo creyéronse, cual portaantorchas de una Nueva Edad. ¡Vana ilusión aquésta! Porque, contra el Racionalismo que hubo de regir a las revoluciones del siglo XVIII, y a su hijo bastardo el Positivismo, que hubo la mentalidad del diecinueve construir, aquellos quienes sabían sobre la fragilidad del conocimiento humano en las tinieblas góticas se manejaban, moviéndose furtivamente, coleccionando todo aquello que la paranoia de comienzos del siglo XX estaba por descubrir. ¡Ahí estuvo, antes de que Sigmund Freud descubriera el inconsciente, los deliciosos mundos oníricos de Lord Dunsany, y antes de que los horrores del alma humana quedaran al descubierto por la desfiguración de la Primera Guerra Mundial, el espanto de los mitos preternaturales de Arthur Machen! Mas, entre todos aquellos quienes enloquecían en medio de las tinieblas del sueño de la razón, lúcido entre la tierra de aquellos locos, un nombre escrito con letras de horror en la historia, hubo de imponerse. ¡Lovecraft, Howard Phillips Lovecraft, llevad con él, el horror más absoluto, portadlo e incendiad la Tierra!


Nasciturus fue Lovecraft en 1890, y a Providence, en Nueva Inglaterra, tal fue su lugar. Hijo solitario de aristocrática familia a quienes los vuelcos de la fortuna arrastrádoles habían hasta una más precaria situación dentro del gran crisol de razas americano, crióse con la convicción de sangre especial poseer, verdadera y británica sangre, y un sentimiento de puritanismo frente al horror de la mezcla. De ahí el neurótico aferrarse de Lovecraft a nuestra corteza consciente, a nuestro orden y a nuestra vida, y de ahí el plasmar con grande lienzo su espanto hacia el caos, hacia la destrucción de nuestra sociedad, hacia el abismo. Inocentes no han sido los niños nunca, mas en Howard Phillips Lovecraft, al lado de una vetusta biblioteca educado, combinábanse la formación cultural y el lúdico afán de la niñez, para producir en su persona a un sacrificador, inocente es cierto, pero oficiante de antiguos y paganos ritos al fin: así encontrámosle invocando a Diana o a Apolo, a las deidades antiguas, a aquellos mitos ya nunca adorados, pero que quizás sean la máscara de dioses antiguos y ocultos, numinosos en la naturaleza, oprimidos por la sombra de la superchería de los cristianos. ¡Vano intento el de ellos, encontrar consuelo ante los avatares de la existencia en la figura del Crucificado! ¡Vano intento frente a una naturaleza omnipotente y avasalladora, a aquellos viejísimos mundos anteriores al hombre, que yacían sepultados en las grutas del Cosmos, y que polvorientos de Astronomía de enseñarle encargábanse! Solitario en su horror, crecía el joven Lovecraft, culto, erudito, anticuado, mirando con afectación hacia el pasado gótico, mas enterándose bien de las novedades que venían de Europa. Novedades que amenazaban con destruir todo el orden universal desde afuera, con la Teoría de la Relatividad de Einstein destruyendo todas nuestras certezas del espacio y el tiempo absolutos, y todo el orden universal desde adentro, con el psicoanálisis de Sigmund Freud aniquilando toda esperanza de que en la bestia humana hubiera en verdad el germen de algo superior – acaso de un alma. ¡Cruel época, la de destrucción de certezas que inconmovibles antojábanse, la que en suerte le tocó vivir a Lovecraft…!


Joven y angustiado ante las inseguridades del mundo, creció el joven Lovecraft como hombre de gran cultura, en su Providence encerrado, con su trabajo para las revistas pulp de la época apenas sobreviviendo. Abrióse paso hasta “Weird Tales”, revista ésta que a la publicación de relatos de terror dedicábase, con sus peculiares cuentos. Hablábanse en ellos de mundos de caos y terror, en que horribles poderes venidos de más allá del espacio y del tiempo, y sobre los que los seres humanos carecían por completo de noticias, encontrados eran por hombre que buscaban la sabiduría y el conocimiento prohibidos, creyéndose neciamente en capacidad para arrostrar tales fuerzas, y conducidos por tanto de manera irremisible a la locura, y aún a su propia destrucción. Tratábanse estos cuentos de viejas historias de fantasmas, a la manera de los relatos de horror gótico del siglo XVIII escritos, pero en donde ya no se trataba de espectros ni de aparecidos, sino de extraterrestres y seres emergidos del fango primordial que impensados caminos de retorcida evolución habían seguido, y el conocimiento de los cuales superaba a toda posible ciencia racional y aún a la capacidad de pensar del ser humano, para ser abordados, y eso sólo con suerte, a través de ritos y cultos desde antiguo prohibidos, por el bien y seguridad de la raza humana. Eran, por tanto, no relatos de horror, mas de ciencia ficción embrionaria, ya que hablábanse en ellos no de magia sino de ciencia, no de infiernos y paraísos sino de dimensiones paralelas, no de dioses caprichosos y crueles sino de leyes naturales por muy incomprensibles que éstas fueran para el ser humano, y por tanto todo ello podía ser explicado racionalmente, si es que hubiera racionalidad humana capaz de comprender secretos tan monstruosos sin acabar devorado por el pánico y la demencia.


Sueños solitarios de un alma angustiada al principio, congregáronse en su torno, siempre a través de las páginas de “Weird Tales”, un grupo fiel de corresponsales, comunes con Lovecraft sus angustias y pesares, demasiado incomprensible y aún terrorífico para la generalidad de las concepciones de su tiempo, mas bien claro en la expresión de los horrores de su tiempo para ese grupito de adelantados. Encontrábanse entre ellos Frank Belknap Long el materialista interesado en los aspectos técnicos, y Robert Bloch el entusiasta de la sangre y el espanto, y Robert Howard el recreador de las civilizaciones primigenias, y August Derleth el exegeta y delineador de cosmologías, y Clark Ashton Smith el soñador de universos de sueño y pesadilla. Cada uno con sus personalidades y perfiles, cada uno como contribuyentes de un todo, entre todos erigieron el marmóreo edificio de los Mitos de Cthulhu, y en ellos detállanse los detalles de las luchas entre seres extraterrestres tan poderosos, que no otro nombre sino el de dioses cabe aplicárseles.


Poco es lo que se puede afirmar con certeza de los Mitos de Cthulhu. Siendo conocimiento prohibido, y enloqueciendo o aún destruyendo dicho conocimiento a quien lo posee, muy poco informativos por fuerza los relatos a él referidos y en él inscritos han de ser. Mas, algunas constantes son posibles de rescatar. Más prominentes que cualquier otro, los primigenios son la principal amenaza contra la Humanidad de la Tierra, mas ellos ningún interés en aniquilarla tienen, no siendo los humanos una amenaza contra su raza, ni pudiendo ellos obtener provecho de éstos que valga la pena su aniquilación. De todos ellos, más conocido que ninguno es Cthulhu, de quién el ciclo entero su nombre ha obtenido, mas siendo éste en realidad una criatura secundaria ante entes incluso más poderosos. Habitada fue la Tierra, por su parte, en otro tiempo, por unas extrañas criaturas cónicas que poderosa civilización hubieron de desarrollar, en los períodos primigenios de la Geología terrestre, cuando aún no se desarrollaba el cerebro humano y nuestros antepasados reptilianos contemplaban al mundo tras los ojos de la bestia; en tales ámbitos floreció la Gran Raza de Yith, quien, por motivos no bien entendidos, emigrar hubo hacia el futuro, hacia una fecha posterior a la extinción de la Humanidad. Y ni aún en nuestro tiempo presente, que por gracia de inexplicables e inexpresables equilibrios cósmicos a la Humanidad se ha concedido, ésta puede jactarse de gobernar todo el planeta, porque en íntima conexión con los primigenios, mas desconociéndose la naturaleza exacta de su lazo, están los profundos, criaturas terroríficas de los abismos marinos, más su séquito de adoradores que alguna vez fueron humanos, pero que a su servicio se han consagrado. Más allá encuéntrense los Dioses Arquetípicos, cuyo rango claramente nunca se ha delineado, si bien parecieran ser guardianes de la benevolencia hacia la Humanidad; sintomático resulta que Lovecraft, materialista y desesperanzado, no tocara a los Dioses Arquetípicos sino de refilón, y tales criaturas por August Derleth, de formación no agnóstica sino cristiana, hayan sido más desarrolladas. Fuente primordial de conocimiento sobre tales materias, son los libros prohibidos, fungiendo como el más importante de todos, el ominoso y maldito “Necronomicón”, escrito por el Arabe Loco, Abdul Alhazred, de quien poco en nuestros días se sabe, proscrito su nombre de entre la memoria de la Humanidad, para bien y salvación de la misma.


Mas, todos estos relatos más allá de su grupo fundador no salieron, y publicados que fueron en “Weird Tales” la mayoría de ellos, poco ruido hicieron más allá de su ámbito natural, cual era las revistas pulp de su época. Solitario, misántropo, accesible sólo a través de la correspondencia, vivió Howard Phillips Lovecraft hasta frisar los 47, época en la que atacóle un furioso cáncer, devorándole por completo en el solitario lecho de enfermo de un hospital, descansando así por fin en paz de sus angustias y pesares por la existencia. Hízose cargo como relevo Augusth Derleth, quien materialista no era, sino cristiano en sus concepciones, y grandes cambios introdujo en los Mitos de Cthulhu. Mas, también, fundando con Donald Wondrei la editorial Arkhan Asylum, por primera vez dióse en compilar lo que hasta el momento eran desechables historias de terror, en libros que subterráneamente comenzaron a circular, e infectaron con sus espantos insondables a las nuevas generaciones, quienes, más habituadas ahora a las ideas que otrora fueran de avanzada, más receptivas fueron ante los mitos. Aunque degenerando después de que uno a uno los miembros del grupo original fueran partiendo de los Mitos de Cthulhu, mantuviéronse vital por cerca de veinte años después de la muerte de su fundador. De esta manera propágase el conocimiento maldito por la Humanidad, y ya puede ésta irse aterrando por los mundos de caos y horror que develado nos ha, el maestro de Providence.


ALIENTO…

…COSMOLÓGICO. 6 de 7. Y le daríamos el 7 de 7, de no ser porque por su propia naturaleza agnóstica y antirracionalista, es imposible hacer una exégesis a fondo de los Mitos de Cthulhu sin traicionar su esencia.

…AVENTURERO. 2 de 7. Generalmente, las grandes aventuras de los Mitos de Cthulhu pasan por investigar libros, entrevistarse con locos o ir a poblachos rurales o semiabandonados, para encontrarse con fuerzas contra las cuales no hay nada heroico que hacer. No demasiado por ese lado.

…EXÓTICO. 4 de 7. Por alguna razón, a pesar de que los Mitos de Cthulhu podrían ambientarse en todas las regiones del espacio y del tiempo, buena parte de los relatos se ambientan en el Providence de Lovecraft o sus inmediaciones, lo que puede resultar algo monótono.

…MAQUIAVÉLICO. 0 de 7. ¿Qué intriga se puede urdir o tramar, contra poderes tan aplastantes que si te ven, te pueden borrar sin apenas moverse de su escritorio?

…PASIONAL. 4 de 7. Si el terror es una pasión, debemos convenir en que lo logra. A veces, porque por su esquema (investigador va tras misterio, investigador encuentra criatura sobrenatural, investigador corre por pies o muere), el asunto pasional se pierde por repetitivo.

…TÉTRICO. 7 de 7. Pocos ciclos míticos te hacen sentir tan aplastado como una miserable hormiga, como los Mitos de Cthulhu. Si fueran criaturas malignas, al menos podrías contender con ellas siendo “el Bien”, pero si están más allá del bien y el mal…

…FILOSÓFICO. 5 de 7. Debe ser uno de los pocos ciclos míticos fantásticos del siglo XX que hace profesión crasa de agnosticismo, y además lo hace muy bien.

TOTAL: 57 PUNTOS EN LA ESCALA MAGNUS.
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